En los días que corren, nos dimos cuenta por diferentes medios de comunicación de lo que ocurre en el país entero respecto de la inseguridad que ha ganado terreno y tal parece que las autoridades en vez de poner remedio se hacen de la vista gorda aplicando la política de oídos sordos. Quienes mas sufren por eso son los de siempre, los más pobres de este país; son ellos quienes sufren las consecuencias de las malas decisiones de un gobierno.
En Nuevo León, el rubro de inseguridad es un tema que se ha salido de control, pues en las noticias vemos que ya desapareció una persona o que ya encontraron otra muerta, que ya ejecutaron a alguien en una esquina o que hubo un asalto a mano armada en algún negocio. Estos temas se ven casi todos los días en la entidad, en los diarios.
Aunado a esto, los problemas de falta de agua, pues según el titular de la paraestatal Agua y Drenaje de Monterrey, la presa que da suministro de agua a la zona metropolitana está a días de acabarse por completo. Las protestas por agua ya se dejan ver en algunas colonias donde duran días sin agua, esto empuja a los habitantes a quejarse por las deficiencias del servicio.
La inseguridad, los problemas de suministro de agua, falta de buen servicio de salud para las clases populares, falta de apoyos para desarrollar la sociedad de mejor manera, bajos salarios que ya no alcanzan para nada, la verdad que la cosa esta fea.
Todos los problemas que nos aquejan en la actualidad son producto del sistema que nos rige en la actualidad, un sistema que prioriza la alta ganancia a costa de lo que sea, aunque a esto provoque el empobrecimiento de la mayoría. La concentración exagerada de dinero en pocas manos a dejado en el desamparo a la mayoría, con servicios deficientes como de salud, educación, vivienda digna entre otras.
¿En manos de quien estamos? Estamos en manos del sistema que nos impone quien nos gobierne, quien nos eduque y quien nos cure, a ese nivel estamos de dependencia del sistema que no busca la mejora para la humanidad sino la riqueza para unos cuantos a costa de lo que sea.
Urge la organización del pueblo para buscar una sociedad mas justa y equitativa con sentido del humanismo y el reparto de la riqueza nacional de manera equitativa. Mejores salarios, una renta nacional bien distribuida, que paguen más impuestos los que más ganan y mas empleos para todos los que están en edad de trabajar.
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