Desde hace semanas, el Gobierno estatal que primera vez encabeza Morena en Colima ha estado en tela de juicio ante la opinión pública, pues contrario a la ideología que ha predicado el morenismo, desde tiempos electorales y desde la creación de dicho partido político liderado por Andrés Manuel López Obrador, los funcionarios de la 4T parecen tener amnesia y se olvidaron del cambio que tanto prometieron.
La opinión pública colimense está en un constante debate, pues hay quienes defienden, a capa y espada, a la gobernadora Indira Vizcaíno Silva, así como a los funcionarios de Morena. Es que cuando sucede algún acontecimiento que deja mal parado a la fuerza política que actualmente predomina en Colima, el tema es tratado de manera sutil o en el peor de los casos, ni hacen mención de ello.
Por otro lado, están los que manejan el tema con mayor profundidad; usan la crítica para cuestionar las decisiones tomadas, que en la mayoría de las veces no benefician a los más necesitados de nuestra sociedad y, exponen las problemáticas o sacan a la luz maniobras turbias hechas por las autoridades.
En ese contexto, el papel que tiene el periodismo crítico ha tomado mayor relevancia, ya que este da las herramientas necesarias para contar historias que visibilicen alguna situación que fue ocultada a la sociedad en general. También te permite comprender quién es él o los protagonistas de la historia y así desmenuzar el fenómeno hasta dar con las verdades.
Pero, sobre todo, incita a la sociedad a crear sus conclusiones con base en la información que se da a conocer a través de los medios de comunicación. Lo cual pone en riesgo el sueño guajiro de muchos gobernantes, y las cortinas de humo que elaboran para engañar al pueblo cuando realizan acciones que solo beneficia a unos cuantos, se van diluyendo.
Precisamente ese tipo de periodismo es el que causa dolores de cabeza al actual presidente de México, Andres Manuel López Obrador, porque ha evidenciado el deficiente desempeño que ha tenido con ese cargo y cuestiona las decisiones que este toma, supuestamente, pensando en los mexicanos, ¿Pero de cuáles mexicanos hablará? Seguramente, a los que están en la cúpula del poder, eso que duermen tranquilos porque no tienen preocupación alguna, porque conforme pasa el tiempo sus bolsillos se van llenando de dinero.
Posiblemente se pregunte el por qué hablé de lo anterior. Bueno, hace unos días, para ser más exacto, el pasado 19 de julio, en el portal de AFMEDIOS se publicó un reporte que mencionaba un pequeño aumento que va del 25 hasta el 63 por ciento en los sueldos de los funcionarios de primer nivel del Gobierno estatal.
El trabajo periodístico antes mencionado proporciona información detallada sobre los sueldazos que ahora recibían: “De acuerdo con los documentos en poder de Afmedios el salario de los 20 cargos de primer nivel del gobierno del estado tenían un presupuesto hasta la primera quincena de abril de 1 millón 155 mil 992.28 pesos. Pero para el siguiente mes -marzo- el presupuesto de nómina pasó a 1 millón 652 mil 822.60 pesos, es decir sufrió un incremento del 43 por ciento correspondiente a 496 mil 830.32 pesos”.
En la publicación se puede leer que la gobernadora del estado pasó de tener un sueldo de 96 mil 374.04 pesos a 131 mil 511.28 pesos, es decir que aumentó 36 por ciento su salario. Así es, es la misma que no se cansaba decir que su administración tendría la austeridad como su bandera; la misma que en junio pasado dijo que aún no se tiene un equilibrio financiero, pero que había avances. La que decía que en su gobierno se gastaría menos en políticos y más en las necesidades de la ciudadanía.
Pero poco les duró el gusto, porque a raíz de la publicación que en este trabajo he citado, el descontento y la presión social aumentó; era de esperarse, pues fueron traicionados por quienes dijeron que no engañarían al pueblo como lo hicieron los gobiernos priistas. Una raya más al tigre, total qué más da.
Tan solo tres días después, es decir el 22 de julio, Vizcaíno Silva salió a decir que el aumento del sueldo fue un error y que regresaría el dinero que había percibido con ello. Por supuesto, y como es toda una costumbre; mientras la situación estaba color hormiga, ni uno de los fieles allegados a ella dijo nada. Fue después de las declaraciones de la gobernadora, que todos ellos salieron a felicitarla y decir que ellos ( Morena) no son como los demás.
¿En serio? qué hubiera pasado si dicha investigación no se hubiera publicado, si no hubieran sido expuestos de esa manera; sus argumentos lejos de tranquilizar a la población, solo demostraron que de transparencia no tienen nada. Que terminaron siendo igual o peor que los gobiernos anteriores, que a tan solo ocho meses han demostrado que en Palacio de Gobierno se cambió de colores pero no de las viejas costumbres de beneficiarse a ellos mismos.
Una vez más, queda demostrado que el periodismo crítico seguirá siendo un contrapeso para el poder político y que por más que se intente desprestigiar como lo ha hecho el presidente de México, o apaguen las plumas como se ha hecho a nivel nacional por el simple hecho de hacer su trabajo, este seguirá siendo importante dentro de la sociedad porque permite el debate público y fortalece el derecho a la información y la libertad de expresión.
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