Enfermedades nuevas, virus letales que aparecen en el mundo y que en poco tiempo acaban con toda una población son capaces de atravesar fronteras y convertirse en pandemias, la humanidad está atravesando una situación de esa magnitud donde familias enteras han perdido la batalla, y a pesar de la terrible situación que se vive en el mundo la actividad humana, económica y social no puede detenerse. El tiempo exige de manera urgente jóvenes que desarrollen la ciencia y la tecnología para acabar con todo tipo de virus y epidemias que hacen vulnerables la vida del ser humano, en Antorcha a pesar de la situación seguimos formando y educando a los niños, jóvenes y adultos tomando todas las medidas necesarias para evitar más contagios, seguimos iluminando a nuevas generaciones para formar al hombre nuevo y cambiar esta situación.
En todo el país los grupos organizados en el Movimiento Antorchista se preparan como cada año para dar una muestra del trabajo organizativo de las masas, ha llegado la Espartaqueada Cultural, uno de los eventos más importantes de nuestra organización que nace en el año de 1985 en Cuautitlán Izcalli, Estado de México, cuando varios jóvenes antorchistas se encontraban en una protesta. Con ese antecedente en 1987 surgió la inquietud de ir cultivando poco a poco el arte y el deporte, fue así como se decidió la creación de la Espartaqueada, este evento cultural y deportivo que lleva por nombre así por dos razones: en honor a Espartaco, esclavo que logró a pesar de las condiciones en las que se vivía en el Imperio Romano, encabezar los esclavos para crear mejores condiciones de vida, y la segunda en honor a Esparta una de las ciudades con mayor disciplina al deporte y a la cultura en la antigua Grecia, por eso Antorcha no es una organización gestora que guía y encabeza a las masas populares, es una organización que educa al hombre en el aula en el campo y en las fábricas, somos hombres solitarios y eso es la esencia de nuestra organización, formar seres humanos sensibles e inteligentes cultos y fuertes, llenos de vida y que puedan volar como las águilas para que conozca nuevos horizontes, que tengan alas de acero y que a pesar de las fuertes tormentas y tempestades sigan volando, que sean como las joyas preciosas, que brillen como el oro y las estrellas del cielo, pero sin perder su propósito de educar y organizar al pueblo pobre de México.
Los jóvenes tamaulipecos hijos de obreros y campesinos organizados en la Federación Nacional de Estudiantes Revolucionarios "Rafael Ramírez” (FNERRR) a pesar de su situación económica realizan actividades culturales y deportivas como el fútbol, basquetbol, la danza, la poesía y el teatro para llevarle cultura a los pueblos olvidados de nuestro país donde no existen foros ni teatros lujosos como en las grandes ciudades, en esta ocasión hicieron un recorrido por los municipios de González, Tampico y Soto la Marina, lugares emblemáticos de nuestro estado para grabar el montaje de su trabajo para la Espartaqueada cultural 2021 que se realizará de forma virtual.
Visitamos el Cerro del Bernal que emerge en una planicie, su belleza ha capturado tanto la atención de los tamaulipecos que incluso forma parte de nuestro escudo Estatal, es un volcán extinto en el municipio de González su altitud es de 820 metros sobre el nivel del mar. Otro de los lugares atractivos es la Plaza de Armas en el municipio de Tampico, donde se encuentran el gran pulpo rosa, en esta plaza resalta un extravagante kiosco construido en 1945 con cantera Rosa y que muestra un estilo barroco, es conocido como el pulpo por su peculiar forma y color, alrededor de la plaza se ubica el Palacio Municipal que fue terminado en 1933, otros edificios admirables que se encuentran en el entorno es la catedral o templo de la inmaculada Concepción. No podríamos dejar de visitar las playas hermosas de Soto La Marina y Tampico, en este último vemos como se unen las aguas del río Pánuco con el Golfo de México mostrando como se mezcla las tonalidades de azul junto a los colores del cielo al atardecer, es precisamente este recorrido, la música y la fuerza del zapateo lo que impulsa a los jóvenes y esta oportunidad solo la pueden lograr el Movimiento Antorchista.
Nuestra tarea no termina aquí; por todos aquellos que no luchan nosotros seguiremos luchando y seguiremos trabajando por un mejor futuro para nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos. O sea, para las siguientes generaciones, por una sociedad fraterna, donde el ser humano tenga una vida mejor, donde la población tenga acceso a la cultura y al arte. Donde el hombre trabaje para vivir y no viva para trabajar, donde las desigualdades pasen a segundo término y los hombres sean libres.
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