“Como la esclavitud y el apartheid, la pobreza no es natural. Es creada por el hombre y puede superarse y erradicarse mediante acciones de los seres humanos…”. N. Mandela
Recién se publicó el informe 2022 del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) que documenta que en los dos primeros años del Gobierno de la Cuarta Transformación, de Andrés Manuel López Obrador, la pobreza creció, al igual que la desigualdad en el ejercicio del gasto social.
En efecto, según los datos del informe, en 2018, al menos 51.9 millones de personas vivían en pobreza y para 2020 la cifra subió a 55.7 millones; es decir, otros 3.8 millones de mexicanos se convirtieron en pobres en estos dos primeros años de la 4T, en porcentaje, la pobreza creció entre de 41.9 a 43.9 por ciento. La pobreza extrema fue la que más creció, al pasar de siete por ciento (8.7 millones de personas), en 2018, a 8.5 por ciento (10.8 millones de personas), en 2020.
Aumentaron los pobres y se hicieron más pobres. En comparación, en 2018, el porcentaje de personas no pobres y no vulnerables era del 23.7 de la población, para 2020 decreció a 23.5 por ciento. Los ricos son cada vez menos, pero más ricos.
El informe, por supuesto, no explica los motivos ni mecanismos por los que creció la pobreza, pero el Secretario Ejecutivo del Coneval, José Nabor Cruz, detalló la parte que puede analizar esa institución: la aplicación de las políticas de desarrollo social, es decir, lo que hace el gobierno con el gasto de nuestro dinero para combatir (o no) a la pobreza, los siguientes puntos principales:
Hasta ahora, los programas sociales federales, estatales y municipales no han logrado disminuir los indicadores de pobreza en el país.
En 2021, el 58% de los programas sociales estatales y municipales carecían de reglamentos con propuestas de indicadores, de monitoreo, seguimiento y resultados para evaluar sus avances.
“El incremento en los niveles de pobreza, se contextualiza claramente por la pandemia” y “sin los programas sociales, la pobreza habría aumentado en mayor proporción”, pero será en agosto de 2023 cuando se confirme si los programas sociales han sido efectivos en un contexto sin pandemia.
Los programas sociales entre 2018 y 2020 no se focalizaron; por lo que, el porcentaje de personas más pobres que reciben programas sociales bajó de 20.9 a 13.3 por ciento, mientras que el reparto creció entre los más ricos de 1.7 a 5.7 por ciento.
Es decir, que, en sus dos primeros años, el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador redujo los apoyos sociales a los más pobres, en un 36 por ciento, mientras que incrementó, en un 235 por ciento, el gasto destinado a los más ricos.
Estos datos contundentes, dicen que las famosas promesas que hizo de combatir la desigualdad y de que su gobierno atendería primero a los pobres, resultaron ser lo contrario; fue un engaño perverso o un fracaso inobjetable.
Desde un inicio, la organización en la cual milito, el Movimiento Antorchista Nacional, se pronunció claramente en palabras de nuestro dirigente nacional Aquiles Córdova Morán, acerca de las promesas del entonces candidato y advirtió desde entonces que este sería el resultado, no porque seamos adivinos, sino porque las explicaciones que esgrimía López Obrador a la sazón, se caracterizaban por dos principales características: un diagnóstico certero acerca del problema de la pobreza, y un análisis erróneo sobre sus causas, que lo llevaría, inevitablemente, a incumplir o a fracasar en sus promesas, que es lo que ahora estamos viendo, como lo demuestra el informe del Coneval.
Destacaré que, también desde el principio, se dijo que la pobreza no es culpa de AMLO, sino del sistema económico que está estructurado, precisamente, para ser un eficaz instrumento para concentrar la riqueza y fabricar ricos, que eso solo es posible fabricando al mismo tiempo millones de pobres, pues lo que hace el capitalismo es transferir la riqueza que crea el trabajo de manos de quienes la crean, dejándolos con lo necesario para apenas sobrevivir, a manos de unos cuantos ricachones, dueños de los medios de producción, y que si realmente se quería acabar con la pobreza se debía proponer acabar con ese sistema y sustituirlo por otro más humano que si distribuya la riqueza de manera más equitativa.
En esa tarea, dijimos, mientras no es posible cambiar el sistema, el gobierno tiene instrumentos eficaces para obligar al actual sistema a repartir la riqueza de manera un poco más justa, que eso no solo es posible, sino que propusimos mecanismo para ello, en los cuatro ejes que plantea el Movimiento Antorchista Nacional, de los que ya hemos hablado y hoy solo menciono: trabajo para todos, salarios remuneradores, política fiscal progresiva y gasto social orientado hacia los más pobres.
Esto solo lo puede implementar el gobierno porque tiene los instrumentos para implementarlo, dijimos, y opusimos este análisis a las propuestas erróneas de AMLO. El gasto social es solo uno de los cuatro ejes, de los otros tres no dice nada el informe del Coneval, pero ya hemos señalado, reiteradamente, que en esos tres ejes el gobierno lopezobradorista no hace ni propone absolutamente nada y nada es lo que va a lograr. El tiempo nos da la razón.
Ahora podemos completar la frase célebre del gran Nelson Mandela y agregar: ¿de qué modo los hombres crean la pobreza?, ¿quiénes y cómo pueden erradicarla?; la pobreza la crea el capitalismo, que es un sistema que sirve a los intereses de las clases poderosas, beneficiarias y defensoras del mismo.
Y la puede combatir hasta erradicar la otra parte de la humanidad, las clases explotadas, las clases trabajadoras, destruyendo el sistema capitalista y construyendo uno nuevo sobre sus ruinas. Y mientras eso es posible, lo puede hacer ese mismo pueblo con los instrumentos del poder del estado aplicando los cuatro ejes que propone Antorcha. Para eso se deben conjuntar dos elementos: la clase trabajadores y el poder del estado; es decir, el pueblo debe organizarse y convertirse en poder político sólido y eficaz para acceder al gobierno y usarlo como instrumento para combatir de manera eficaz a la pobreza; el pueblo organizado y en el poder es el Titán que acabará con la pobreza.
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