La austeridad que tanto pregona la 4T, está pegando muy fuerte al sistema educativo nacional, que dirige Delfina Gómez Álvarez, titular de la SEP, pues para el Presupuesto de Egresos de la Federación 2022, señala mayores recortes a este sector tan vulnerable y trascendental para la formación de nuevos ciudadanos, apostado en becas, pero desapareciendo programas de fortalecimiento. La educación en México de tiempo atrás ya viene arrastrando un sinfín de carencias y deterioros en sus sistemas de enseñanza, en infraestructura, en capacitación docente, etc. Hoy la crisis se agudiza ante la ausencia de un Plan Educativo concreto de este gobierno en turno, que está más enfocado en cómo deslumbrar a los pobres con sus obras faraónicas impuestas por su majestad, que en atender las necesidades reales del pueblo trabajador que lo ha apoyado ciegamente, enajenado por sus discursos mañaneros pseudoizquierdistas. Presume el Presidente ahorros millonarios con sus acciones de austeridad y recortes anticorrupción pero no propone soluciones reales a los problemas de la gente ni mucho menos atiende a su eslogan “populista” de “primero los pobres”. Hoy la brecha educativa con los países desarrollados es mayor, ocupábamos el lugar 38 entre 40 países en la prueba de lectura, y el 37 en la de matemáticas. El grado promedio de escolaridad en México era de 8.1 años mientras que en el resto de la OCDE de 12 años. En México de cada 100 estudiantes que ingresan a primaria únicamente 78 la terminan, y solo 50 terminan la secundaria. De los 40 que entran al bachillerato sólo 24 lo terminan, y solo 14 terminan una licenciatura. El panorama es desastroso, la cobertura real de educación básica es apenas del 50%, el porcentaje de jóvenes con acceso a educación superior es muy bajo, la calidad sigue rezagándose, la infraestructura está muy deteriorada, y el gasto público es insuficiente para el tamaño del problema. Más del 80% de las escuelas enfrentan severos daños en su infraestructura, problemas de mantenimiento y equipamiento, sobre todo en las áreas rurales marginadas. Las consecuencias son devastadoras. El BID estima que la deserción de estudiantes mexicanos de entre seis y 17 años sería de casi dos millones. El Banco Mundial calcula que 77% de estudiantes estarían por debajo del rendimiento mínimo en la Prueba PISA, frente a 55% en 2018. El IMCO reporta que durante la pandemia los jóvenes estudiantes perdieron, en promedio, dos años de escolaridad. Hoy los estudiantes están en retroceso por la desatención del gobierno federal en el ámbito educativo. El punto es claro, tenemos uno de los peores sistemas educativos en el mundo, mostrándose una brecha enorme entre colegios cuya preparación es de primer mundo y la precariedad generalizada en escuela pública. En lo que va del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, el presupuesto destinado a educación se ha reducido al desaparecer programas que contribuían a fortalecer los aprendizajes, de acuerdo con la organización Mexicanos Primero, han desaparecido nueve programas, de los cuales cinco significaron una reducción de 21,982 millones de pesos durante 2021 que afecta a 37,570 escuelas y 4.3 millones de niños, niñas y jóvenes. El Presupuesto de Egresos no ofrece un nuevo diseño acorde a las necesidades de los estudiantes, es escaso para financiar la formación continua de los docentes e inexistente para recuperar a quienes han abandonado las escuelas. La deserción escolar se ha agudizado con la pandemia en las familias más pobres pues no cuentan con los recursos para cubrir las clases a distancia, el internet es escaso en las áreas rurales y de alto costo, o no se cuentan con aparatos electrónicos suficientes para que reciban clases todos los estudiantes de una familia. Las becas Benito Juárez no han llegado a todos los rincones del país, no se han actualizado las listas de estudiantes y el recurso económico es insuficiente para cubrir las necesidades de las familias, que esperan con ansias dicho pago para poder sobrevivir. Pero es más valiosa la aportación económica del niño al presupuesto familiar mediante un trabajo remunerado y se ven obligados a desertar porque además resulta caro aportar cooperaciones para el mantenimiento del inmueble escolar. Áreas prioritarias para el Gobierno Federal han tenido crecimientos presupuestales espectaculares: Energía ha crecido 1,621% (Refinería Dos Bocas); Turismo 791% (Tren Maya); Becas Bienestar 62.46%; PEMEX y Defensa Nacional 25% cada uno. En contraste, Educación Pública solo 8%; Educación Superior apenas 2%; Ciencia y Tecnología -12%. El país necesita apoyos inmediatos en Educación para formar ciudadanos plenos, críticos, reflexivos y creativos, mediante un Plan Educativo concreto que nos ayude a combatir el rezago educativo y haga valer el derecho a los niños y jóvenes de este país a recibir una educación de calidad. Invito a los padres de familia, maestros y organizaciones sociales a manifestar nuestra inconformidad ante la 4T para corregir el rumbo del país y proponer un nuevo futuro para nuestros hijos.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario