El aumento en los precios de los alimentos básicos pone en apuros a miles de familias quintanarroenses que cada día luchan por adquirir lo indispensable para satisfaces las necesidades elementales de sus hogares porque cada día es menos lo que ganan y el valor de lo que ganan ya no les alcanza para mucho.
En contexto de la pandemia, la inflación es constante y mes a mes se nota en el aumento de precios de varias mercancías, principalmente en los alimentos como la tortilla y el tomate que son indispensables, y que son los productos básicos que tienen más incremento de su precio, al igual que ciertos insumos de primera necesidad como el gas LP.
Al respecto, para reducir el gasto y tener mayor rendimiento de sus escasos ingresos económicos miles de familias en Quintana Roo han optado por usar los denominados fogones o candela para preparar sus alimentos en lugar del gas LP, aunque esto tiene repercusiones posteriormente en la salud, aun así, son medidas de ahorro que la ciudadanía está tomando ante el aumento de dicho combustible.
Y es que esto empeora cada vez más, toda vez que el salario de los quintanarroenses no crece sino que al contrario disminuye, de tal forma que a una familia de mínimo 4 integrantes difícilmente le alcanza para satisfacer sus necesidades básicas de sustento familiar con 5 mil pesos al mes, aunque en muchos casos con eso se tienen que ajustar, o incluso con menos, aun así, según el Coneval estas personas no entran en la escala de pobreza ya que para esta categoría se deben percibir únicamente mil 745 mensuales.
Según datos del Banco de México se estimó que para este año la inflación general llegaría a un 4% anual, pero apenas en junio ya estaba en 5.88%, cosa que claramente se ve reflejada en la dificultad de abastecer la canasta alimentaria para los hogares pues ahora tiene que ser más reducida, asimismo, de acuerdo con el Centro de Análisis Multidisciplinario de la Facultad de Economía de la UNAM el precio de una canasta básica recomendada tiene un costo superior a los 1,000 pesos diarios sin tomar en cuenta los insumos energéticos para la preparación de los alimentos, que son otro gasto importante.
Por otra parte, en Quintana Roo, el insumo alimenticio en el que la mayoría de la población ha sentido un desajuste a su presupuesto es la tortilla, algo tan indispensable y básico de la dieta mexicana, en esta entidad el precio oscila desde los 19 a los 23 pesos dependiendo el municipio en el que se adquiera, aunque eventualmente el costo mayor se da en la parte norte como Benito Juárez, Solidaridad o Tulum, entre otros, donde de por si la compra de alimentos es más elevado en comparación de los municipios del centro o el sur de la entidad.
Al respecto, es de dominio general que la vida en Quintana Roo es muy cara específicamente en ciudades como Cancún, Playa del Carmen e Isla Mujeres, pero lo que ocurre actualmente pone entre la espada y la pared a los miles de quintanarroenses que ya no les alcanza para comer bien, lo que es algo difícil de asimilar debido a la actual situación donde el empleo y el salario son cada día más raquíticos.
Y es que cada día son más los trabajadores que se suman a las filas del desempleo y en consecuencia a la pobreza, pero las autoridades poco hacen por recuperar la economía estatal, por eso hace falta que se apliquen nuevas medidas para mejorar las condiciones de la gente humilde que claramente la gente necesita y falta poco para que esto se vuelva una exigencia más enérgica por miles de afectados.
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