El 26 de abril dijo el presidente López Obrador "Vamos bien, porque se ha podido domar la epidemia del coronavirus SARS-CoV-2", a la mañana siguiente reiteró "lo que se sabe de México en el extranjero es que estamos domando la pandemia" y el 29 del mismo mes reiteró "se redujo el contagio; se volvió horizontal, se aplastó la curva".Tal era la visión en el terreno de la salud del jefe del ejecutivo cuando en las cifras oficiales de la Secretaría de Salud se reconocían 17,779 contagios y 1,732 muertos.Hoy, 4 de junio, a poco más de un mes de esa visión tan errada, el gobierno reporta más de 101 mil casos y reconoce 11,792.En los dos primeros días de lo que el gobierno de la cuarta denominó "nueva normalidad" se han roto los récords de casos y de fallecimientos: 3,912 nuevos enfermos y 1,092 muertos en 24 horas.¿A esto quiere el gobierno que nos acostumbremos? ¿Esta es la nueva normalidad? ¿Qué mueran por covid más de 45 mexicanos por hora? A inicios de mayo el subsecretario de salud, López Gatell decía que el pico de la pandemia estaba por llegar y que "el próximo 6 de mayo, se espera la mayor cantidad de contagios de covid-19." Pero cada semana llega un nuevo pico: el seis de mayo "el pico" fue de 1,120, para mediados de ese mes no se bajaba de dos mil diarios y ahora, en la "nueva normalidad" no baja de 3 mil diarios.El 28 de febrero, cuando se presentó el primer caso se López Obrador nos llamó a la serenidad porque "tenemos capacidad para enfrentar esta situación"; el 4 de marzo no quitaba las preocupaciones por el contagio: "lo del coronavirus SARS-CoV-2, eso de que no se puede uno abrazar… Hay que abrazarse.No pasa nada"; el 18 de ese mes nos llamó a protegernos con estampitas religiosas y conjuros mágicos, el 22 nos llamó a que no dejáramos de salir a fondas y restaurantes, porque "todavía estamos en la primera fase" y el 26 de marzo nos prometió desde el púlpito de sus conferencias volteando a ver a López Gatell para reafirmar su dicho "de acuerdo a nuestros técnicos, especialistas, científicos, el 19 de abril vamos a poder salir de la gravedad".La lista de mensajes contradictorios, irresponsables y francamente mentirosos de los dos López, Obrador y Gatell es demasiado larga y solo quise poner una muestra de ello con las citas anteriores, corroborables con la más somera de las revisiones hemerográficas.
Si así se ha conducido el gobierno federal, con tamaña irresponsabilidad ante la crisis del sistema de salud, crisis que por cierto arrancó con la desaparición del Seguro Popular, el cierre o abandono de numerosas clínicas y centros de salud rurales o populares y con el recorte presupuestal de más de 2mil 400 millones para el sector salud; si así ha sido el desparpajo con el que se nos viene mintiendo a los mexicanos por la pandemia, en lo que respecta a crisis económica y social han seguido la misma tónica.El dos de abril afirmó el presidente que la crisis "nos vino como anillo al dedo para afianzar el propósito de la transformación"; el seis espetaba "no es posible que afecte tanto una pandemia en lo económico, en lo social" para justificar la ausencia de apoyos para desempleados por el cierre de centros de trabajo, para los que se quedaron sin ingresos en la economía informal ni tampoco para las pequeñas y medianas empresas que son las que emplean a la mayoría de los trabajadores mexicanos formales.Y así como nos prometieron que para el 19 de abril íbamos a "salir de la gravedad", que nos han dicho que "no pasa nada" o que vamos requetebién, para finalmente victimizarse diciendo "Tan bien que íbamos y se nos presenta lo de la pandemia".Mientras millones y millones de mexicanos no tienen qué comer, se ven obligados a salir a ganarse el pan en medio del peligro, cuando los contagios aumentan a pesar de que el gobierno hace muy pocas pruebas (el más bajo en la OCDE y el número 150 a nivel mundial) y el INEGI reporta que 12 millones y medio de mexicanos se quedaron sin ingresos en abril por covid.El 91% de los mexicanos ha visto un impacto negativo en sus ingresos, mientras que el 58% ha visto una reducción en sus ingresos de al menos el 60%, de acuerdo con el estudio "covid-19: reinicio forzado al consumo básico" realizado por la consultora EY.
Al hacer este recuento de las mentiras que se nos repiten todos los días desde las esferas oficiales (en estudios que se han hecho sobre las frases vertidas en las conferencias mañaneras, han arrojado que más de la mitad son falsas o al menos engañosas a la par que en otro estudio se concluyó que el "77% de lo que dice López Obrador en sus conferencias sobre seguridad carece de sustento"), recordé un discurso de Fidel Castro en el que refiriéndose a las campañas del gobierno imperialista norteamericano decía: "Y uno se pregunta: ¿lo creerán?, ¿lo creerán? ¿Creerán todo lo que dicen?, o ¿tendrán necesidad de creer todo lo que dicen? o ¿no pueden vivir sin creer todo lo que dicen? ¿O dicen todo lo que no creen? Es difícil.Sería cuestión de médicos y de psicólogos".
Laurie Garrett, escritora científica ganadora del Premio Pulitzer, en un artículo puntualizó "los aspectos más cuestionables del estilo de liderazgo del presidente: su inclinación a culpar a otros por sus errores, su negativa a compartir cortésmente el escenario con otros actores, su indulgencia ciega en el interés propio y su absoluto desprecio por la ciencia".Lo dijo para Donald Trump pero se puede aplicar a la realidad nacional.Como cortadas con la misma tijera las actitudes de uno y otro.Es el momento, entonces, de que el pueblo identifique y califique por sus hechos a los que tienen el poder, de que observemos y recordemos el abandono del pueblo a su suerte, pues ni siquiera un programa emergente para a poyar la alimentación de los más pobres fue capaz de instrumentar el gobierno federal en la pandemia, y concluyamos la necesidad de unirnos en un gran frente popular, en una poderosa unidad popular que el año entrante lleve a auténticos representantes populares al Congreso de la Unión, para que sean sus voceros y defensores, mandantes del ejecutivo en representación de los ciudadanos y hagan que presidentes y gobernadores se asuman como lo que son: mandatarios, es decir encargados de representarnos en los actos jurídicos y gestiones que a su cargo correspondan.Es hora de la unidad popular.
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