A lo largo de la historia se ha demostrado que los verdaderos cambios sociales se logran con la unidad del pueblo y sería un grave error no entenderlo así y creer que con el actuar de un sólo hombre o unos pocos hombres, por muy ejemplares que estos sean o pretendan ser, podrá solucionarse los problemas que tenemos la inmensa mayoría.
Ante los graves problemas que enfrentamos los mexicanos en estos momentos, me refiero en primer lugar al aumento de contagios y muertes derivados de la nula actuación del gobierno ante la pandemia (que en los hechos están implementado, aunque no lo reconozcan abiertamente, la inmunidad de rebaño, que quiere decir que se mueran quienes se tengan que morir), el presidente Andrés Manuel López Obrador no se inmutan cuando contamos ya con 117 mil 876 muertos y un millón 313 mil 675 contagiados y lo más novedoso que se le ocurre es dictar 10 recomendaciones para los días que vienen, recomendaciones que más parecen invitación a salir a la calle y a gastar dinero que para controlar la pandemia.
En segundo lugar, y no por eso menos importante, es que la situación económica de los mexicanos es cada día más difícil. El terrible incremento de desempleados a pesar los pocos empleos "generados últimamente”; nuestro salario mínimo es de los cinco más bajos de América Latina y el incremento que se plantea es de 4 a 12 pesos diarios, cantidad totalmente insuficiente, pues no alcanza ni para un cubre bocas. Millones de mexicanos que aún conservan el empleo no alcanzan a adquirir la canasta básica. La pandemia destruyó muchos miles de micro, pequeñas y medianas empresas y mientras la economía mundial caerá el 4.2 por ciento, los mexicanos caeremos un 9.2 aproximadamente, según datos recientes.
En tercer lugar, la educación en nuestro país nunca ha sido de punta, pero con el mecanismo implementado por el gobierno federal a raíz de la pandemia, nuestros niños y jóvenes habrán perdido un año de su vida útil, ya que han aprendido muy poco o nada al estar frente al televisor sin alguien que los acompañe en sus conocimientos, les resuelva las dudas y cree los hábitos de estudio necesarios, es una pequeñísima minoría los que han tenido acceso a internet y tenido más facilidades, pero tampoco hay garantía de los conocimientos adquiridos.
Ante esta crisis económica, de salud, educativa y más, que por obvio de tiempo no me detengo a enumerar, debemos volver los ojos a la historia no sólo de nuestro país sino del mundo entero y darnos cuenta que en otros momentos, cuando el pueblo ha sentido esa enorme insatisfacción de sus derechos elementales ha encontrado en su unidad y organización la solución a los grandes problemas.
Es bueno que recordemos y tengamos siempre presente que sólo la unidad logrará la fuerza necesaria para cambiar nuestra situación. Hoy en México sólo nos queda esa salida… actuar como uno sólo hombre, a todos los que hemos sido afectados directa o indirectamente por las políticas equivocadas de Morena, les hago el llamado a organizarnos y hacer un frente común para que en las elecciones del próximo año no nos dejemos engañar por candidatos que predican el bienestar del pueblo trabajador y una vez que han llegado al puesto público se olvidan de las apremiantes carencias que sufre la inmensa mayoría.
Si no queremos ver cómo se mueren como moscas nuestros compatriotas por falta de atención médica antes de ser nosotros las víctimas, si queremos tener empleo con salario digno que alcance para dar de comer a nuestras familias, si nos interesa el futuro de nuestros hijos y su educación; en nuestras manos está la solución, lo repito, organizarnos y hacer un frente común con un proyecto de nación que contemple a todos los estratos de nuestra sociedad y que logre un país rico y equitativo con un alto nivel de desarrollo humano del que podamos sentirnos orgullosos. Este derecho a la organización está consagrado en nuestra Constitución, sólo falta que nosotros queramos ponerlo en práctica. Ante la crisis que estamos padeciendo sería un error no hacerlo.
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