MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Día Internacional de la Mujer, jornada para exigir seguridad para las mujeres

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Toluca, Estado de México.- En la historia humana, la mujer ha sido trascendente y ha jugado diversos papeles. En la comunidad primitiva, como dice Federico Engels en su obra “El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado”, la mujer era quien desempeñaba el papel principal en el terreno económico, regulaba también la vida social y, por tanto, reinó el matriarcado y la vida social giraba en torno a las actividades que la mujer realizaba, la influencia de los lazos de parentesco materno constituían pues, el eje central.

Sin embargo, al aparecer la propiedad privada y la comunidad primitiva fue sustituida por el esclavismo, y con ello una nueva división del trabajo, ahora correspondía al hombre procurar la alimentación y los instrumentos de trabajo necesarios, los hijos y los bienes pertenecían ahora al padre. Surge el patriarcado y se termina con la filiación y el derecho maternos, lo que significó la gran derrota histórica del sexo femenino en el mundo. La mujer fue separada de la producción social y relegada exclusivamente al ámbito doméstico.

Desde entonces, la mujer ha sido humillada por el predominio del hombre, pasando por el feudalismo, donde fue vista como un ente pasivo, sin poder de decisión, absorta en los deberes familiares, confinada al hogar y totalmente subordinada al hombre, la mujer asumió el papel que la Iglesia determinaba y su participación en el ámbito público o privado, era muy restringida o casi nula.

En el sistema capitalista, la clase burguesa, obedeciendo a su insaciable sed de ganancia, incorpora a la mujer a las actividades productivas, y no tanto por hacerle justicia; junto al hombre es víctima de los estragos del sistema de explotación capitalista: la pobreza, los salarios de hambre, la desigualdad económica, el desempleo.

No nos engañemos; bajo un régimen de explotación capitalista no es posible acabar con la opresión que existe en contra de la mujer, a pesar de que ellas han incrementado su participación en lo económico, en el político, en lo laboral y en lo académico, además de ocupar importantes puestos de dirección en los ámbitos público y privado.

La igualdad tan buscada y ansiada por la mujer no puede reducirse  a una igualdad de género frente al hombre, en una sociedad que, tanto en la esfera privada como en la pública, las mujeres sufren de segregación profesional; los estereotipos y las costumbres son barreras para ejercer sus derechos sobre la propiedad, en muchos casos no tienen acceso a los créditos, los recursos, y la tecnología, la violencia de género y  otros obstáculos que dificultan su igualdad con el hombre.

En el ámbito laboral, las mujeres también sufren discriminación por motivos de género. En México, según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) sobre la población de 15 años y más, en promedio en los últimos dos años la tasa de participación de los hombres es del 72.75%, mientras que la de las mujeres apenas rebasa el 40%, una brecha enorme.

Además, la jornada de trabajo no acaba para las mujeres en las ocho horas porque la mayor parte, después de trabajar, se dedica a tareas domésticas y al cuidado de sus hijos e hijas.

Otra de las realidades de las mujeres es que hay más feminicidios y desapariciones que las autoridades de México no quieren ver. Si en los años 90, Ciudad Juárez se convertía en el epicentro de los feminicidios y desapariciones en el país, hoy son las niñas, adolescentes y mujeres no solo de Nuevo León que viven ese mismo miedo. El Estado de México es el más violento y que ha tenido primer lugar en feminicidios en 1986, de 1988 a 1997, y en 2021 registró un máximo histórico de 151 casos.

Sin embargo y gracias a la lucha feminista, en 1975 la Organización de las Naciones Unidas (ONU) estableció el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer,  fecha que se conmemora en muchos países del mundo. Y que  encuentra sus orígenes en las manifestaciones de las mujeres por derecho al voto, mejores condiciones de trabajo y la igualdad entre los sexos. Un ejemplo de estas luchas se dio en Copenhague (Dinamarca) donde participantes de 17 países reunidas en la Segunda Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, donde se adoptó una resolución por la cual se señalaba un día al año como Día Internacional de la Mujer, y este sería un día para hacer campaña por el derecho de la mujer al voto  (la primera fue en Stuttgart, Alemania), sobre el derecho del voto de la mujer.

Este 8 de marzo de 2023, la ONU propone la jornada de lucha por el Día Internacional de la Mujer, bajo el lema "Por un mundo digital inclusivo: Innovación y tecnología para la igualdad de género".

En este sentido,  las mujeres también  sufren este tipo de discriminación, pero en el caso de nuestro México, nos valdría quizá más una jornada de lucha, en donde se pida se ponga alto a la grave inseguridad que padecemos y  que las mujeres particularmente sufren solo por ser mujeres.

Exigir que aparezcan las desaparecidas, como Ailen Esperalda Benitez Vazquez, Alejandra Burguete Zalazar, Mitzi Santiago Tolentino, Keyly Lizzet Corral Enceso, a quienes no conozco, pero tengo empatía con el sentimiento que han de tener sus familias al no tenerlas a su lado. Insisto, pues, que bien vale la pena exigir, en el Día Internacional de la Mujer que cese la violencia contra las mujeres y aparezcan las desaparecidas.

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