El 5 de junio del 2020, por una complicación renal, llevamos a mi padre al ISSSTE de Veracruz, y por un daño localizado en los pulmones, solo pude ser ingresado a la sala covid-19 para ser atendido de urgencia. Durante 4 días no supimos nada de su salud, pues estuvo totalmente aislado, solo recibimos una llamada de que había perdido la batalla. Vivir esta situación es verdaderamente doloroso y desesperante para cualquier familia, pues no puedes ver ni despedirte de tu ser querido.
Sé que miles de personas han pasado por la misma situación, y no desearía que más familias lo padecieran, de ahí mi preocupación genuina por el retorno a clases presenciales como un factor que pudiera provocar el incremento en el número de contagios y por consiguiente el número de víctimas mortales por covid-19 que actualmente no respeta ni género ni edad de las personas.
Soy director de un bachillerato en el puerto de Veracruz y corresponsable del trabajo en 10 escuelas de este municipio (preescolar, primarias, secundarias y bachilleratos), además de ser agremiado a Antorcha Magisterial. Sé de los diversos problemas que está enfrentando el sector educativo y de la difícil situación económica que prevalece en el país a causa de la pandemia, pero también estoy consciente de las distintas carencias que hay en las escuelas que hacen un retorno presencial sumamente complicado y riesgoso que están minimizando las autoridades educativas.
Este escrito no tiene la finalidad de que “truene, llueva o relampaguee se aperturen o no las escuelas, se asista o no a las mismas, o se hagan o no las cosas que ha dictado el gobierno federal y estatal”; la intención de este documento es proporcionar, desde mi poca experiencia y escaso conocimiento, información y pruebas que resulten valiosas para los estudiantes, padres de familia y maestros ante este famoso retorno escolar y puedan tomar así las decisiones y medidas pertinentes.
Veamos parte del problema que ha traído la pandemia con la aplicación de la educación virtual, en un país donde el sector educativo ya estaba en un estado crítico. Las matriculas de las escuelas han disminuido considerablemente en todos los niveles educativos. De acuerdo al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en México, 33.6 millones de personas entre los 3 y 29 años estuvieron inscritas en el ciclo escolar 2019-2020 (62.0% del total). De ellas, 740 mil (2.2%) no concluyeron el ciclo escolar: 58.9% por alguna razón asociada a la covid-19 y 8.9% por falta de dinero (comunicado de prensa número 185/21 fechado el 23 de marzo de 2021).
Para el ciclo escolar 2020- 2021 ya no se inscribieron 5.2 millones de niños y jóvenes (9.6% del total entre tres y 29 años), los motivos principales: el 26.6% consideró que las clases a distancia eran poco funcionales, el 25.3% señaló que el padre de familia o tutor se quedó sin empleo y el 21.9% carece de computadora, otro dispositivo móvil o conexión de internet. Aún estamos en espera de los datos generales del ciclo escolar concluido recientemente 2020-2021 y el ciclo a iniciar este 30 de agosto, seguramente los indicadores educativos no serán nada alentadores pues ya existe un rezago educativo muy alto.
Una de las estrategias diseñada por la SEV, ante tal situación, fue el acuerdo 16/06/21 como una medida de disminuir la reprobación, deserción e incrementar la eficiencia terminal acreditando a todo alumno inscrito en el nivel básico, ya no por cumplimiento del estudiante y evaluación del maestro, sino directamente por el sistema de captura de calificaciones de los centros escolares (SICEV) el cual no permitía poner una calificación reprobatoria, ocasionando el acomodamiento de cientos de estudiantes e inconformidades en muchos de los docentes (Ver imagen 1).
Por lo anterior, los maestros agremiados a Antorcha Magisterial consideramos el regreso a las aulas escolares como una necesidad de primer orden que sin duda alguna mejorará el desempeño e interés de los niños y jóvenes por continuar sus estudios, liberará a los padres de familia o tutores para desempeñar sus actividades laborales o recreativas, además facilitará la labor educativa (metodología de enseñanza-aprendizaje, evaluación y economía), sin olvidar que reactivará en gran medida la economía del sector público y privado. Por otro lado, también consideramos que en este momento NO existen las condiciones necesarias para un Retorno a Clases Seguro por diversas razones que sería necesario enumerar:
1. Semáforo rojo. De acuerdo a la semáforización epidemiológica, el estado de Veracruz se encuentra actualmente en semáforo rojo del 23 de agosto al 5 de septiembre, lo que significa que “solo se permitirán las actividades económicas esenciales, asimismo se permitirá que las personas puedan salir a caminar alrededor de sus domicilios durante el día” (página coronavirus.veracruz.gob.mx). El retorno a las actividades educativas solo se contempla en semáforo verde donde se señala: “se permiten todas las actividades, incluidas las escolares”.
Sin embargo, para el gobierno estatal, lo expresado anteriormente ya no es válido, pues el 12 y 13 de agosto de 2021, el Consejo Nacional de Autoridades Educativas, llevó a cabo la LIII Reunión Plenaria Ordinaria, en la cual se tomaron acuerdos referentes a la toma de acciones y estrategias para el regreso a clases presenciales donde la Secretaría de Salud señaló: “La educación es una actividad prioritaria y esencial, lo que permite que se pueda regresar a las aulas aún en semáforo rojo cumpliendo con las medidas sanitarias implementadas por las autoridades competentes” (Comunicado del Gobierno del Estado publicado el 28 de agosto de 2021, firmado por el maestro Cuitláhuac García Jiménez, gobernador del Estado y por Zenyazen Escobar García, Secretario de Educación de Veracruz).
2. Ascenso de contagios covid. De acuerdo con la Secretaría de Salud (Ssa) a través de los datos abiertos de la Dirección General de Epidemiología, para el día 31 de agosto del año en curso, México había registrado 259,326 defunciones; 3,352,410 casos positivos estimados y 105,632 casos activos entre la población (sin considerar las personas asintomáticas o casos aislados). En el estado de Veracruz, se han acumulado 102,346 casos positivos y 11,749 pérdidas lamentables, todos estos datos de acuerdo al portal oficial del Gobierno del Estado.
Ahora bien, de acuerdo a las cifras del Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes de México revelan que entre abril de 2020 y agosto del año en curso se han registrado 160,000 contagios en menores de edad, de los cuales 758 perdieron la vida. Mientras que algunos expertos, dicen que la cifra representa una fracción mínima, los médicos expresan su preocupación por el aumento de contagios en ese grupo poblacional, pues no se cuenta con los espacios e insumos necesarios para un incremento en la población.
3. Alta ocupación hospitalaria. De acuerdo con los datos de la Secretaría de Salud para el 26 de agosto de 2021, en nuestro país, a partir del 8 de abril, la fecha pico de hospitalización general se da el 23 de agosto de 2021 con el 53.25% y la fecha pico en cuidados intensivos se da el 24 de agosto de 2021 con un 61.81%, es decir, ambos picos se dan en el mes de agosto. En el estado de Veracruz la ocupación hospitalaria general (para esta misma fecha) se encuentra al 72.23% lo que genera gran preocupación entre toda la población, ya que, con el regreso presencial, un estudiante en lugar de estar ocupando un mesabanco en la escuela, podría estar ocupando una cama dentro de algún hospital, si bien llegara a encontrar un espacio o contar con la economía para solventar los gastos particulares.
4. Difícil situación económica para las familias. La pandemia trajo a los mexicanos algo más que enfermedad, afectó los ingresos de la economía familiar. Las familias se vieron afectadas por la pérdida de empleo o la disminución de salarios. Muchas familias hoy trabajan solo para pagar las deudas generadas al principio de la pandemia, lo cual las condena a vivir en mayor pobreza. De acuerdo con Banxico, se anticipa un aumento importante en las tazas de pobreza total y extrema (se estima que alrededor de 9 millones de mexicanos podrían pasar a ser considerados como pobres y un número similar podría caer en situación de pobreza extrema, sin considerar la gran población que ya ocupa estas categorías. El regreso a clases presenciales podría afectar más la economía de las familias, ya que, sin considerar el transporte, materiales, calzado y todo lo propio al tema educativo, ahora hay que considerar el factor salud, ante la mayor probabilidad de contagio, las familias podrían ser víctimas y el tratar la enfermedad del covid-19 no es nada barato.
5. Bajo porcentaje de vacunación. En nuestro país, de acuerdo a la Secretaría de Salud, a finales de diciembre de 2020 se inició la campaña de vacunación contra el coronavirus, para el viernes 27 de agosto, 57 millones 343 mil 646 personas mayores de 18 años habían recibido al menos una dosis de vacuna contra el virús SARS-CoV-2. Del total de personas vacunadas, 33 millones 220 mil 439 (58%) completaron el esquema, mientras que 24 millones 123 mil 207 (42%) cuentan con medio esquema.
Pero si analizamos más a detalle, de acuerdo al Inegi, en el 2020 existía una población total de 126,014,024 personas (niños, jóvenes, adultos y ancianos) por lo tanto si consideramos los datos previos aportados por la Secretaría de Salud, sólo el 45% de la población total habría recibido al menos una dosis y 26% habría completado el esquema de vacunación. Esto es preocupante, ya que en nuestro país ningún estudiante de nivel básico ha sido vacunado hasta el momento, y la tercera ola de la variante Delta es muy contagiosa afectando principalmente a los jóvenes al no haber recibido ninguna dosis.
Por lo anterior, la Federación Nacional de Estudiantes Revolucionarios “Rafael Ramírez” (FNERRR), grupo de estudiantes vigorosos y valientes, alzaron la voz manifestándose a nivel nacional y estatal de diversas maneras durante estos últimos meses solicitando al gobierno que vacunara a todos los estudiantes o que al menos el 80% de la población estuviera vacunada para un regreso a clases presencial más seguro, sin embargo, no tuvieron éxito.
6. Temor del docente. A partir del 20 de abril se empezó la aplicación de la vacuna CanSino (desarrollada por el Instituto Biotecnología de Beijing y la Farmacéutica China) para todos los maestros en una sola dosis. De acuerdo al debate generado por la efectividad de esta vacuna, la Secretaría de Salud aceptó que tiene una eficacia del 65% para la prevención de todas las infecciones sintomáticas del covid-19, 28 días después de su aplicación (El Financiero 09/06/21).
Además, como lo afirma el doctor Adolfo Hernández Garduño, vocero de CansinoBio para México, los estudios reflejan que a los 6 meses es conveniente un “refuerzo”, cuando la eficacia, que originalmente se asegura ser del “65 al 68 por ciento” ha disminuido al “más del 50%” (entrevista realizada en la revista Conecta y Tec Sounds Radio).
Por lo anterior, muchos maestros, aún con la vacuna, han resultado infectados por primera vez como fue mi caso (ver imagen 2) o por segunda ocasión, variando desde la asintomatía hasta padecer síntomas graves lo que nos comprueba que nadie es inmune ante el virus y todos podemos ser portadores a la vez. Por lo cual muchos maestros guardan temor principalmente por infectar a sus familiares: hijos, papás, hermanos, etc., por lo que solicitan el reforzamiento de la vacuna con la segunda dosis.
Sin embargo, como maestros no somos considerados en riesgo o peligro, el 27 de julio de 2021, el Diario Oficial de la Federación, señala: “Las personas a quienes se haya administrado un esquema de vacunación contra el virus SARS-Cov-2 y habiendo transcurrido dos semanas posteriores a la aplicación de la última dosis, no son consideradas dentro de la población en situación de vulnerabilidad para contraer dicha enfermedad grave de atención prioritaria”. Además, estamos obligados a regresar a las escuelas: “la educación preescolar, primaria, secundaria, normal y demás para la formación de maestros de educación básica, las autoridades escolares, docentes y personal de apoyo y asistencia a la Educación deberán asistir al plantel que les corresponde conforme a lo establecido en el acuerdo 15/06/21” (tomado del acuerdo número 23/08/21 emitido por la SEP).
7. Carencia de servicios básicos e infraestructura escolar. El doctor Ernesto Treviño Ronzón, investigador del Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales de la Universidad Veracruzana en una entrevista que dio a AvcNoticias, comentó que “41 mil 423 escuelas primarias, secundarias y de bachillerato en México no tienen acceso a agua potable, y que 47 mil 566 planteles de estos niveles educativos no tienen infraestructura para el lavado de manos”.
A lo anterior, puedo agregar que es similar el número de escuelas sin luz eléctrica, ya sea porque nunca han tenido este servicio o porque les fue cortado el suministro en este periodo de pandemia a falta de pago, con tarifas exorbitantes, a pesar de no contar con población que hiciera uso del servicio, tal es el caso de la primaria “Salvador Díaz Mirón” del puerto de Veracruz con un acumulado de $88,054 durante estos 17 meses (ver imagen 3), lo que resulta difícil solventar considerando que se encuentra en la Reserva Territorial de Matacocuite donde habitan padres de familia de bajos recursos. Suena incongruente que las mismas dependencias de gobierno te obstaculicen el regreso a clases.
A esta deficiencia en servicios básicos habría que sumar la falta de computadoras e internet, así como los actos de vandalismo y el abandono por el confinamiento, el último reporte de la SEP informó que 10 mil escuelas en el país fueron vandalizadas en lo que va de la contingencia, no cuentan con instalaciones, cables, tuberías de cobre, sanitarios, tazas, lavabos, llaves de agua, etc. Lo peor viene cuando los estudiantes y maestros no tienen aulas e infraestructura necesarias y dignas para impartir y recibir clases, lo que impide poner en práctica todos los protocolos señalados en las gacetas, acuerdos o pronunciamientos que realizan las autoridades educativas. Es un hecho que Espacios Educativos no dará solución rápida a todas las necesidades.
Sin embargo, en la Gaceta Oficial de la Federación no se dice nada sobre cómo la comunidad estudiantil afrontará todos estos problemas. Tal parece que los padres de familia tendrán que afrontar todos estos gastos ocasionando altas cuotas en las inscripciones.
8. Falta de insumos en las escuelas. Ya ni hablar del material de protección y de limpieza en los centros escolares. En el puerto de Veracruz, la delegada Diana Santiago Huesca, informó que han entregado 2,907 kits de limpieza a preescolares, jardines y primarias que constan de una sola dotación de 20 litros de gel antibacterial, 20 litros de cloro, 20 litros de sanitizante y 20 litros de jabón líquido, 1 aspersor y un termómetro de 5 litros por cada 100 estudiantes (ver imagen 4). Cabe mencionar que este material se entregó en el mes de julio y no alcanzó para la jornada de limpieza que programó la SEV en cada escuela en el mes de agosto como medida del regreso confiable y seguro. No hay fecha para una próxima dotación. Tampoco se entregaron cubrebocas ni guantes.
9. Efectividad de los protocolos. Ahora bien, suponiendo que se tuviera “una escuela modelo” donde se pudiera realizar todos los protocolos sugeridos por la SEP, por contar con los servicios básicos, infraestructura necesaria, insumos suficientes, el recurso humano y económico idóneos, aun así, seguiría habiendo gran riesgo, pues no hay que olvidar que en los autobuses, coches, cooperativas, papelerías, hogares, etcétera, es muy difícil guardar la sana distancia.
Además, no hay que olvidar la disciplina y actitud de los estudiantes de acuerdo a las edades, los niños de preescolar deben primero adaptarse a la escuela y al mismo tiempo al uso de cubrebocas ya que la mayoría no lo usó en casa, sin olvidar que todo se quieren llevar a la boca y recurrentemente tocan el piso; los niños de primaria no saben lo que es guardar la sana distancia pues tienden a mostrar su cariño y recurrentemente abrazan y quieren pasar el tiempo jugando como parte de su edad; y que decir de los jóvenes de secundaria y bachillerato, que a pesar de ser los más conscientes, se les dificulta mucho mantener los protocolos y más cuando hay parejas o relaciones camaraderiles. Los maestros tendrán que doblar esfuerzos en el cuidado e impartición de clases.
10. Responsabilidad anónima. El Gobierno federal y estatal sabe perfectamente de todas las deficiencias señaladas anteriormente que impiden un correcto regreso a clases presenciales, las ha analizado, estudiado y ha hallado las respuestas, pues está consciente de que se requiere grandes inversiones que no está dispuesto a solventar por el momento, pues ya tiene proyectos realizando que no puede dejar a un lado, por lo tanto, en cada escuela se hará lo que se considere conveniente y el estudiante, al no ser vacunado, se protegerá con lo que tenga a su alcance y confiará en sus defensas cayendo en “la inmunidad del rebaño”.
Pero el peligro de que los alumnos se infecten es indudable, bien lo dice el presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, “hay que arriesgarse”, y la decisión de ese riesgo lo tomará el padre de familia o tutor y las consecuencias las tendrá que afrontar él mismo. El gobierno y las autoridades educativas han acertado al decir “es voluntario” como una medida de deslindarse de cualquier situación lamentable que se llegara a dar, pero el tutor que en su casa no cuenta con computadora, teléfono móvil inteligente, internet y, sobre todo, el tiempo de asesorar a sus hijos, es fácil aceptar y hasta firmar una carta de autorización que te señale como único responsable.
El 18 de agosto la directora de Redes de la Vocería de Presidencia, Ana García Vilchis, aseguró que la carta responsiva para el regreso a clases, supuestamente impuesta por la SEP, que comprometía a los padres, era “falsa”. Pero me atrevo a decir que este documento llegó a varias escuelas (ver imagen 5) y que en algunos niveles y subsistemas se entregó a los padres de familia como parte del proceso de inscripción, donde la mayoría optó por no firmarla, pero si hubo un buen número de padres a favor de mandar a sus hijos a la escuela presencialmente.
Creo que no hay más que decir, las cartas ya están sobre la mesa, la estrategia de la SEP no tuvo éxito en el número esperado en el retorno a clases presenciales este 30 de agosto, pero si funcionó en el hecho de que el personal directivo, docente y administrativo regresaran a las escuelas para atender un número reducido de estudiantes. Nos encontremos en las escuelas dando lo mejor de nosotros, haciendo nuestro mayor esfuerzo y procurando evitar los contagios, lo hacemos sin lugar a dudas, tratando de solventar todas las problemáticas con un espíritu positivo, pero si es importante mencionar que no estábamos completamente
preparados para el regreso a clases presencial y que advertimos a tiempo las razones. Nosotros también nos libramos de toda culpa…
0 Comentarios:
Dejar un Comentario