La pandemia de covid-19 además de crear una crisis de salud pública, ha traído consigo el desempleo y una pérdida económica no vista en años, que pone en peligro el bienestar y los medios de vida a corto, mediano y largo plazo de millones de personas en el mundo.Según informe publicado el 7 de abril por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el efecto de la pandemia global del coronavirus sobre el empleo será devastador, pues unos 195 millones de empleos de tiempo completo se podrían perder tan sólo entre abril y junio de este año, debido al cierre de fábricas y empresas a nivel mundial: "Se prevé que la crisis de covid-19 elimine 6.7 por ciento las horas laborables en todo el mundo en el segundo trimestre de 2020, equivalente a 195 millones de trabajadores de tiempo completo".Los sectores de hotelería, servicios de alimentación, ventas minoristas, reparaciones, manufacturas, bienes raíces, negocios y artes encabezarán la lista de los devastados por la actual crisis.
Sin embargo, el aumento del desempleo mundial durante 2020, dependerá de la evolución de la pandemia y las medidas que adopten los gobiernos para auxiliar a las empresas, preservar el empleo y los ingresos, y estimular la economía, pues cuatro de cada cinco trabajadores a nivel mundial ya están sufriendo las consecuencias de los confinamientos totales parciales de ciudades enteras que muchos gobiernos se han visto forzados a imponer.Guy Ryder, director general de la OIT destacó que, "es indispensable actuar con rapidez, decisión y coordinación.Las medidas correctas y urgentes podrían hacer la diferencia entre la supervivencia y el colapso".
La situación se hace todavía más crítica según dicho informe- si se considera que alrededor de 2000 millones de personas trabajan de manera informal, la mayoría de ellos en países emergentes y en desarrollo, donde "…la economía informal contribuye al empleo, los ingresos y medios de vida y en muchos sectores tiene un papel importante".Sin embargo, los trabajadores de este sector carecen de la protección básica que los empleos del sector formal suelen ofrecer pues en su mayoría son vendedores ambulantes, recicladores de desechos, camareros, obreros de la construcción, los del transporte y domésticos.
Esta contracción del empleo sin precedentes ya ha empezado a sentirse en muchos países, y México no puede ser la excepción: la OIT estima en 7 por ciento las horas laborables que se perderían como consecuencia de covid-19; dice también que los sectores de la economía que concentran mayor riesgo de desempleo son los que emplean a una cantidad mayor de trabajadores en el país: el secundario o industrial, 13.8 millones (24.8%) y el terciario o de los servicios, 34.7 millones (62.3%), datos del INEGI, según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), octubre-diciembre de 2019.
Otra de las vulnerabilidades de nuestro país es el empleo informal.Según la última ENOE, 31.3 millones de personas componen la Población Ocupada Informal sector informal, trabajo doméstico remunerado de los hogares, trabajo agropecuario no protegido y trabajadores subordinados que aunque trabajan en unidades económicas formales, lo hacen en modalidades fuera de la seguridad social,misma que sumada a los 1.9 millones de desempleados oficialmente reconocidos, son los más golpeados por la pandemia, pues el acceso a los sistemas sanitarios y a programas de protección social es limitado y el gobierno federal no implementa programas específicos de apoyo al desempleo para compensar los ingresos perdidos y tampoco para asegurar la provisión de bienes de primera necesidad para no padecer hambre.
El 23 de marzo, el gobierno federal a través del Dr.Hugo López-Gatell, subsecretario de Salud, hizo el llamado a todos los mexicanos, "quédate en casa", "quédate en casa", "quédate en casa", pero al acatar el llamado resulta que ahora la gente tiene un serio problema de hambre porque no tiene comida en su casa y tampoco dinero para comprar pues la mayoría de los trabajadores fueron despedidos o ya no pueden realizar la actividad que les permitía allegarse recursos para la manutención de la familia.El remedio resultó ser tan nocivo como la enfermedad.Hasta hoy el gobierno de la 4T no responde al llamado de auxilio que millones de familias vulnerables en todo el país le hacen para que se implemente una campaña nacional de entrega de alimentos para paliar el hambre que se vive en estos momentos.
Recientemente, el subgobernador del Banco de México, Jonathan Heat, dijo durante una conferencia sobre recuperación económica, organizada por el Consejo Coordinador Empresarial, que una de las cosas que más debería preocupar por la pandemia de coronavirus es el desempleo, cuya tasa, estimó, podría superar el 10,7%, lo que sería mayor que lo visto en algunas de las crisis más fuertes vividas con anterioridad."Estamos con el peligro de que pudiera superar el pico de 7,9 que vimos en 2009 o incluso alcanzar y sobrepasar el pico de 10,7% que vimos en la crisis tequilera del 95", advirtió.Por su parte la Coparmex señala que esta es la quinta caída a tasa trimestral del PIB y la más severa en 11 años, que a este ritmo se perderán entre 1 millón y 1.5 millones de empleos formales en México en un par de meses y que urge la actuación del Gobierno Federal para rescatar la economía.
En Yucatán, un nuevo estudio del Centro para la Competitividad de Yucatán (CCY) señala que el sector productivo entrará en fase crítica en mayo y junio, por lo que se acentuarán los despidos de trabajadores y el quiebre de negocios ante la falta de respaldo del Gobierno Federal, ya que, a finales de marzo y principios de abril, 143 mil empleos corrían el riesgo de perderse.La fragilidad del sector empresarial pone en riesgo el sustento de varios miles de familias, ya que los negocios más afectados por la crisis generan el 82% de los empleos formales en la entidad, añade el reporte.Destaca además que, debido a que el sector comercio y servicios representa el 95 por ciento de las microempresas, los bajos niveles de sueldos y el reducido tamaño de su producto interno bruto, la entidad es una de las más vulnerables del país.
Si el problema del desempleo y los bajos salarios representaba para la mayoría de los mexicanos pobreza y desigualdad, la covid-19 ha venido a ahondarlas, sumiendo a todos en una situación sin salida, si el Gobierno Federal y los gobiernos estatales no corrigen la actitud que han asumido hasta ahora para enfrentar la pandemia, no debiera sorprendernos que una crisis social de graves consecuencias se presente.Todos los mexicanos debemos unirnos en un frente común para exigir al presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, se atienda con prontitud la crisis de salud, alimentaria y económica que padecen millones de familias trabajadoras; que no se limite a adelantar el dinero de sus programas sociales, que no abarcan a todos los que necesitan y que se han distribuido con carácter claramente partidista; que tome en consideración algunas de las propuestas hechas por el sector empresarial para posponer pagos fiscales e incluso inyectar recursos económicos al sector productivo que permitan reanudar actividades en mejores condiciones para disminuir la tasa de desempleo.No "estamos bien", ni "vamos bien", como afirma López Obrador mientras hay crisis y recesión, aumenta la pobreza y la desigualdad y como siempre, los paganos son los más vulnerables.
El derecho de todos los individuos a tener un trabajo en condiciones equitativas y satisfactorias, a la protección contra el desempleo, sin discriminación, con igualdad salarial, remuneración digna, protección social y sindicación, solamente se convertirá en realidad con un cambio en el modelo económico vigente, mismo que no hará el gobernante en turno, por iluminado que se crea; esto solo será posible con la participación decidida de todos los sectores progresistas de la sociedad, incluidos los empresarios, postulado que sostiene el Movimiento Antorchista Nacional.A esta alianza por el progreso del país convocamos a todos los mexicanos.Que nadie dude de lo certero del planteamiento.
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