Hace algunos años un amigo especialista en temas de salud mental me comentó que existía un problema grave, como muchos otros, que tiene nuestra sociedad capitalista y neoliberal, pero que muy poco o nada se hace por parte del gobierno para solucionarlo, por lo que amenazaba con que muy pronto ocuparía el primer lugar en la lista de las enfermedades que flagelan a los mexicanos, opinión nada exagerada si nos detenemos a observar la realidad.
La ansiedad, la depresión y otros trastornos del estado de ánimo del ser humano, son problemas de la salud mental que crecen exponencialmente y que, al no atenderse desde su raíz, generan fatales consecuencias como la depresión y el suicidio.
El 26 de junio de 2019, la UNAM publicó que, en México, 15 de cada 100 habitantes sufre depresión; es decir, el 15 por ciento de los mexicanos, y que la cifra podría ser mayor porque algunas personas jamás han sido diagnosticadas y viven sin saber que la padecen.
De acuerdo con la OCDE, en 2020 pasamos de un 3 por ciento de la población con depresión a un 27.6 por ciento en 2021; incremento que estuvo influido por el impacto de la pandemia de covid-19.
Para 2021, la Encuesta Nacional de Bienestar Autorreportado (ENBIARE) registró que el 19.3 por ciento de la población adulta tiene síntomas de ansiedad severa; en tanto, otro 31 por ciento revela síntomas de ansiedad mínima o en algún grado.
En una nota publicada el 8 de octubre de 2021, el periódico El Economista publicó que, dentro de los países integrados a la OCDE, México ocupa la primera posición con los mayores niveles de ansiedad.
Ahora bien, si la depresión no se trata a tiempo y correctamente, el desenlace casi siempre es el suicidio. El portal web Psycien1ciahttps://www.psyciencia.com señala que “la depresión y otros trastornos del estado de ánimo son factores de riesgo para el suicidio…” y que “… el 98 por ciento de las personas que murieron a causa del suicidio tenían un trastorno mental diagnosticable.”
El problema es grave; entre enero de 2020 y marzo de 2021 se registraron medio millón de personas fallecidas por suicidio, de acuerdo con datos del INEGI. En las colonias populares es muy frecuente escuchar tristes noticias de que alguien se quitó la vida mediante ahorcamiento, autointoxicación o disparo de arma de fuego.
Aquí les relato tres lamentables casos de los muchos que he conocido en Nicolás Romero. Una tarde, mis compañeros antorchistas me llamaron para notificarme una tragedia: una joven madre soltera se había quitado la vida por ahorcamiento, lo cual hizo en presencia de sus hijos de 2 y de 4 años. La falta de empleo y los problemas económicos fueron la causa de una depresión fatal.
El segundo caso lo protagonizó una ingeniera agrónoma egresada de la UAM Xochimilco: después de librar ingentes obstáculos para terminar su carrera universitaria, tardó tres años en conseguir un empleo, por lo que desarrolló ansiedad que posteriormente se convirtió en depresión con trastornos psicóticos leves. En momentos de lucidez y confianza, confesó que tenía ideas suicidas.
El tercer y último caso ocurrió en el municipio de Atizapán de Zaragoza: una jovencita de tan solo 13 años, proveniente de una familia humilde de cinco integrantes, también se quitó la vida por ahorcamiento. Sin que el diagnóstico fuera depresión, presentaba trastornos en su estado de ánimo causados por las dificultades económicas de la vida diaria, lo cual resulta factor determinante para que la gente decida quitarse la vida, como lo aseguró la OMS el 17 de junio de 2021, día en que publicó que cada año cerca de 703 mil personas se quitan la vida, muchas más intentan hacerlo, y que más del 77 por ciento de los suicidios ocurridos en 2019 tuvieron lugar en países de ingresos bajos y medianos.
El portal del gobierno de Oaxaca publicó en marzo de 2020 que cada 40 segundos se suicida una persona y la UDG Centro universitario de ciencias de la salud aseguró que: “…problemas familiares y económicos; llevan a jóvenes entre 12 y 24 años a quitarse la vida.
En la mayoría de los casos, la pobreza y la desigualdad son el factor común determinante que causan la ansiedad, la depresión y el suicidio.
Los raquíticos ingresos económicos en las familias mexicanas, la falta de empleo, los salarios indignos, la deserción escolar a temprana edad, la falta de oportunidades para que los jóvenes estudien una carrera universitaria, un sistema de salud deficiente e insuficiente hasta para la salud básica, la inflación de precios de la canasta básica, la falta de servicios indispensables como el agua potable y la energía eléctrica, el problema de la vivienda, etc., etc., son los problemas que llevan a los más pobres al suicidio.
Para que eso no suceda, urge que en México se distribuya mejor la inmensa riqueza que es generada por las manos de los trabajadores.
El Movimiento Antorchista Nacional propone construir una sociedad más justa para todos los mexicanos, donde haya empleo para todos, salarios dignos, obras públicas que beneficien a los mexicanos en general y no solo a los ricos, y que estos paguen más impuestos porque ganan más.
Para lograrlo necesitamos organizarnos y juntos trabajar con conciencia de clase, con unidad y lucha ante el panorama desolador. Si no lo hacemos, los mexicanos seguiremos pagando las consecuencias.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario