Por Luis Miguel, López Alanís
Morelia, Mich.- "En Antorcha no repartimos huesos, repartimos trabajo", dijo Omar Carreón Abud, dirigente estatal, a los líderes de esa agrupación de todo el estado al conminarlos a entregarse a la lucha de los pobres con toda honestidad, disciplina y conciencia; lo anterior en el marco de la reunión estatal que tuvieron este fin de semana para analizar y revisar las tareas del crecimiento de la organización popular más grande de Michoacán.
Unos 300 dirigentes revisaron exhaustivamente los aciertos y las deficiencias que presentan los grupos organizados por toda la geografía michoacana y escucharon los respectivos informes de cada una de los comités seccionales que conforman su agrupación. Fueron diez regiones de las que procedieron los líderes populares que revisaron las políticas y la efectividad tanto de los responsables como de los comités seccionales.
Carreón Abud señaló a sus compañeros que la necesidad de crecer para la organización de los pobres no es cuestión de gustos, sino que surge de las realidades nacional e internacional que se están complicando, "la situación de las comunidades de pobres en México y en el mundo requiere que éstos tomen en sus manos la solución de sus problemas, porque nadie les vendrá a resolver sus asuntos".
Además, la situación no tiende a mejorar, sino a empeorar, a pesar de que cada vez se escuchan más políticos que dicen "ya estamos saliendo". Sin embargo, el líder estatal señaló que "más bien ya estamos entrando" en una situación de crisis mundial inocultable y lo único que protegerá a los pobres será su propia organización.
Como ejemplo destacó que Estados Unidos está empobreciendo a los países del mundo y sin embargo tampoco crece. Quiere en cambio, mediante el pacto llamado Tratado Transpacífico, someter y controlar aún más a los países como México que, si firma el acuerdo, prácticamente será anexionado a los Estados Unidos pues tendrá que someterse a sus dictados y a tribunales internacionales controlados por ellos.
Todo ello hace más vulnerable al trabajador y su única alternativa es estar organizado, de allí la importancia de seguir trabajando sin descanso. La fuerza del pueblo se tiene que consolidar, necesita saber que es una clase fuerte, valerosa, que tenga confianza en sí misma, como la que se tuvo Sancho Panza para gobernar su ínsula y con ello demostrar que el pueblo sí puede gobernar. Los pobres deben saber que gobernar no es tan difícil, que deben tener confianza en que sí se puede, solo requieren gente trabajadora y honrada, y nunca dejar de luchar.
Los miembros del Comité Estatal, por su parte, promovieron la necesidad de tener una visión estratégica para desarrollar la organización de los pobres de una manera progresista, totalmente legal, civilizada y pacífica, defendiendo el Estado de Derecho.
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