No sé si usted está de acuerdo conmigo, pero oigo, cada día con más agudeza e intensidad y cada vez más por la ciudadanía, la voz del pueblo llano, del pueblo común y corriente, la idea de que la situación económica se vuelve, para la inmensa mayoría de los mexicanos, insoportable e insostenible.
Es natural, llevamos más de 50 días en que de la manera más simple y sencilla (por parte del gobierno en todos sus niveles) para evitar contagiarnos por el coronavirus fue la de aislarnos a todos en nuestras casas, dejándonos sin trabajar y por consecuencia sin recursos para comprar comida, medicina, ropa, pagar servicios etcétera.Como todos sabemos la gran mayoría de la población obedeció, aunque intuyó y expresó la catástrofe que se nos venía encima.
Hoy la estamos viviendo y ahora vemos que es peor de lo que imaginamos.No tenemos trabajo, ni dinero y nadie está haciendo algo serio para resolver el problema.Los diferentes niveles de gobierno solo se concretan a dar cifras de contagiados, sospechosos de contagio, muertos y recuperados de esta enfermedad, en función de lo cual nos informan que "no ha pasado la contingencia y que lo peor está por venir" ¡vaya consuelo!
Sumado a lo anterior, hay que anotar que:
1. El gobierno se desentiende y se niega a instrumentar un programa de dotación de despensas semanales a la población más desprotegida.
2. Las enfermedades que anteriormente ya padecíamos nos siguen afectando y matando sin que tengamos dinero para curarlas; que además los médicos y hospitales le dan prioridad a los contagiados por el covid-19 dejando sin tratamiento adecuado y hospitalización a nuestros enfermos.
3. El alargamiento del periodo en el que tenemos que estar recluidos en nuestras casas, se está planteando llevarlo más allá de junio y se menciona hasta octubre.¡De seguir como estamos, para esas fechas, muchos estaremos muertos por el hambre!
4.Observamos con mucha preocupación una inconformidad, una rebeldía callada, soterrada de la población en contra del confinamiento, pero, sobre todo, por la gravísima situación económica que se está padeciendo, ya se han realizado los primeros saqueos de tiendas comerciales: los secuestros, robos a mano armada y en plena vía pública se están incrementando.El tejido social se descompone rápidamente.
5. Si a lo anterior le agregamos que los precios del petróleo mexicano están por los suelos y que esto significa que los ingresos del gobierno por esta vía van a disminuir ¿de dónde va a tener recursos para cubrir sus gastos?
No, la situación económica, política, social y de salud no tiene nada de halagüeña, sino más bien de amenazadora y dramática.En ese sentido dígame usted ¿tiene razón o no el pueblo en sentirse acorralado, desesperado, molesto o inconforme? Su reacción y actitud está plenamente justificada y ante estas circunstancias nadie sabe lo que va a ocurrir.Así como se perfilan las cosas no se vislumbra nada bueno.
Lo peor de todo es que la clase política y gobernante no reacciona, no sopesa, no está viendo el peligro o simplemente no le importa.Lo cierto es que ante una convulsión social vamos a perder todos, sobre todo los más pobres, no se trata de desearlo, mucho menos de inducirlo, más bien, de evitarlo.
Por esa razón los antorchistas hacemos un enésimo llamado a quienes actualmente tienen el poder político y los recursos económicos que el pueblo aporta, a través de los impuestos, a que los apliquen para paliar el hambre del pueblo y eviten una catástrofe mayor; si no lo hacen, pudiendo hacerlo serán los responsables de lo que ocurra y demostrarán que no tenían la capacidad para ser los representantes populares que tanto dijeron ser y que el pueblo organizado tiene la obligación de sustituirlos por quien realmente sí responda a sus intereses y tenga la capacidad para resolver retos como el que actualmente estamos sufriendo.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario