Esta semana que está por concluir estuvimos junto con un grupo de campesinos, en su gran mayoría del municipio del Mezquital, en las oficinas de Bienestar del Gobierno Federal para exigir la entrega de apoyos sin distingo de partidos políticos o grupos sociales. Y es que, a finales del año pasado, la dependencia inició el registro de beneficiarios del programa Vivienda Digna, a través de los llamados Servidores de la Nación, apoyo que consiste en la entrega de dinero para la construcción de un pie de casa.
El contingente fue atendido por el propio delegado de Bienestar, Iván Ramírez Maldonado, quien aseguró que, para el municipio del Mezquital fueron destinadas más de 1,200 acciones y que fueron sin favoritismo alguno, remachando en todo momento la frase “sin intermediarios”. Pero la realidad contrasta con el discurso: al menos en este municipio, los Servidores de la Nación (que fungen como intermediarios) registraron casi exclusivamente a quienes pertenecen a Morena y no necesariamente a familias que realmente lo necesitan sino a quienes pueden jalar votos, se entiende, durante el período electoral que se avecina, pues hay un importante número de “líderes” que aparecen en el padrón de beneficiarios de este programa que no necesariamente carecen de vivienda.
La exigencia fue que se incluyera a todos por igual, pues como ya quedó dicho arriba, en el registro de diciembre, solo fueron incorporados quienes son fieles seguidores de Morena. La respuesta del delegado fue: “ya no hay”.
Los campesinos además exigieron la entrega de los recursos del programa Producción para el Bienestar, pues hay productores que tienen 3 años o más sin recibir el apoyo, pretextando el gobierno que el productor no cubrió los requisitos; así también, la entrega de los apoyos a los adultos mayores (más de 700 personas tienen trabas para recibir su dinero, de acuerdo con un padrón de los propios afectados), entrega de becas Benito Juárez y que pongan a funcionar los bancos de Bienestar que rara vez tienen dinero, ubicados dentro del territorio municipal.
El pueblo debe saber que el dinero, que mal administra el gobierno, es de los mexicanos, que nos quitan vía impuestos, y la ley dice que ese dinero se tiene que regresar al pueblo. ¿Pero qué sucede? Sí regresa, pero una ínfima minoría y solo a un grupo muy selecto de mexicanos que sirven siempre a mantener el poder al inquilino de Palacio Nacional. La gran mayoría del dinero de los mexicanos se lo entregan a los multimillonarios vía contratos. Si no, pregúntenle a Carlos Slim Elú, considerado uno de los hombres más ricos del mundo, que ha recibido del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, 61,000 millones de pesos en los últimos 5 años, de acuerdo con un reportaje de José Raúl Linares, publicado en el ceo.com, o a Ricardo Salinas Pliego, dueño de Banco Azteca, que ya se convirtió en el segundo hombre más rico de México, solo por debajo de Carlos Slim. Y los de a pie, se tendrán que conformar con 6 mil pesos mensuales y aplaudirle al Presidente porque “apoya a los pobres”, y otros más tendrán que seguir esperando si cae alguna migaja en los tiempos de campaña.
Mi invitación a que abramos los ojos, y que exijamos un trato distinto, pues todos pagamos impuestos y ellos deben aterrizar en apoyos reales que transforme de manera positiva de la vida de los mexicanos. Si le quieren dar a los ricos que se les dé, pero que se les exija que también paguen impuestos. Así que, por lo pronto, la lucha de los campesinos debe seguir y en un período no muy lejano, el pueblo debe prepararse para tomar el poder en sus manos, y que sea él quien transforme la realidad en su beneficio. ¡Hacia allá debemos ir!
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