Cuando hablamos de teatro, nos referimos a una de las más antiguas artes conocidas por la humanidad, que consiste en la representación, frente a los espectadores, de historias actuadas en las que se combina el discurso, gestualidad, escenografía y música. Al mismo tiempo, se emplea el término teatro como un sinónimo común de la dramaturgia, esto es, la escritura de obras pensadas para ser representadas en un teatro, o sea la composición de obras teatrales, en este caso nos referimos a un género literario, heredero de los antiguos géneros de la tragedia y la comedia.
La palabra teatro, es un término que procede del griego theatrón, que en español significa "lugar o sitio para la contemplación". El teatro, es uno de los componentes de las artes escénicas que está vinculado con la actuación, en su desarrollo intervienen actores que reproducen una historia ante el público mediante la palabra, el canto, gestualidad, música, escenografía y sonidos, asimismo, también se utiliza la denominación o concepto de teatro para referirse al género literario que abarca las obras y textos escritos para ser representados ante unos espectadores en vivo o mediante una grabación. El teatro es una representación de un fenómeno o historias realizadas por actores en vivo para un público presente, por tanto, durante el tiempo en que transcurre la representación teatral, los actores y espectadores comparten un mismo espacio, así como una serie de acuerdos no expresados que les permite crear un mundo ficticio y creer en él.
El origen del teatro, o algo parecido, se encuentra en las ceremonias y rituales primitivos relacionadas con la caza, del mismo modo, tras la recolecta de la cosecha se realizaban ritos de agradecimiento con música, cantos y danza, de igual manera eran utilizado con la esperanza de combatir enfermedades, invocación de la lluvia o pedir la victoria en la guerra, por lo tanto, surgió en distintas culturas a la vez, existiendo así un teatro indio (brahmánico), un teatro chino, teatro de la antigüedad griega y a este se le considera como el iniciador de la tradición teatral y literaria en occidente.
El teatro se originó cuando en los rituales mencionados el narrador asumió una personalidad que no era la propia para crear temporalmente una nueva realidad, mientras los demás participantes del ritual se convertían en espectadores que aceptaban esa realidad. Gran parte de esos rituales, se convirtieron en verdaderos espectáculos en los que se expresaban espiritualidad y se rendía devoción y culto a los dioses. Este tipo de manifestación litúrgica o sagrada es un elemento fundamental para el nacimiento del teatro en todas las civilizaciones.
Hace miles de años en Mesopotamia y África existían poblados y tribus que tenían un gran sentido de la mímica, sonidos y ritmo, tenían la facilidad de imitar a los animales y contar grandes historias sobre sus cacerías. En las noches, alrededor de una fogata, se explicaban increíbles historias que poco a poco fueron acompañadas de cierta música con tambores, canciones y disfraces. Algo similar sucedió con las celebraciones religiosas, que conforme transcurre el tiempo se convirtieron en espectáculos.
La antigüedad clásica presenció el inicio del teatro en Occidente y su incorporación al imaginario del Imperio Romano, tras la absorción de la cultura helénica por los latinos. Inicialmente los romanos acompañaban la representación con música y danza, tal y como lo hacían los griegos pero posteriormente se fueron centrando casi exclusivamente en la palabra. Tras la caída del Imperio Romano, el teatro fue heredado por el Medioevo cristiano, asociado a la cultura popular, pero luego se acopló al pensamiento teocrático que dominó Europa durante 15 siglos.
Dado que la iglesia lo empleaba como mecanismo de evangelización, se representaban los misterios y pasiones cristianos, contando con subvención eclesiástica. Las variantes no religiosas eran llamadas teatro profano y en ambos casos se recitaban primero en latín y posteriormente en lenguas vernáculas.
Con el paso del teocentrismo al antropocentrismo en el Renacimiento, el teatro cobró gran importancia como forma expresiva y como otras formas del arte este retomó la tradición clásica abandonada durante el medioevo. En los siguientes siglos florecieron los grandes géneros y autores del teatro europeo.
El teatro, desde su nacimiento, es una expresión popular, un arte que nace de la entraña del pueblo. A lo largo de la historia del teatro se ve cómo ésta es una de las artes que siempre ha querido, entendido y apreciado más el pueblo que la clase culta, esto es algo histórico, no casual y que se explica por la historia del teatro y por el nacimiento mismo del teatro. Al teatro griego asistía prácticamente toda la ciudad, era un espectáculo popular, donde asistían las grandes masas, lo más importante de esto es que la piezas teatrales que se representaban, que aunque trataban temas mitológicos, en el fondo siempre trataban asuntos políticos de la época.
La tragedia, es la primera manifestación del teatro y que se asienta en Grecia en el momento en que empieza a perder el poder la aristocracia y ya se han desarrollado nuevas clases sociales: comerciantes y artesanos. Desde entonces, el teatro era un arma política que se empleaba para darle a la gente mensajes políticos y para que la clase dominante difundiera entre el pueblo las ideas fundamentales que le permitieran conservar el poder. Después de la tragedia viene la comedia, que a diferencia de aquella, es un drama donde los asuntos se tratan de una manera humorística, burlona, alegre, pero que no por ello deja de tratar asuntos serios y la comedia era mucho más política que la tragedia.
El teatro es un arte popular porque nació de la entraña del pueblo y porque asistía el pueblo a verlo, además de entenderlo mejor que otra manifestación artística. A partir de los griegos, todas las clases poderosas se han apropiado del teatro y es una de las artes que ha estado más sometida a los proyectos oficiales de cultura. En nuestra época, es claro que las instituciones oficiales tienen sus programas en el teatro para que a través de él se difundan las ideas de la clase dominante. El teatro debe dejar de ser un vehículo educador en manos de la clase poderosa y debe convertirse en el vehículo educador de la clase proletaria, debe estar al servicio de la educación del pueblo.
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