De acuerdo con las estimaciones de pobreza multidimensional que elabora el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), “de 2018 a 2020, la pobreza en México pasó de 51.9 millones de personas a 55.7 millones, que representa el 43.9% de la población del país, se sabe que hay 33 millones de mexicanos sin acceso a servicios de salud; según la Encuesta en Vivienda 2020 aplicada por el Inegi, el 49.1% de las viviendas tiene deficiencias en el alumbrado público, el 51% en pavimentación, la carencia de servicios básicos impacta al 53.1% de las viviendas rurales, así como en la periferia y en la región sur del país”. Estos datos son alarmantes, pues durante la campaña de López Obrador en el 2018 en los recorridos que hizo por el país, dijo que en su periodo de gobierno esta situación cambiaría y a su vez mencionó que acabaría con la corrupción e hizo de ella su bandera para ganar la Presidencia de la República.
A 3 años de su administración vemos que la situación no ha cambiado, pues sustituyó los programas sociales por otros que no benefician a la población más vulnerable, sus proyectos importantes son la refinería de Dos Bocas, el aeropuerto Felipe Ángeles y el Tren Maya, además los datos indican que la pobreza cada vez aumenta más, su promesa de combatir la corrupción ha dejado mucho de qué hablar, empezando por sus hermanos y el caso más reciente del ex secretario de la UIF, Santiago Nieto.
Pese a estos problemas Andrés Manuel López Obrador, realizó como cada año su propuesta para el Presupuesto de Egresos de la Federación, mismo que se recauda durante un año y debe ser destinado para ayudar a la clase trabajadora del país, en dónde en lugar de destinar dichos recursos a abatir los problemas más apremiantes de la sociedad, los destina a invertir más en los programas sociales y en sus proyectos faraónicos antes mencionados, con 273 votos a favor, 214 en contra y ninguna abstención, el dictamen fue aprobado después una sesión diferida que duró más de 42 horas, sin que se atendieran las mil 994 reservas presentadas por los legisladores de oposición. El PEF 2022 se aprobó tal como lo propuso el presidente López Obrador en septiembre pasado pues no se le movió ni una sola coma.
El PEF 2022 prevé una reducción de 4 mil 913 millones de pesos al gasto del INE y un aumento de 5 mil 657 millones a programas sociales prioritarios. También considera un gasto neto total de 7.08 billones de pesos, lo que representa un incremento en términos reales de 8.6% al presupuesto aprobado para 2021. El proyecto de PEF no consideró aumentos en rubros como: protección del medio ambiente, igualdad de género, seguridad pública, fortalecimiento al campo o combate al cambio climático, mejoramiento de vivienda, acceso a la salud, infraestructura escolar, obras públicas como drenajes, pavimentaciones, aguas potables, etc, que son de vital importancia para las comunidades y colonias pobres del país; en el PEF los incrementos se concentran en la Guardia Nacional, el Tren Maya (63 mil mdp), la refinería Dos Bocas (45 mil mdp) y el aeropuerto Felipe Ángeles (11 mil mdp) así como los programas sociales: Pensiones a Adultos Mayores (238 mil mdp), apoyo a personas con discapacidad (18 mil mdp), Jóvenes Construyendo el Futuro (21 mil 196 mdp) y Sembrando Vida (29 mil 446 mdp). Aunque en teoría estos programas están destinados al combate a la pobreza no existen datos sobre los avances en estos últimos 3 años ya que han sido señalados por anomalías desde la Auditoría Superior de la Federación (ASF) o por su ineficacia en la reducción de la pobreza, según informes del Coneval.
Los cordobeses y vecinos del distrito 16, no debemos olvidar este hecho, los diputados morenistas incluyendo a la diputada Martha Rosa Morales, no cumplieron su palabra de “primero los pobres”, se quedaron cortos en la asignación del presupuesto, ahora miles de familias de la región y el país tendrán menos oportunidades de mejorar su calidad de vida, por ello nosotros no debemos de ceder a la compra de conciencias que hace el gobierno de AMLO más bien debemos organizarnos y educarnos, para lograr un gobierno en donde exista una política fiscal progresiva para que paguen más impuestos lo que más tienen y con ello se dé una reorientación del gasto público y de esta manera se atiendan las necesidades del pueblo trabajador.
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