En Morelos, la oferta potencial de agua potable depende de aquella proveniente del subsuelo, la cual es extraída de manantiales y pozos profundos alimentados por la infiltración vertical de los suelos.
Hoy vivimos casos caóticos, entre ellos la falta de mantenimiento a la infraestructura que provoca que cada año se pierda más agua por concepto de fugas; y como siempre las administraciones llenan sus bolsillos sin ver y analizar las necesidades que agobian a la población.
La escasez del agua es problema en todo México, alrededor de un 10 por ciento de la población no tiene acceso a agua potable, en las zonas rurales son las que tienen menos recursos económicos y nulos servicios básicos. Pero ahora ponemos ver que en la zona urbana como varias colonias de Cuernavaca la Barona, Chamilpa, Loma Bonita, Ocotera, Avenida universidad ,Licenciado Benito Juárez, Insurgentes, Veranda, La caminera, La Providencia, Chipitlan, Lázaro Cárdenas; además la red hidráulica es antigua y se encuentra en malas condiciones, perdiéndose del agua antes de llegar a su destino e incluso en las áreas en qué si llega, su calidad y cantidad resultan poco adecuadas, estando en un país al borde de la crisis del vital líquido.
El encargado del despacho de la secretara ejecutiva de la Comisión Estatal del Agua (CEAGUA), indicó que al terminó de 2022 hubo un gasto total de inversión de 153 millones 107 mil pesos, que llevan como objetivo incrementar la cobertura mediante el desarrollo de la infraestructura para los servicios de agua potable.
En los últimos años, Morelos ha enfrentado una serie de problemas estos son los municipios que se han visto afectados por el vital líquido; Cuernavaca, Cuautla, Huitzilac, Tlalnepantla, Tétela del Volcán, Hueyapan y Xoxocotla relacionados con la disponibilidad del agua: conflictos sociales en la región, así como un futuro que depende de una administración efectiva. La creciente población, urbanización y cambios climáticos ejercen presión cada vez mayor sobre los recursos hídricos de la región, lo que nos lleva a una situación crítica en varias zonas principalmente con los efectos del cambio climático que tienen una implicación si hay una disminución medida de la precipitación y de la disponibilidad natural del agua, pero el impacto mayor es generado por una mala administración del recurso que se tiene, tanto en la cuenca como en el acuífero, un uso ineficiente por parte de los diferentes usuarios.
Ciertamente, el temor de la población a que llegue un momento en que no haya as agua en el rio está bien fundada. Como hay más población aunque tenemos la misma cantidad de agua se siente menos disponibilidad, la gente lo percibe así porque se tiene que dividir, sin duda, el crecimiento de la demanda trajo una escasez sobre todo en estos tiempos.
Tenemos la mitad del año húmedo y la otra mitad está seca; y ahorita estamos en la mitad seca, esto ha aparejado una escasez que cada vez se siente más difícil, más severa así que hay algo de razón en el miedo de la gente de que algún día no pueda satisfacer sus necesidades de agua.
La necesidad del agua, la preocupación por su disponibilidad en el futuro ha dado pie a varios conflictos y disputas en los últimos años; en la región la disminución natural del recurso podría ser atendida a través de mejores infraestructuras en el suministro una cultura de ahorro y cuidado entre la ciudadanía y mejores decisiones de los encargados de los sistemas operadores de agua potable la realidad sin embargo es otra: la mayoría de ellos carece de experiencias en el rubro.
Es necesario profesionalizar el servicio público del agua porque no es posible que el 80 por ciento de los directores nombrados por el Gobierno municipal no hayan tenido ninguna experiencia en los organismos operadores, no pueden descargar una responsabilidad tal en gente incapaz. Exigimos ver a fondo este problema y que cada administración brinde soluciones, se tiene que invertir para obtener mejores servicios. El Movimiento Antorchista exige agua para el pueblo.
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