De acuerdo con cifras de la Coesvi (Comisión Estatal de Vivienda, suelo e Infraestructura de Chihuahua) hay más de 20 mil casas abandonadas en el estado de Chihuahua, mientras existen más de 70 mil solicitudes de familias que piden al estado un terreno o buscar la forma de ocupar algunas de las casas que se encuentran en el total olvido, y sólo sirven para el resguardo de delincuentes locales que, al verlas vacías y sin un aparente dueño, las usan como guaridas “picaderos”, donde se comete todo tipo de delitos.
El Infonavit afirma que el problema de las viviendas abandonadas es algo que a ellos no les compete, ya que las casas fueron adquiridas por trabajadores que cotizan, y que la situación del abandono se pude dar por varias razones, una de ellas es la inseguridad de la zona. De acuerdo con el Estudio Diagnóstico del Derecho a la Vivienda Digna y Decorosa 2018, hasta 2017 más de 345 mil personas “tuvieron que desplazarse de manera forzada en el interior del país debido a la violencia o a conflictos territoriales”.
Con base en datos del Coneval (Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social), son más de 5 millones de casas abandonadas en todo el territorio nacional, además de ser un fenómeno que se agudiza todos los días, acentuándose esta problemática en la zona fronteriza.
En la periferia del municipio de Chihuahua, decenas de familias ocupan desde hace más de diez años alguna de las casas abandonadas, debido a que no cuentan con un patrimonio propio y en esas zonas abundan las casas abandonadas, la mayoría vandalizadas, pero la alta demanda de una vivienda obliga a las familias a ocuparlas para resguardarse.
La Coesvi, ante este panorama señala que la gran mayoría de las casas abandonadas que hay en el estado son propiedad del Gobierno Federal, particularmente de Infonavit, por lo que la dependencia estatal prácticamente se lava las manos, pero no por cerrar los ojos el problema se acaba, es más se complica, ya que todos los días llegan familias a vivir a la zona periférica.
Es necesario un plan nacional donde intervenga la federación, los gobiernos estatales y municipales, que contemple el rescate de viviendas.
Según el Atlas del Abandono del Inegi, en su versión más reciente, el fenómeno de las viviendas urbanas deshabitadas o abandonadas en los nuevos desarrollos habitacionales de interés social, “es una manifestación de la distorsión del mercado inmobiliario, pero también de la incapacidad de los gobiernos locales de controlar o encauzar correctamente el desarrollo sólo corresponde con la demanda en términos cuantitativos, sino que en muchos de los casos no ofrece las cualidades habitacionales mínimas que la población requiere”.
El problema de las viviendas abandonadas es real y, según las declaraciones de los funcionarios, no se sabe con certeza qué pasará con cada una de ellas. Los funcionarios en turno solo se pasan la pelotita sin dar una solución real.
Es necesario un plan nacional donde intervenga la federación, los gobiernos estatales y municipales, que contemple el rescate de las viviendas en esta situación y se les entregue a familias que en verdad las necesiten, para ello es necesario acabar con la burocracia, que en muchas ocasiones solo es una piedra en el camino y evita avanzar.
Por nuestra parte, seguiremos luchando día con día, como le hemos hecho desde hace más de 49 años, para que se haga valer el artículo cuarto de nuestra constitución, el cual manifiesta que el gobierno se ve obligado a dotar de vivienda segura y digna a todos los mexicanos, para que así, todas las familias, no sólo de Chihuahua, si no del país entero, tengan una vivienda digna, como lo merecen, pero en caso de que la petición por esa vivienda digna y segura siga encontrando oídos sordos, el pueblo deber organizarse y luchar hombro con hombro para lograr el patrimonio de su familia.
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