Y como dijo una amistad, las tías no dejan de pelearse; sí la bronca entre Montserrat Caballero, presidenta municipal de Tijuana, y la gobernadora de Baja California, Marina del Pilar, se intensifica cada vez más, pues el pleito entre las dos morenistas parece que nunca se terminará, o por lo menos no hasta que termine su administración de cada una de ellas.
En Tijuana hemos visto cómo se manejan desde diferentes puntos de vista la política local, que, a pesar de ser de un mismo partido político, cada quien lleva agua a su molino, sin importar los daños colaterales que esto represente, y claro, estos daños siempre son más agravios a la ciudadanía, a los que trabajan todos los días y a los que las eligieron como las gobernantes, en cada uno de sus curules.
Para nadie es sorpresa que miembros de un mismo partido se den hasta para llevar, ahí están las corcholatas de la 4T., que buscan la candidatura, ahora veremos cómo se sacan todos los trapitos al sol y el pueblo podrá disfrutar de un circo nunca antes visto, porque el pleito no es contra la oposición, es contra los mimos del partido y eso es todavía más grave, porque perro no come perro, pero en morena se les ha olvidado que son perros y que existía alguna raza, aquí veremos pues el vil desperdicio de la política nacional, vergüenza para los mexicanos.
Pero en casa tenemos nosotros nuestro ejemplo y nuestro mal, aquí las dos mujeres se andan dando con todo, y pobre de la gobernadora en el sentido humano y no económico, que se anda peleando con todos, desde el tóxico de Bonilla, que así lo ha bautizado, hasta con la presidenta oaxaqueña, que se dice, desde el principio traían pleito y fue Andrés Manuel, quien, en una visita, logró que ellas se dieran algo así como el abrazo de Acatempan, pero este duró muy poco, pues luego de que se fuera el presidente, los pleitos siguieron, algunas veces con un tono más fuerte y otras involucrando a los amigos de cada una de ellas.
Sí, Marina y Montserrat no han logrado crear una política de unidad, ni creo que lo hagan en algún momento, pero tampoco han logrado hacer su trabajo como debieran, no por amistad, sino por los tijuanenses, que son los que la llevan de perder, y es que ahí vemos cómo ya se ha marcado bien clarita las alianzas con las corcholatas, una apoyando a Claudia Sheinbaum Pardo y otra a Marcelo Ebrad, aunque ninguna de las dos tengan un reconocimiento ciudadano real, ellas están anotadas en cada uno de los bandos.
El circo se hace cada vez mayor, a tal grado que sus decisiones afectan a la ciudadanía y es que vemos puentes sin terminar, vemos falta de inversión social, que los recortes por aquí, que hay problemas de dirección por este lado, que hay sanciones en contra del municipio., esta falta de coordinación da como respuesta los pocos resultados; los antorchistas conocemos de política y estamos sabidos que si no existe una política de unidad ideológica, nunca se podrá avanzar, por eso nosotros estamos vacunados contra esta desorganización, estamos conscientes de que si se quiere sacar un trabajo o una tarea adelante y dependemos muchas veces de otras personas, es necesario que todos sigamos el mismo objetivo, en Antorcha hemos dicho que somos un solo hombre y un solo ideal, así hemos venido caminando durante estos ya casi 50 años y lo seguiremos haciendo; todos, compañeros, debemos de estar atentos, conscientes y trabajar así, de manera organizada, como un solo hombre y no como la tías, que no dan una para trabajar en beneficio del pueblo trabajador.
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