Durante la pandemia de covid-19 varios millones de estudiantes de todos los niveles educativos desertaron; casi la mitad (44 por ciento) por causas de la enfermedad pandémica y la otra mitad (56 por ciento) por causas económicas, según la Encuesta para la Medición del Impacto covid-19 en la Educación (ECOVID-ED) del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI).
En números redondos, para el ciclo escolar 2020-2021 no se inscribieron 5.2 millones de personas de 3 a 29 años, lo cual ha alarmado enormemente a varios sectores educativos y a la propia jefa de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Delfina Gómez Álvarez. Sin embargo, si hacemos el análisis recogiendo los datos de la deserción escolar proporcionados por el Sistema Educativo Nacional desde el año 2015, nos daremos cuenta de que dicho fenómeno siempre ha estado presente y en algunos casos la deserción escolar en tiempos normales ha estado por encima de la deserción registrada durante los años de pandemia.
Para avanzar en el análisis voy a hacer uso de las principales cifras del Sistema Educativo Nacional (SEN) en sus respectivos ciclos escolares (2015 – 2016, 2016 – 2017, 2017 – 2018, 2018 – 2019, 2019 – 2020 y 2020 – 2021). Para ello proporcionaré datos por nivel educativo desde las escuelas primarias hasta el nivel superior en cada uno de los ciclos escolares mencionados arriba y después un resumen general por ciclo escolar.
Escuelas primarias: del ciclo escolar 2015 – 2016, la deserción alcanzó el 0.5 por ciento; del ciclo escolar 2016 – 2017, el abandono fue del 1.1 por ciento, el más alto de todos los periodos considerados; del ciclo escolar 2017-2018, hubo una disminución de tres décimas, cerrando el periodo con el 0.8 por ciento; para el siguiente ciclo escolar 2018-2019, una ligera disminución de una décima, concluyendo el ciclo escolar con 0.7 por ciento; resulta significativo analizar ahora la deserción escolar del periodo de la pandemia. Del periodo escolar 2019 – 2020, el abandono escolar se conservó en 0.7 por ciento; pero para el ciclo escolar 2020 – 2021, el periodo más álgido de la pandemia hubo menos deserciones, tres décimas menos, culminando dicho ciclo escolar con el 0.4 por ciento.
Fenómeno similar se observa en las escuelas secundarias técnicas: del ciclo escolar 2015 – 2016, el porcentaje de los alumnos que desertaron en ese periodo fue de 4.2 por ciento; del ciclo escolar 2016 – 2017 el abandono escolar fue del 5.3 por ciento, el más alto de todos los periodos considerados; del periodo escolar 2017 – 2018, la deserción alcanzó el 4.6 por ciento, siete décimas menos que el periodo pasado; del ciclo escolar 2018 – 2019, hubo un abandono de 4.8 por ciento, dos décimas más que el periodo anterior; sin embargo, en los años de pandemia (periodo escolar 2019 – 2020) se registró un abandono escolar del 4.2 por ciento, seis décimas menos que el periodo pasado; y para el ciclo escolar 2020 – 2021, una deserción escolar del 2.0 por ciento, es decir, 2.2 puntos porcentuales menos.
En el nivel medio superior, la deserción se comporta de manera similar. Aunque hay que aclarar que en este nivel es en el que se da la mayor parte de la deserción escolar de todos los niveles educativos. Es donde se debe poner mucha atención si queremos que los jóvenes continúen sus estudios universitarios. Del ciclo escolar 2015 – 2016, el abandono fue del 12.1 por ciento; del ciclo escolar 2016 – 2017 se registró un abandono del 15.2 por ciento, el más alto de todos los periodos considerados; del ciclo escolar 2017 – 2018 hubo una deserción del 12.1 por ciento, una disminución de 3.1 puntos porcentuales con respecto al periodo anterior; luego, del periodo escolar 2018 – 2019, hubo un ligero aumento de 8 décimas, cerrando el ciclo escolar con el 12.9 por ciento. Siguen, a continuación, las deserciones escolares registradas en el periodo pandémico: del ciclo escolar 2019 – 2020, el abandono escolar fue del 10.2 por ciento, una disminución de 2.7 puntos porcentuales con respecto al periodo pasado; en el ciclo escolar 2020 – 2021, un ligero aumento de 6 décimas, culminado el periodo escolar con el 10.8 por ciento de deserción.
Finalmente, la deserción en el nivel superior (licenciatura, normal, universitaria y tecnológica y posgrados). Del ciclo escolar 2015 – 2016, el registro por el abandono escolar fue del 6.8 por ciento. En el ciclo escolar 2016 – 2017 abandonaron su educación superior el 7.2 por ciento; del ciclo escolar 2017 – 2018, el abandono fue de 8.4 por ciento, uno de los más altos del periodo considerado. Del ciclo escolar 2018 – 2019, desertó el 7.9 por ciento, una disminución de 5 décimas. En el periodo pandémico, del ciclo escolar 2019 – 2020, hubo un ligero aumento de 5 décimas, para cerrar el ciclo escolar con el 8.4 por ciento, que junto con el periodo escolar 2017 -2018, son los más altos de todos los ciclos escolares considerados. Del ciclo escolar 2020 – 2021, un abandono del 8.2 por ciento, una disminución de 2 décimas. En este nivel educativo, excepto la deserción escolar del periodo 2017 – 2018, la deserción en el periodo de la pandemia fue superior a todos los demás ciclos escolares, una diferencia de entre cinco décimas y 1.2 puntos porcentuales.
En resumen, de manera general, en el ciclo escolar 2015 – 2016, desertaron desde las escuelas primarias hasta el nivel superior el 5.9 por ciento; en el ciclo escolar 2016 – 2017 abandonaron sus escuelas el 7.2 por ciento de los alumnos; del ciclo escolar 2017 – 2018, el abandono fue del 6.5 por ciento; del ciclo escolar 2018 – 2019, hubo una deserción escolar del 6.6 por ciento; del ciclo escolar 2019 – 2020, un abandono del 5.9 por ciento; del periodo escolar 2020 – 2021, desertó el 5.2 por ciento de los alumnos.
Resulta paradójico que en el periodo de la pandemia no haya aumentado la deserción escolar. Una de dos: o realmente se comprueba que la causa de la deserción escolar es por la causa económica y una ínfima parte le corresponde a la pandemia o bien el Sistema Educativo Nacional no consideró otros parámetros con los que sí pudiera reflejarse el impacto real de la pandemia, como lo han indicado los estudios de otras instituciones. Sea como sea, el fenómeno de la deserción escolar es real y muy grave que debe atenderse de manera urgente.
Para el periodo escolar 2021 – 2022, dado que no hay todavía datos desagregados por niveles educativos no se puede hacer la comparación por nivel educativo con respecto a los ciclos escolares anteriores. Sin embargo, de manera general, de acuerdo con el SEN, en el ciclo escolar 2021 – 2022 hubo un aumento en la deserción escolar correspondiente al 1.5 puntos porcentuales (512 mil estudiantes) con respecto al periodo anterior. Esto quiere decir, que este ciclo escolar cerraría con una deserción del 6.7 por ciento, quedando por debajo de la deserción que hubo en el ciclo escolar 2016 – 2017 y ligeramente superior con respecto a los demás periodos considerados arriba. Del número de los alumnos que desertaron en este ciclo escolar, la mayor parte, de acuerdo con la SEP, se concentra en la educación básica y media superior. Es decir, el abandono escolar sigue presente y seguirá mientras no se ataque la causa principal, que es la económica.
En conclusión, en todos los niveles educativos, y de manera global, la deserción escolar ha estado presente siempre, antes y durante la pandemia. De acuerdo con las Cifras Principales proporcionadas por el SEN, las deserciones escolares fueron mayores en tiempos normales que en el periodo de la pandemia. Salvo en el caso del nivel superior, donde sí se vio más afectado por la pandemia, con una ligera diferencia con respecto a los periodos anteriores.
De las estadísticas del SEN podemos concluir que la covid-19 contribuyó insignificantemente en la deserción escolar. La inmensa mayoría de los alumnos abandonan sus estudios por causas económicas como lo podemos ver en los ciclos escolares anteriores a la pandemia. La deserción escolar, pues, es un problema de muchos años que no se ha atendido, un problema que estaba a la vista de todos, pero que las autoridades competentes nunca le dieron su importancia.
Ahora que la pandemia golpeó fuerte a los mexicanos, el tema de la deserción escolar está en boca de todos. Los que dicen velar por la educación de los mexicanos están ahora más espantados que nunca, como si el fenómeno de la deserción escolar fuera algo nuevo, que nadie había visto antes.
Lo único nuevo de esto es que la pandemia vino a descorrer el velo y mostrarnos lo monstruoso del mundo educativo mexicano. La pandemia vino a desnudar al capitalismo reinante y lo irracional que es el modelo educativo actual.
La pandemia vino a decirnos que es urgente hacer un cambio en dicho modelo educativo si queremos que no haya más deserciones escolares. La pandemia nos vino a decir que si queremos que los jóvenes mexicanos comiencen y culminen plenamente sus estudios, es urgente y necesario crear empleos bien remunerados para los padres de los estudiantes, infraestructura educativa con todos los servicios necesarios y suficientes para brindar una educación de calidad e integral y construcción de dormitorios estudiantiles en todo el país con sus comedores subsidiados por el Estado. Pero está claro que el Estado actual no solucionará este problema.
Es necesario que estudiantes y maestros se organicen y se eduquen para tomar el poder político y desde este escenario hacer los cambios educativos que se proponen. De otra manera seguiremos igual o peor como hasta ahora.
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