Nicolás Romero, Estado de México. Para doña Tránsito Gaspar Flores, habitantes de la colonia Balcones de Santa Ana del municipio de Nicolás Romero, la falta de agua potable es un problema que se ha agudizado por la falta de infraestructura hídrica y la nula inversión del gobierno para satisfacer su demanda.
Desde hace más de 30 años, las más de 100 familias que componen esta localidad, padecen constantemente la escasez del vital líquido. Durante todo este tiempo el Sistema de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento (Sapasnir), organismo que distribuye el agua potable en Nicolás Romero mediante el sistema de tandeo, ofrece el suministro a 34 comunidades, pero sólo durante dos días en un periodo de tres a seis horas; sin embargo, esta disposición, se ha reducido a un día por dos horas.
“Antes, el municipio nos daba incluso el agua en la noche o madrugada, pero hoy en día abrimos a la llave y no nos cae ni una gota, por lo que nuestra necesidad nos obliga a comprarla a las “pipas”; cada tres días compro un tinaco de 500 litros en 180 pesos, pero hoy me cobraron 190”, refirió doña Tránsito, lo que significa que tendrá que emplear en su consumo un promedio de mil 900 pesos al mes, gasto que para ella es oneroso, pues su sueldo como cocinera es de mil pesos semanales. Además, acusó, el servicio es condicionado: “Si al pipero no le consumes seguido el agua, te deja de vender”.
El desabasto ha provocado que las empresas privadas que venden el agua transportada por “pipas” coticen los 10 mil litros desde mil 500 pesos hasta los tres mil pesos.
Desde el año 2023, las autoridades de la Comisión del Agua del Estado de México (CAEM) y de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) anunciaron un recorte en el suministro para los 13 municipios mexiquenses que se abastecen del Sistema Cutzamala, por la sequía y la falta de lluvias, situación que sigue vigente y que ha provocado que desde el pasado 12 de enero las autoridades disminuyan el caudal de 9.5 a 8 metros por segundo.
Las autoridades de Nicolás Romero han reconocido que la insuficiencia afecta a más de 100 mil habitantes en la demarcación y desde hace años su propuesta para subsanar la falta de agua potable es rehabilitar los ríos San Pedro, Xinté, Arroyo Grande y Arroyo Chiquito, que corren por el municipio; pero, hasta la fecha esta acción no se concreta ni se ha anunciado la creación de nuevas redes hídricas para satisfacer el líquido a la población.
El municipio de Nicolás Romero se encuentra sobre cinco acuíferos disponibles para su explotación, de acuerdo a la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) 2020, que corresponden a la región hidrológica administrativa del Valle de México, de los cuales destacan los de Cuautitlán-Pachuca y Tepeji del Río que abarcan el 99.12% de la demarcación, así como los de Ixtlahuaca – Atlacomulco y el del Valle del Mezquital, según los datos del Plan Municipal de Desarrollo Urbano (PMDU) 2022.
Su infraestructura consta de un total de 34 pozos de agua, 42 tanques de almacenamiento, 12 plantas de rebombeo y las presas Guadalupe, La Colmena y El Gavillero dentro de los límites municipales, sin embargo, estas construcciones son insuficientes para brindar un buen servicio, ya que desde el 2022 el PDMU reconoce que tiene un déficit de 40 litros por habitante por día.
Mientras tanto, la falta de infraestructura y la dependencia al sistema Cutzamala obligan a miles de familias, como la de doña Tránsito, a cuidar y reciclar la poca agua que consumen, a pagarla cara y a seguir viviendo en la pobreza.
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