* Emotivos discursos de Aquiles Córdova y Maricela Serrano resonaron en los corazones de los presentes en el aniversario de las colonias antorchistas
Texcoco, Edo. de Méx. El sol apenas despuntaba en el horizonte cuando las calles de las colonias El Tejolote y Melchor Ocampo, ubicadas en el municipio de Ixtapaluca, comenzaban a cobrar vida. Desde temprano, sus habitantes, envueltos en cánticos y consignas, ondeando banderas y vistiendo los colores de Antorcha, se congregaban para celebrar un aniversario especial, un momento de unidad y solidaridad que trascendía el tiempo.
María García, residente de El Tejolote, presumió ser “orgullosamente antorchista”, y dijo:
“Hoy recordamos de dónde venimos y hacia dónde vamos como comunidad. Este aniversario es un recordatorio de que juntos somos más fuertes y que nuestro futuro depende de nuestra unidad y solidaridad. Seguiremos trabajando unidos y organizados”.
Una tarde de abril de 1986, en un cerro inhóspito, con mucha tierra, pocos árboles, sin agua, sin drenaje y sin alumbrado público, llegó una estudiante de preparatoria con una misión: transformar la vida de mexicanos en situación vulnerable.
Poco a poco, unidos y organizados, el llamado Cerro del Tejolote empezó a transformarse en lo que es hoy: una colonia popular modelo, que ofrece a sus habitantes, y también a sus visitantes, un lugar amable para vivir, con todas las comodidades de la vida moderna. De eso pasaron ya 38 años y la gente, orgullosa, estaba lista para celebrar.
Los aromas tentadores de la comida callejera pronto llenaron el aire: puestos de tamales y atole, tacos de canasta, la frescura de las frutas y jugos y la dulzura de los churros; todo se desplegaba sobre las aceras, mientras la gente hacía sus pedidos con una mezcla de ansias y alegría.
Sobre la acera también se ofrecían carritos de carreras, muñecos de acción de superhéroes y peluches multicolores. Don Carlos, paciente, esperaba vender algo para salir del paso. El inclemente sol no era rival para el espíritu festivo que inundaba cada rincón.
Más de una decena de bardas gritan las consignas: “Luchando juntos, luchando siempre” y “Hasta la victoria, ¡siempre!”. En muchísimas casas y locales se ven lonas que presumen “Yo estoy con Antorcha Ixtapaluca”.
Las banderas blancas y rojas desfilaban hacia el complejo deportivo La Antorcha, sede del evento. La fiesta del antorchismo empezaba bien.
En un video se recogieron testimonios de vecinos fundadores de estas colonias quienes recordaron su andar de más de tres décadas junto con Antorcha y lo que han logrado con base en la lucha organizada del Movimiento Antorchista y que emocionó a los presentes.
Entre charlas animadas y risas contagiosas, los habitantes de estas colonias e invitados disfrutaron del tradicional evento cultural que acompaña cada fiesta de Antorcha. Se escuchó al coro monumental del Estado de México, a los grupos culturales mexiquenses y nacionales, así como a cantantes que hicieron las delicias de los asistentes.
Maricela Serrano, dirigente histórica del antorchismo en Ixtapaluca, tomó la palabra seguida del maestro Aquiles Córdova, secretario general del Movimiento Antorchista Nacional, y en emotivos discursos, que resonaron en los corazones de todos los presentes, hablaron de la importancia de la solidaridad y el compromiso comunitario, recordando los desafíos superados y mirando con esperanza hacia un futuro aún más prometedor.
Al finalizar las palabras inspiradoras de Serrano Hernández y Córdova Morán, se selló un compromiso renovado entre vecinos y líderes, un pacto de seguir trabajando juntos, de seguir construyendo sobre los cimientos de la unidad y la colaboración. Las manos se estrecharon, las sonrisas se multiplicaron y el espíritu de El Tejolote y Melchor Ocampo se elevó aún más alto, como un faro de esperanza y determinación en medio de un mundo en constante cambio.
“Es emocionante ver cómo cada año nos reunimos para celebrar nuestra historia y reafirmar nuestro compromiso con el progreso de nuestras colonias. Hoy más que nunca, siento orgullo de ser parte de esta comunidad”, comentó emocionado Juan Pérez, habitante de la colonia Melchor Ocampo.
Así, entre cantos, sabores y abrazos, la celebración del aniversario de estas colonias concluyó, dejando en su estela un mensaje claro y poderoso: cuando nos unimos, no hay límites para lo que podemos lograr, unidos y organizados.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario