Los antorchistas nos hemos echado a cuestas la tarea de construir una organización popular de carácter nacional que no se limita a resolver problemas cotidianos, cambios inmediatos, tenemos un proyecto político, que tiene como meta mejorar sustancialmente la vida de la clase trabajadora y que no se puede lograr sino transformando las estructuras económicas, políticas y sociales.
Nos debe quedar claro que luchar por nuestras demandas inmediatas como drenaje, agua potable, electricidad, también implica, prepararnos para las luchas históricas, que consiste en cambiar el sistema económico injusto, que solo favorece a los grandes capitalistas.
La lucha organizada no tiene otro objetivo que conseguir una vida digna para las familias proletarias, donde puedan disfrutar de los bienes creados por los mismos trabajadores, esto es, que la riqueza se distribuya de manera más equitativa.
Por lo que la tarea fundamental es de organización, de educación y de concientización, para que las masas trabajadoras tengan una guía concreta de acción, pero esta tarea por su magnitud y grado de dificultad, nadie hasta ahorita se había planteado seriamente en llevar a cabo.
Para que esta titánica labor se pueda llevar a cabo, se requiere de la participación de líderes responsables, decididos, con la habilidad práctica para resolver los problemas que se le presenten, entregarse en cuerpo y alma a la realización de esta tarea. Si se hacen bien las cosas y sin claudicar, los objetivos a largo plazo pronto se alcanzarán.
La situación económica y social se ha deteriorado significativamente en los últimos años, ha aumentado la pobreza a secas y la pobreza extrema, la canasta básica es un lujo para muchos mexicanos, los servicios de salud carecen de los elemental, prácticamente desaparecieron los apoyo al campo, la educación sigue en el abandono, en las zonas más alejadas de los centros urbanos hacen falta profesores y el clima de inseguridad y violencia campean por todo el territorio nacional, tanto el discurso oficial como sus acciones demuestran que no está en sus planes darle un rumbo diferente al país.
Se están dando las condiciones para un descontento generalizado, la endeble estabilidad social, no se puede sostener por mucho tiempo. Mientras la economía no crezca y el gobierno sea incapaz de proporcionar lo más elemental como trabajo, vivienda, salud, recreo y educación, debemos estar preparados para dirigir ese descontento, para exigir una nueva sociedad más justa y que la riqueza se distribuya más equitativamente.
Por esas razones, es indispensable que redoblemos la tarea de organizar, educar y hacer luchar al pueblo para que se defienda y que sus mejores dirigentes, hombres y mujeres, encabecen y le den el rumbo correcto a la lucha.
Por lo que se necesita gente preparada para enfrentar con valentía cualquier obstáculo sin quebrarse y eso solo se logra estudiando, para tener la seguridad de lo justo y necesario de los ideales, y poder defenderse de los ataques, responder con argumentos adquiridos en el estudio de las teorías científicas y sociales.
Somos la única organización que insiste en toda ocasión que el pueblo debe estudiar, dicha insistencia en el estudio es para entender a fondo la tarea histórica, y soportar todas las dificultades y problemas que implica encabezar a la clase trabajadora.
El Movimiento Antorchista invita a los ciudadanos a que se incorporen, desde obreros, amas de casa, comerciantes, taxistas, albañiles, campesinos, jornaleros, profesores y estudiantes a encabezar a las masas populares, para alcanzar la verdadera transformación de México, cambiar la estructura política, social y económica para ponerla al servicio de las masas populares.
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