De 498 votos posibles, 275 votos a favor y 223 votos en contra fueron el panorama que se vivió en días pasados, en la Cámara Baja del Congreso de la Unión, para evaluar y votar la reforma eléctrica que promovía el presidente Andrés Manuel López Obrador, mismo que desde su llegada al poder no otorgaba otras tareas a los diputados más que levantar la mano para dar por aprobadas todas las órdenes sin atreverse, incluso, a cambiar una sola letra.
Esto, sin duda, ha sido un ejercicio de daño a la democracia de por sí escasa en este tiempo. Los votos ofrecidos por fe ciega, conveniencia política, económica o en el peor de los casos por simple falta de un criterio propio otorgados por parte de los diputados morenistas y bajo la bandera de consolidar el proyecto de la 4T, no fue más que la prueba fehaciente de que este partido está condenado al fracaso.
Los resultados dados en las elecciones intermedias, que se llevaron a cabo en 2021, y dejaron de lado a la mayoría de los representantes morenistas en la Cámara de Diputados, sin duda ha sido un buen paso para el proceso de conversión que viene en años posteriores.
Los ahora 203 diputados provenientes de partidos tradicionales como el Partido Revolucionario Institucional (PRI), Partido Acción Nacional (PAN) y Partido de la Revolución Democrática (PRD), y que en bloque constituyen la oposición contra los 190 diputados morenistas, aunque es cierto que no podemos esperar cambios que se inclinen a favor de las mayorías, sí representan una opción de que el dominio político de AMLO se consolide.
Entre la bandera defensora del pueblo y la moral compartida, la discusión se extendió por 11 horas con 30 minutos, pero ninguno de estos intentos por tratar de convencer a la bancada de que votar a favor de reforma eléctrica era lo mejor, este ejercicio terminó por revelarnos la forma en cómo el presidente hace política en México, utilizar el foro de las mañaneras para exhibir a los que él llama traidores de la patria, a todos aquellos que fueron su oposición; esta es, sin duda, una de las peores decisiones que se han tomado en palacio nacional.
¿Pero qué hay que podamos rescatar de este ejercicio? Sin duda, un camino a una extrema polarización en 2024, esta puerta abierta para que la oposición pueda colocarse como una alternativa viable, que brinde seguridad a todo el electorado que está en contra de la política obradorista se aleja cada vez más de lo que necesitamos en México, son precisamente estas condiciones actuales de ambos polos la futura discusión y peleas por el poder al cual quieren orillar a las mayorías para que lo vean de lejos. Por eso es necesario hoy más que nunca que el pueblo reclame respeto y no se subordine ante esta política polarizada a la cual quieren arrastrarnos.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario