Hablar sobre el derecho a vivienda viene a colación porque, en los días que corren, decenas de familias de la colonia Unidad Antorchista, ubicada en Chetumal, Quintana Roo, como todos los años acudieron a pagar el impuesto predial, y se llevaron una gran sorpresa; resulta que sus terrenos, donde han edificado una casa modesta, resultado de años y años de trabajo y grandes sacrificios, ahora aparecen en catastro a nombre del Ayuntamiento de Othón P. Blanco, de un plumazo se pretende anular su derecho como poseedores y propietarios del patrimonio de sus familias.
Las familias en cuestión tienen un contrato firmado por el expresidente municipal, Otoniel Segovia Martínez, quien durante su trienio hizo todo tipo de maniobras dilatorias para negarse a cumplir con los trámites administrativos necesarios para hacer valer el convenio de regularización acordado con administraciones municipales anteriores y el Movimiento Antorchista, quien fundó esta colonia para resolver la necesidad de vivienda de cientos de chetumaleños, desde hace más de veinte años.
Todas las familias afectadas son poseedoras y propietarias legítimas, han pagado el impuesto predial a su nombre durante varias administraciones municipales, prueba de ello son los documentos con los que cuentan, además de los antecedentes conocidos por el Departamento Jurídico del Ayuntamiento, quien ha intervenido en el proceso de regularización de otra parte importante de propietarios de terrenos en la colonia.
Hasta el momento, ningún funcionario ha dado una explicación clara del por qué se pretende atentar contra su patrimonio, lo más que han dicho es que lo que pagaron por el terreno es muy poco, o sea, ahí está la madre del cordero, es decir, que lo que el actual ayuntamiento pretende es sacarle más dinero a quienes en su momento pagaron lo convenido, el derecho a la vivienda aquí no vale para ellos, es letra muerta, lo que importa, lo que realmente les importa es sangrar más a gente humilde, por lo menos eso es lo revelan sus actos y sus dichos.
“Todo mexicano tiene derecho a una vivienda digna y decorosa. La ley establecerá los instrumentos y apoyos necesarios a fin de alcanzar tal objetivo”; eso dice textualmente el párrafo séptimo del artículo cuarto, mismo que representa el derecho constitucional a la vivienda, un derecho para todos los mexicanos, sin excepción.
Tal parece que los actuales funcionarios del ayuntamiento morenista de Othón P. Blanco desconocen la existencia de este derecho constitucional, o lo conocen, pero no están dispuestos a hacerlo realidad; en ambos casos quien sale perdiendo es la gente humilde, mucha de la que incluso le dio un voto de confianza en las pasadas elecciones. Acciones como las que pretenden contra quienes habitan la colonia Unidad Antorchista, solo se pueden calificar de burla y traición hacia sus gobernados.
La presidenta municipal, Yensunni Martínez Hernández, tiene la oportunidad de demostrar que la frase de primero los pobres, con la que se han llenado la boca, todos los líderes salidos de la 4T, no es solo un slogan de campaña para engañar incautos. Tiene la oportunidad de demostrar su capacidad de hacer valer un derecho tan necesario como el derecho a la vivienda, evitando se cometan injusticias y abusos contra quienes, desde hace muchos años, han venido luchando por hacer realidad su derecho a un pedacito de patria.
Por este conducto, hacemos llegar un atento llamado a la autoridad municipal a dar solución adecuada y expedita a esta problemática, sería una muestra palpable de su capacidad política y sensibilidad humana.
A los afectados, les decimos, que no están solos, el Movimiento Antorchista ha fundado colonias en todo el país, siempre con el objetivo de defender el derecho a la vivienda de los miles de mexicanos que no cuentan con un patrimonio propio y seguro para su familia. La colonia Unidad Antorchista fue la primera colonia fruto de la unión y organización del pueblo humilde de Chetumal. Han pasado muchos años desde su fundación; pero, como lo demuestra la realidad, ante la injusticia, la necesidad de permanecer unidos, organizados y luchando se pone a la orden del día, porque el derecho a la vivienda se defiende con unidad y organización, y eso es Antorcha: la unión y organización del pueblo pobre de México.
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