La verdad es que ya perdí la cuenta de las ocasiones en que el presidente Manuel López Obrador ha visitado la región de la Montaña, en el estado de Guerrero. Infinidad de veces lo hizo como candidato, como jefe del Ejecutivo federal, también lo sigue haciendo.
Recién acaba de amenazar en regresar en tres meses; sin embargo, la visita que hizo a Tlapa de Comonfort, en el corazón de la montaña, como se le dice aquí en Guerrero, tiene algo de particular. En esta ocasión se hizo acompañar por un buen numero de directores de los programas emblema de este sexenio, es decir, funcionarios que se han encargado de distribuir los recursos en lugares muy específicos, en zonas muy vulnerables de nuestra patria, claro que no en todas, porque nuestro país es muy grande y con muchos rezagos; estos recursos, como muchos sabemos, nunca serán suficientes para acabar con la pobreza, en cambio, han sido muy eficaces para comprar voluntades, manipular y condicionar a los beneficiarios.
El propio presidente reconoció que la primera visita que hizo a esta región fue hace 26 años, estuvo una semana recorriendo los distintos municipios, se dio cuenta con exactitud de las condiciones naturales de la región y conoció el precario nivel de vida de sus habitantes.
Muchos presidentes estuvieron en Tlapa de Comonfort, pero éste ha exagerado, muy pocos entendemos que no lo hace porque le preocupa las carencias de todo tipo que padecen los indígenas de esta región y de la costa chica, más bien se está aprovechando de esas condiciones para acarrear agua a su molino; es decir, la zona indígena representan un lugar estratégico para la obtención de votos, de ahí ese interés exagerado, no es casual que en primer campaña para la presidencia de la república arrancara precisamente en Metlatonoc, municipio que en aquel tiempo y aun ahora, porque no ha mejorado mucho, pero se le dio mucha difusión, era considerado el mas pobre de América Latina.
Ahí, en lo más intrincado de la montaña, por primera vez lanzo al país su famosa frase de “por el bien de todos, primero los pobres”, que al correr el tiempo ha quedado claro que no se refería a querer combatir la pobreza, más bien se refirió a combatir a los pobres, hacer mas pobres a los pobres.
En Tlapa repitió el mismo discurso de siempre, las mismas mentiras, las mismas criticas a sus enemigos y los mismos ataques a las organizaciones sociales. Desde luego que sabe de la presencia del Movimiento Antorchista en esa región importante del estado de Guerrero, por eso, cuando se refirió a las organizaciones, se cuidó mucho de no mencionar a la “antorcha mundial” ni a antorcha campesinos como lo hizo en dos ocasiones en la mañanera en una misma semana. Más sabe el diablo por viejo, que por diablo, es difícil creer que las organizaciones se quedaban con los recursos de los programas, cosa que desde luego no es cierto, concretamente en el caso de Antorcha no lo ha probado y ni lo podrá hacer porque lo que dice el presidente son puras mentiras, sin ninguna prueba.
La región Montaña, esta conformado por 19 municipios, con una población, en números redondos de mas de 360 mil habitantes, tres cuartas partes de la población son indígenas, mixtecos, tlapanecos, nahuas y amuzgos, una cuarta parte es mestiza; es la región del estado que registra índices muy altos de marginación y atraso económico.
Cerca del 66 por ciento de la población presenta pobreza extrema, el 72 por ciento no tiene recursos para acceder a servicios de salud y educación; el 40 por ciento de las personas mayores de quince años son analfabetas y el 85 por ciento no completó la educación básica; el 85 por ciento no posee un patrimonio propio; 2 de los 10 municipios con mayor pobreza en el país se localizan ahí.
Son en primer lugar Metlatonoc, segundo lugar Cochoapa el Grande. Como dato adicional Según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de en esta región se esta registrando un acelerado deterioro de los recursos naturales originada por la tala de los árboles sin ningún control. La principal actividad económica es la agricultura de autoconsumo basada en el cultivo de maíz y frijol. La misma fuente confirma que tanta pobreza y la falta de productividad en la agricultura de temporal, ha dado lugar a constantes movimientos de migración, principalmente estacional, hacía otras regiones del estado, del país e, incluso hacia los estados unidos.
Este panorama nos da una idea que, ni sembrando vida, ni apoyos a las madres solteras, ni becas a estudiantes de nivel básico y de bachillerato, ni dándole seis bultos de fertilizante a los productores, ni construyendo caminos artesanales, serán suficientes para acabar con la pobreza, son solo paliativos inmediatistas, pero que, para el Gobierno federal, más concretamente para López Obrador es una inversión que le redituará miles de votos para la próxima contienda electoral del 2024, pues en su discurso en tlapa lo dijo, que a como de lugar su cuarta transformación no será de seis años, ésta continuará.
Desafortunadamente a muchos ciudadanos se les dificulta comprender la política de López Obrador, que de Izquierda y de Socialista no tiene nada. Es un fiel servidos del neoliberalismo. En la región de la montaña y en todo el país, para cambiar la situación de pobreza extrema solo hay un camino, cambiar el modelo económico neoliberal por otro que sea más equitativo que elimine o disminuya, cuando menos, ese brutal abismo que hay entre los que concentran la riqueza y los que menos tiene; para ello es necesario que los pobres de esta patria nos organicemos y, por la vía legal, conquistemos el poder político de México.
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