Como se han caracterizado los gobiernos estatales surgidos de Morena, exactamente igual al Gobierno federal, a la hora de rendir cuentas a sus gobernados, lo que dicen en sus eventos está fuera de la realidad, o cuando menos, lo que según ellos hicieron, no se refleja en los hechos.
La gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado Pineda no dijo nada nuevo en su primer informe al pueblo guerrerense, más bien es una imitación, tanto en la forma como en el contenido, de los discursos del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Gobernar no es sencillo, contrario a lo que en una ocasión dijo López Obrador que gobernar no tiene ciencia, pues sí, gobernar sí requiere de la ciencia social y, además, se requiere de voluntad, un conocimiento profundo de la situación económica, política y social del pueblo, identificar cuáles son los grandes problemas y cómo y con quien se debe contar para solucionarlos; pensando desde luego, en un proyecto de auténtico desarrollo tanto del estado como de nación.
Sin embargo, para desgracia de los mexicanos y en particular de los guerrerenses, la 4T no tiene proyecto de nación, no hay plan de desarrollo y todo lo que hacen es de ocurrencia. Así, con esa política jamás saldrá el país del atraso en que éste y los anteriores gobiernos lo han llevado.
La entidad que gobierna la hija de senador morenista Félix Salgado Macedonio, ocupa el noveno lugar en violencia, acapulco es una de las ciudades más inseguras del país, según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), de cincuenta ciudades de las más violentas del país, Acapulco ocupa el décimo lugar, gobernado por la morenista Abelina López Rodríguez.
En lo que va de la administración de Salgado Pineda, en las dos ciudades más importantes del estado, Chilpancingo y Acapulco, a diario hay manifestaciones y protestas por la ciudadanía que demandan atención a problemas de inseguridad, educación, apoyos al campo, solución a problemas de salud, hay tomas de casetas de cobro y cierre de autopistas constantemente; la inseguridad es tal que los grupos delincuenciales controlan el comercio y han bloqueado la ciudad de Acapulco varias veces, utilizando a los transportistas para exigir la salida del ejército y la guardia nacional del puerto y lo más reciente, la masacre perpetrada contra la autoridad municipal y la mayoría de su cabildo en el municipio de San Miguel Totolapan; Hay problemas educativos que demuestran la incapacidad del gobierno para resolverlos, pues por un lado cientos de maestros y padres de familia demandan docentes porque hay grupos de primaria y bachillerato que no reciben clases por falta de docentes y por el otro las protestas de normalistas exigiendo plazas.
En este panorama social, la gobernadora rindió su primer informe de gobierno, en la explanada del palacio de gobierno, según la prensa, ante cinco mil asistentes, pero el ausente fue el pueblo guerrerense, a este nos lo dejaron entrar, en cambio los funcionarios morenistas y diputados locales del mismo partido estuvieron en primera fila, no así los diputados locales del PRI y del PRD, a excepción del senador priista Manuel Añorve y su esposa, diputada local Julieta Fernández, del mismo partido.
La gobernadora, en la lectura, abordó varios temas, que no quedan muy claros, porque no concuerda con la realidad, la situación de inseguridad y el problema educativo, dijo que su administración ha dado avances importantes, lo cual no es cierto. Pues en ese mismo día y aun en los días posteriores al informe, el gremio educativo sigue manifestándose en varios puntos del estado, por falta de solución a las necesidades que hay en ese sector.
De la inseguridad, ni se diga, toda la región de Tierra Caliente está en pánico, la mayoría de los ayuntamientos están cerrados y no hay atención a la ciudadanía, y el gobierno estatal no se le ve seriedad o, cuando menos, no quiere intervenir en apaciguar la región, pues el presidente de la Dirección Estatal Ejecutiva del PRD, Alberto Catalán Bastida declaró, en conferencia de prensa, que la gobernadora no tiene disposición de reunirse con la dirigencia del partido para discutir el tema de San Miguel Totolapa, toda vez que el alcalde asesinado pertenecía al partido del sol azteca.
El estado necesita mucho más que prédicas de buena moral, pues en su discurso no paraba de decir “nunca más un gobierno rico con pueblo pobre” y de los aspectos que presumió un avance considerable, en educación y seguridad, son precisamente los más preocupantes en el estado. Recalcó varias veces que su gobierno es eficiente, transparente, incluyente e innovador, que ha desterrado la corrupción y el soborno en todas las dependencias. Eso no concuerda con la realidad. Los guerrerenses requieren de un gobierno de hechos, no de palabras.
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