A raíz de que el Diario Oficial de la Federación publicó, el pasado 21 de julio, la asignación de 200 hectáreas al municipio de Chimalhuacán con el objeto de construir el campus de la Universidad Politécnica (20 Has.), un Centro Deportivo y Recreativo (30 Has.) y un Centro de Recuperación Ambiental del Oriente (150 Has.), diputados y senadores panistas, encabezados por el ex director de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), José Luis Luege Tamargo, han publicado en un periódico relacionado con un grupo empresarial del estado de Nuevo León, nada afín a los intereses de los mexicanos más humildes- varios ataques mediáticos dirigidos a este municipio mexiquense, ejemplo nacional de desarrollo, y a una de las organizaciones que integran el Proyecto Nuevo Chimalhuacán.
Repudiamos enérgicamente dichos ataques y reivindicamos el derecho de los chimalhuacanos a luchar por infraestructura educativa y deportiva de primer nivel y empleos dignos que redunden en una vida sana y armónica para los chimalhuacanos.
Es absolutamente falso que las 200 hectáreas se hayan "donado" a la organización Antorcha Campesina, como afirman los panistas a pesar de que saben que no es así: el Diario Oficial de la Federación sólo consigna tres acuerdos de la Secretaría de la Función Pública referentes al destino de 200 hectáreas del predio denominado Los Tlateles o El Moño.
Los terrenos fueron entregados a figuras jurídicas claras: a la rectora de la Universidad Politécnica y al municipio de Chimalhuacán, cuya representante es la presidenta municipal constitucional, Rosalba Pineda Ramírez, luego que cubrieron todos los requisitos de ley y que la CONAGUA la avalara por no perjudicar la zona de amortiguamiento ambiental del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.Por tanto, miente Luege Tamargo cuando afirma que "no hay información sobre la figura jurídica con la que se pretende concretar este robo descarado".Además, ni es "robo" ni es un "negocio", como también afirma el manipulador panista, quien con palabras cargadas de negatividad y prejuicios en contra de un gobierno del pueblo pretende llevar agua al molino panista a pocos meses de la elección del nuevo gobernador del Estado de México.
Tampoco es cierto que esas tierras sean zona de Protección y Anidación de Aves Migratorias: son terrenos improductivos, salinos, áridos y baldíos, a los que sus pequeños propietarios nunca pudieron sacarles provecho ni por tierra ni por aire.
Por eso, desde agosto de 2008, los chimalhuacanos solicitamos al Gobirno del Estado de México (GEM) 800 hectáreas del terreno denominado Los Tlateles o El Moño para instalar ahí un Centro Estratégico de Recuperación Ambiental del Oriente (CERAO), en el que tengamos espacios escolares, deportivos y recreativos de primer nivel, además de un parque tecnológico con industria ligera, no contaminante y amigable con el medio ambiente, que dé empleo a 40 mil chimalhuacanos.
En el año 2009 el GEM nos concedió esas 800 hectáreas, pero en el año 2013 las redujo a 200 toda vez que el resto fueron entregadas al entonces CDMX, hoy Ciudad de México, para la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
Por la trascendencia de la obra, los chimalhuacanos concedimos, pero ahora no estamos dispuestos a permitir que nos despojen de las 200 hectáreas que la Federación destinó para la Universidad Politécnica, el Centro Deportivo y Recreativo y el CERAO, los cuales cambiarán la forma de convivencia de la población y detonará el desarrollo económico no sólo de Chimalhuacán sino de los municipios aledaños.
Lograr que esas 200 hectáreas fueran destinadas a esos tres fines implicó muchas gestiones, trámites y movilizaciones desde el año 2008 hasta la fecha: hemos tenido que dar la batalla para que el GEM cumpliera su compromiso de asignar a un funcionario estatal que negociara las tierras con los pequeños propietarios de Los Tlateles; para que hiciera el cambio de uso de suelo e interviniera ante la empresa española OHL quien debe construir cuatro puentes vehiculares que conecten los terrenos de Los Tlateles con el Circuito Exterior Mexiquense, y que no ha cumplido.
Acelerar la compra y pago de los terrenos para el CERAO fue un motivo más para movilizarnos, pues los pequeños propietarios necesitaban "vender sus tierras para comer".
Si la mala situación económica causa penurias en las familias de esos pequeños propietarios, las cosas son peores entre los chimalhuacanos que no tienen otra cosa que vender más que su fuerza de trabajo y, que por no existir empleos en Chimalhuacán salen a trabajar a la Ciudad de México o a municipios circunvecinos, como lo probó el estudio que para sustentar el CERAO realizó el Centro Mexicano de Estudios Económicos y Sociales, A.C., titulado "Argumento Social y Económico.Justificación del Centro Estratégido de Recuperación Ambiental del Oriente".
Los resultados arrojaron: que el 65.3% de la población trabaja fuera de Chimalhuacán y el 30.7 en la demarcación; de ésta, sólo el 40% tiene un trabajo fijo; que los ingresos del 65% de la población apenas alcanzan los tres salarios mínimos, que para el 2011 era equivalentes a 179 pesos diarios, de los que tenían que descontar prácticamente 59 pesos de transporte y alimentos fuera, por lo que sólo les quedaban 120 pesos para el gasto familiar diario; o sea, 840 pesos semanales para una familia promedio de cuatro personas.
La gente que trabaja fuera de Chimalhuacán "emigra de madrugada e inmigra de noche (...) Esto es lo que se llama "ciudad-dormitorio", y en el municipio sólo la microempresa existe: "proporciona servicios a la población y le vende artículos de consumo necesario, lo cual determina que los ingresos sean precarios".Además, "los empleados de la microempresa son los que padecen las condiciones más precarias: el salario es bajo y carecen de seguridad social y prestaciones; también es frecuente el alargamiento de la jornada pues el capital es exiguo y subsiste a costa de la sobreexplotación de la fuerza de trabajo.Esto los obliga, salvo excepciones, a perpetuarse en el nivel micro por no disponer de infraestructura, equipo y la suficiente liquidez que se requiere para cualquier expansión; (por lo que) sus trabajadores seguirán en la misma precariedad".
Un dato más."El ingreso es el indicador más importante al analizar las condiciones laborales de los trabajadores (…).En el municipio de Chimalhuacán, dos de cada tres trabajadores perciben menos de tres Salarios Mínimos (SM); y de éstos, la mitad obtiene menos de uno.Con tres SM, menos los gastos de transporte y alimentación durante la jornada, a cada miembro de una familia promedio (cuatro personas) le corresponderá dos dólares; esto es, el mínimo señalado por la ONU como umbral de la pobreza.A partir de esta estadística podemos establecer que una tercera parte de los hogares del municipio, cuando menos, vive en condiciones de pobreza alimentaria."
¡A este municipio empobrecido es al que atacan los panistas ricachos y perfumados! ¡A estos miles de chimalhuacanos pobres y marginados, le quieren arrebatar la oportunidad de tener trabajo fijo para remediar un poco sus males económicos! Y no hablemos de lo que las familias saldrían ganando si el jefe de familia, o jefa, no tenga que malgastar tres horas y media de su vida en transportarse a su trabajo, pues convivirá más con su familia y podrían estar vigilantes de sus hijos para que no caigan en la vagabundez y las drogas.
Todo esto no lo ponderan los panistas; a ellos sólo les importa la ganancia electoral que podrían echarse a la bolsa si derrotan a un gobierno de filiación priista.Para hacer campaña, señores panistas, no hay necesidad de atacar a un pueblo empobrecido que lucha a brazo partido para salir del atraso.
A través de esta carta abierta les decimos: no vamos a permitir que nos arrebaten lo que por ocho años hemos trabajado y luchado.A Chimalhuacán nadie le ha regalado nada, nadie le ha dado canonjías: todas las obras que hemos realizado en 16 años las hemos hecho con esfuerzo, trabajo y lucha para hacer que los gobernantes estatales y federales incluyan en sus políticas públicas y programas sociales a un pueblo marginado por muchos años.
Esas cientos de obras las hemos realizado con la única finalidad de sacar del atraso, la pobreza y la marginación a un pueblo con cultura milenaria.Por eso, desde aquí les decimos a diputados, senadores, ex director de la CONAGUA y al mismísimo ex presidente de México, el señor Felipe Calderón Hinojosa, quien se autonombró presidente del empleo y ahora se opone a la creación de empleos en Chimalhuacán: no vamos a permitir que por caprichos electoreros se nos despoje de las tierras para la Universidad Polítécnica, el Centro Deportivo y Recreativo y el CERAO; vamos a seguir defendiendo nuestro derecho a tener mejor infraestructura educativa, deportiva y recreativa, y empleos dignos.
Para defender nuestros derechos, una vez más nos movilizamos: el día de hoy, martes 9 de agosto, 12 mil chimalhuacanos realizamos un acto de protesta frente al Senado de la República, en contra de las mentiras panistas y en defensa del CERAO que, estamos seguros, dará un impulso al desarrollo del municipio y, por tanto, de sus pobladores.
ATENTAMENTE
Chimalhuacán, Estado de México, a 8 de agosto de 2016
Ciento cuatro organizaciones priistas agrupadas en el
PROYECTO NUEVO CHIMALHUACáN
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