Desde hace poco más de un mes, el Movimiento Antorchista de Hidalgo y todo el antorchismo nacional ha denunciado el injusto encarcelamiento de Domingo Ortega Butrón, detenido por manifestarse junto con cientos de hidalguenses por la falta de servicios básico que el gobierno actual en el estado no ha garantizado a la población de las diferentes zonas de la geografía local han acudido ante las oficinas y funcionarios solicitando agua potable, introducción de energía eléctrica, mejoramiento de caminos y carreteras, generación de empleo y bien remunerado, por mencionar algunas, a esto se suma la solicitud de los estudiantes y maestros ante las adversas condiciones en las que se trabaja.
Estamos en pleno siglo XXI, época en la que los políticos, para llegar al poder, actúan como en los viejos tiempos, prometiendo el cielo y las estrellas al pueblo, pero las cosas en el pueblo no han cambiado, no ha valido la pena el cambio de colores en el gobierno, se siguen cometiendo arbitrariedades y se sigue violando la Carta Magna pasando por alto todos los derechos de los mexicanos. También se priva al pueblo de libertad y la justicia.
Al momento de escribir este pequeño artículo, Domingo Ortega Butrón sigue preso, de manera injusta, y a quienes lo tienen aprehendido no les ha importado que sea inocente y que violen sus derechos, que se le esté negando su libertad y que con ello se refleje la injusticia que impera en Hidalgo hacia el pueblo trabajador.
Los nayaritas y los mexicanos, antorchistas o no, cualquiera que sea la organización o el partido político con quien simpaticemos, debemos exigir que haya libertad para Domingo, que es un mexicano como cualquiera de nosotros, que su único pecado ha sido exigir justicia para su familia y para su pueblo, eso no es delito y es nuestro derecho.
Los mexicanos exigimos que se libere a Domingo Ortega Butrón, exigimos que se le haga justicia al pueblo, comenzando por el pueblo hidalguense al que le hace falta una verdadera atención del gobierno y una verdadera solución a sus problemas sociales.
Nuestro compañero Domingo debe saber que no está solo, que por todo el país hay cientos de miles de sus hermanos antorchistas que seguiremos luchando hasta lograr su libertad.
Invito a todo el pueblo de Nayarit a sumarse a esta exigencia, recordemos la frase famosa: “Hoy por mí, mañana por ti”, y quizás en un futuro lo podríamos necesitar.
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