Para iniciar, quiero mencionar que puede entenderse como deporte escolar todas aquellas actividades lúdicas, motrices y deportivas que, mediante procesos educativos y pedagógicos, fortalecen la formación integral de las niñas, niños, adolescentes y jóvenes en edad escolar, como complemento al desarrollo educativo para satisfacer sus necesidades e intereses. La formación integral de las niñas, niños, adolescentes y jóvenes en edad escolar es un proceso continuo, permanente y participativo que busca desarrollar, armónica y coherente mente, todas y cada una de las dimensiones del ser humano a fin de lograr su realización plena en la sociedad.
El actual programa de estudios “Aprendizajes Clave para la educación integral” supone que todos los niños, niñas y jóvenes de México, sin importar su contexto, tengan una educación de calidad que les permita ser felices y tener éxito en la vida. Se entiende que el objetivo de este es que la educación pública, básica y media superior, además de ser laica y gratuita, sea de calidad e incluyente. Esto significa que es responsabilidad del Estado garantizar el acceso a la escuela a las niñas, niños, adolescentes y jóvenes, y asegurar que la educación que reciban les proporcione aprendizajes y conocimientos significativos, relevantes y útiles para la vida, independientemente de su entorno socioeconómico, pero si nos preguntamos realmente qué se aprende, cómo se aprende y para qué se aprende, las respuestas nos demostrarán lo contrario.
Según el plan de estudios vigente, la educación física debería contribuir a la formación integral de niñas, niños y adolescentes a desarrollar su motricidad e integrar su corporeidad a partir de estrategias didácticas como la iniciación deportiva y el deporte escolar. Sin embargo, la primera contradicción se encuentra en el hecho de, según datos de la UNICEF, hasta antes de la pandemia en México más de 4 millones de niñas, niños y adolescentes no tenían acceso a la educación, a pesar de ser un derecho constitucional, eso sin contar los 5.2 millones de estudiantes que abandonaron la escuela después de la pandemia por diversos factores como la falta de recursos o la lejanía de las escuelas, cifra que va en aumento, pues aquellas niñas, niños, adolescentes y jóvenes que viven en zonas marginadas están en riesgo de no ir a la escuela o, en su caso, tener un bajo aprovechamiento debido a la pobreza, ya que esta afecta de manera directa la salud y nutrición de las personas, lo que se traduce en una desventaja en términos de aprendizaje.
La segunda contradicción es que, precisamente, los estudiantes que pertenecen a este sector de la población y logran asistir y permanecer en una escuela, no reciben la educación física que se estipula en el plan, es decir, los estudiantes de las zonas marginadas no tienen acceso al deporte escolar. Es sabido por todos, que en las zonas marginadas donde hay centros educativos en su mayoría cuentan apenas con uno o dos maestros para cubrir todos los grados, por lo que no le destinan tiempo a esta actividad fundamental en la formación integral de las personas.
Es necesario y urgente que se corrija el rumbo de la educación y del deporte no solo en las zonas marginadas, sino en todo el país, y que, através del deporte escolar y la actividad física, las niñas, niños, adolescentes y jóvenes de las zonas marginadas y en situación de vulnerabilidad adquieran valores como el esfuerzo, el respeto, la disciplina, el trabajo en equipo y obtienen herramientas para resolver diferentes situaciones y conflictos.
Para Antorcha, el deporte es fundamental para coadyuvar a la formación del hombre nuevo, del mexicano recio, inteligente, culto, progresista y patriota, por eso, se ha dado a la tarea de llevar a estas y otras zonas no solo educación, sino también arte, cultura y por supuesto, deporte. Muestra de ello es que en las escuelas fundadas en zonas populares por el Movimiento Antorchista, los alumnos han logrado obtener grandes resultados en el terreno deportivo, en competencias escolares oficiales de nivel primaria, secundaria y bachillerato a nivel de zona, estatal, regional y nacional.
El deporte escolar es mucho más que una actividad física, es una herramienta para educar y mejorar el rendimiento escolar, una herramienta que le permite a las niñas, niños y adolescentes convertirse en individuos libres que vivan en solidaridad con los demás, por eso no se debe olvidar.
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