A poco de cumplirse ya un año de la situación en la que aún estamos inmersos por la pandemia de la covid-19 siguen en el aire muchas preguntas que el gobierno no ha podido responder, por lo tanto, situaciones que no ha podido solucionar y muchas de ellas tienen que ver con los diferentes problemas que ha presentado la educación en nuestro país, es bien sabido que esta pandemia vino a destapar lo arcaico y obsoleto del actual sistema educativo.
El secretario de Educación Pública ha tratado de tapar esta situación y ha realizado programas que se atreven a decir que son la mejor opción para que los alumnos no se vean afectados, creando "Aprende en casa I y II", los cuales en ninguna de sus versiones han tenido una mejora, ni mucho menos han tratado de resolver las problemáticas que este plan ha provocado en las familias más pobres del país, ya que, si la tecnología para algunas familias era un lujo, con esta situación se volvió una necesidad para los niños, niñas y adolescentes que quieran continuar sus estudios.
Lo anterior ha provocado que la deserción de alumnos en los diferentes niveles educativos vaya cada vez más en aumento constatando que las medidas que se han aplicado no han podido ayudar a los grupos más vulnerables del país.
El año escolar 2020-2021 comenzó el 24 de agosto coronado por la pandemia y con una matrícula escasa: 2 millones 830 mil 419 alumnos menos que el año pasado, según la Secretaría de Educación Pública (SEP). La crisis sanitaria está dejando huella en las cifras de la deserción escolar, pero, ¿qué planes ha realizado el gobierno para tratar de contrarrestar esto?
Sin embargo, la SEP comenzó este lunes con las preinscripciones para alumnos de preescolar, primaria y secundaria en las escuelas públicas para el próximo curso escolar 2021-2022 en donde las estadísticas no son nada alentadoras porque este problema cada día sigue al alza ya que muchos estudiantes no cuentan ni siquiera con un televisor para sintonizar la "famosa” programación de "Aprende en casa”.
A pesar del plan nada inclusivo que la SEP ha creado vemos a muchos estudiantes que siguen buscando los medios para continuar con sus estudios, a maestro que adaptan los contenidos de sus clases por la falta de recursos tanto para ellos como para sus alumnos o por las malas condiciones en las que se encuentra su comunidad.
Tomando en cuenta los datos del Censo de Población y Vivienda 2020, los cuales indican que solamente el 52 por ciento de las viviendas tiene internet y el 37.6 por ciento tiene una computadora o una tableta, podemos deducir el rezago educativo que se está generando en cada uno de esos estudiantes, problemática que al gobierno no le preocupa ni hace el más mínimo esfuerzo por frenarla.
Es fácil creer que este rezago al momento de regresar a clases presenciales se va a resolver, pero es bien sabido que México de por sí tiene un bajo nivel de escolaridad; hoy nos toca a nosotros, los docentes impulsar políticas para mejorar la calidad educativa, no solamente desde nuestras aulas, sino desde las oficinas de gobierno para exigir que se brinden las condiciones a los mexicanos; ejemplo de ello tenemos a muchos países, a los que, a decir verdad, no les ha pegado tan fuertemente la pandemia como a nosotros.
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