* No hay suficientes unidades por lo que debe gastarse en taxi; lo más complicado es el regreso a casa
Chalco, Edo. de Méx. Diversas son las complicaciones que padecen en el transporte colectivo miles de habitantes de la zona de los volcanes, Estado de México.
Las llamadas “combis” son las que conforman la mayor parte del transporte colectivo que circula en el municipio de Chalco; hay alguno que otro camión, pero para la movilidad a los municipios aledaños son las combis, los camiones de los volcanes y, desde luego, el autobús “Sur”.
Los campesinos son la población mayoritaria en la zona, aunque existe una cantidad considerable de hombres y mujeres que salen a laborar al municipio de Ixtapaluca y muchos otros se van a la Ciudad de México.
Son varias las dificultades que la gente pasa para movilizarse: desde las 4 de la mañana empieza el movimiento de la gente, pero a esa hora sólo logra movilizarse en taxis, pues todavía no opera el transporte colectivo: empieza a circular a partir de las 5 de la mañana. Como se entenderá, el transportarse en taxi eleva el gasto de movilidad.
Luego, al llegar al centro de Amecameca —que es donde las personas abordan el transporte a su destino final— la gente está obligada a hacer largas filas, pues los vehículos de volcanes o autobuses Sur —procedentes del estado de Morelos—, no pueden transportar a toda la gente que requiere el servicio. Esto ocasiona que los vehículos estén sobresaturados, lo que pone en riesgo a la gente de sufrir accidentes.
Con tal de llegar a sus centros de trabajo, abordan las unidades poniendo en riesgo su vida o exponiéndose a ser aplastados en las puertas de los transportes.
Otro calvario lo viven al regresar a sus casas: si salen tarde de su centro de trabajo, tienen que esperar hasta muy noche para encontrar una combi o camión vacíos o nuevamente se resignan a viajar hacinados.
Lamentablemente, el transporte colectivo que sale del municipio de Amecameca deja de circular a las 9:30 p. m., de tal manera que para moverse a los municipios aledaños, nuevamente, sólo lo pueden hacer en taxi, pero como son caros, hay personas que prefieren caminar un trayecto de hasta 40 minutos.
El testimonio que nos brinda Antonio Peñaloza es: “yo todos los días viajo desde Nexapa. Aunque es cerca de Amecameca, no hay transporte temprano, entonces, o uno se va caminando o en taxi y eso si logramos encontrar uno porque tampoco hay tantos.
Lo más complicado es el regreso a casa: si llego a Amecameca a las 10 de la noche ya no hay urbanos, y un taxi cobra como 100 pesos. Si hacemos cuentas, al día uno gasta unos 140 pesos de ida y vuelta; a la semana son 700 pesos, es decir, que casi la mitad del sueldo se va en el traslado.
Y no hablemos del tiempo que hacemos para ir y venir. Además, la comida, porque es todo el día, salir uno a las 5 de la mañana de su casa y regresar como a las 11 y media de la noche y muy cansado. Pero tenemos necesidad de trabajar y eso nos obliga a buscar empleo por donde podamos y, para ahorrar dinero, salimos más temprano de casa o llegamos más tarde porque hacemos los trayectos caminando… sólo así ahorramos un poco de dinero.
Desgraciadamente, las autoridades municipales, estatales o federales creen que esos problemas los tiene que resolver la gente, porque nadie nos dice que trabajemos tan lejos, pero qué hacemos si en la zona de volcanes o Amecameca no hay trabajo; ahí no encontramos empleo.
Pero yo creo que un gobierno humano, que esté al pendiente de los problemas de la gente y que se los resuelva, debe atender las carencias de la gente y de los municipios: que genere empleos para que no tengamos que salir muy lejos de nuestras casas y que mejore el transporte público: con eso nos ayudaría mucho, pero creo que eso es imposible con los gobiernos actuales, porque ya se ve que no atienden ninguna necesidad del pueblo.”
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