Nicolás Romero, México.- La inequitativa distribución de la riqueza social en nuestro país ha impulsado el aumento de la pobreza y la mala alimentación de los mexicanos, que a su vez sufren de rezago educativo, violencia familiar y desempleo; males que ha evidenciado la pandemia de Covid a dos años de su impacto en México, indicó el dirigente del Movimiento Antorchista en el noroeste mexiquense, Héctor Javier Álvarez Ortiz, al señalar que para remediar la brecha de desigualdad social entre ricos y pobres, el pueblo de México se debe unir y organizar para cambiar el sistema económico.
La Cepal, el Banco Mundial y la Organización Internacional del Trabajo -dijo-recientemente coincidieron en que la desigualdad, al crecer más en este periodo, afecta principalmente a mujeres, niños y niñas, adolescentes y trabajadores informales y que incluso ha provocado que miles de familias que pertenecían a la clase media hoy al no contar con trabajo y a la inflación que en el mes de febrero llegó al 7.2 por ciento, hoy se encuentran en pobreza.
Así la inequitativa distribución de la riqueza social no sólo afecta a los pobres haciéndolos más pobres, sino que ahora de acuerdo a datos del INEGI, de 53.5 millones de personas que pertenecían a la clase media en el 2018, ahora en el 2020 solamente la conforman 47.2 millones. Entre tanto la clase baja, es decir los que viven en pobreza de 69.9 millones pasó a 78.5 millones de personas, un aumento de 9 millones de personas más.
Refirió que el mismo gobierno reconoce que ha aumentado la pobreza en México, así lo registró el documento elaborado por el Senado de la República: “Aspectos de la desigualdad por la pandemia”, en el que alerta que otro efecto de la pandemia es la inflación, que se convierte en un factor que aumenta la desigualdad económica y aumenta la pobreza. Sin embargo hasta el momento el gobierno no ha impulsado ninguna táctica para combatir la desigualdad económica y la pobreza.
Por lo que llamó al pueblo a unirse y organizarse para luchar por un cambio de sistema económico que permita la distribución equitativa de la riqueza social y con ello que disminuya la pobreza en México. Dicho cambio se lograría con la implementación de fuentes de trabajo para todos, salarios bien remunerados, una política fiscal que cobre impuestos al ingreso y la construcción de infraestructura social y pública que beneficie a los habitantes de las colonias populares, puntualizó.
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