Justo hace unos días se publicó la evaluación que realizó el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) a los programas sociales fundamentales de la 4T, con resultados vergonzantes para el gobierno federal y alarmantes para la nación.Los frutos del estudio se contienen en el documento denominado "Evaluaciones de diseño con trabajo de campo a 17 programas prioritarios de desarrollo social 2019-2020", se encuentra fácilmente en el portal web de la propia institución y proporciona datos reveladores, quizá más de los que quisiera presentar.
Recordará usted que uno de los argumentos centrales de Andrés Manuel López Obrador para justificar sus recortes presupuestales y su estrategia política de desmantelamiento y debilitamiento del Estado mexicano, fue la existencia de intermediarios en los programas sociales que implementaron los gobiernos anteriores, aunque, como acostumbra, nunca ha presentado pruebas de sus afirmaciones esperando que el cansancio del pueblo con los gobiernos anteriores hiciera que le creyeran .Con ello pretendió convencer al pueblo de que si dichos programas fracasaron fue por culpa de los "moches" de tales intermediarios, entre los que mencionó en más de 100 discursos por toda la geografía nacional principalmente al Movimiento Antorchista, al que burlonamente denominó "antorcha mundial".Para "componer" esa situación, el presidente con su 4T, el PT, el PVEM y sus aliados ofrecieron 17 programas sociales "nuevos", que vendrían a ser como la tabla salvadora para el país, como el de Jóvenes Construyendo el Futuro, Becas Benito Juárez, Sembrando Vida, entre otros.
Siendo así, es de suponerse que al evaluar el Coneval el desempeño de dichos programas a poco más de un año de su funcionamiento, un punto central del análisis sería la forma en que los programas de la 4T "desplazaron" a los intermediarios, los quitaron de la espalda del pueblo y salvaron al país de semejante lacra, considerando 1) que los supuestos intermediarios "ahora sí se quedaron sin sus moches" y 2) que su oposición actual no tiene causa social verdadera ni justificación, sino que sólo quieren recuperar sus antiguos privilegios y volver a darle "piquetes de ojo" al presupuesto nacional, o simples conservadores que desean volver al pasado.Pero por más que usted busque en el estudio del Coneval no encontrará más que vagas referencias al caso y ninguna evaluación de semejante propósito.
Primero, hemos de resaltarle a usted que la lectura de la evaluación da cuenta de situaciones que dan vergüenza y pena.Aunque el lenguaje del documento es relativamente cuidadoso no puede ocultar lo inocultable: que las estrategias de esos programas son erráticas y realizadas al aventón ("poca infraestructura física o recursos humanos insuficientes, en un contexto de austeridad y con recortes a los recursos" así como que "algunos programas tuvieron un diseño preliminar que se ajustó a la par de la implementación").A medida que se lee el estudio queda claro que son programas improvisados ("En muchos casos el diseño del programa se fue definiendo a la par de su implementación"), una y otra vez se dice esto de diferentes maneras, cambian de objetivos conforme se topan con dificultades ("Las redefiniciones de las intervenciones a lo largo del primer año de operación cuentan con poca claridad en la definición del problema que pretenden resolver"), que los operadores de los programas los siervos de la nación- no tienen reglas claras, no tienen compromisos serios y que el pueblo está en manos de un ejército de improvisados (eso de que cuentan con poca claridad en la definición del problema que pretenden resolver significa que no saben ni qué p…), que no dan certeza de cumplir sus objetivos, o sea, que hacen lo que se les antoja ("otros procesos fueran dejados de manera secundaria, como los relativos a la supervisión y el seguimiento a beneficiarios"). Esta última, la falta de supervisión, es gravísima.Amigo, es verdaderamente la relatoría de un auténtico caos, pero bien hecho, como veremos.Imagínese usted que el Coneval pide "identificar con claridad el resultado que buscan lograr en la población que atienden", o sea, no saben ni qué cosa pretenden.Así de grave.Y allí está el estudio, no estoy inventando nada, sólo tratando de explicarlo con palabras más llanas.
Y para eliminar a los "intermediarios" y dar al beneficiario "directamente" los recursos que con los programas prometen… se tiene que auxiliar de otros intermediarios financieros: los bancos.El Coneval señala que la gente no tiene la certeza de recibir los recursos en los plazos o fechas acordados, que está a la buena de Dios, que a veces tiene que ir a recoger sus recursos a distantes cajeros y ello les genera gastos innecesarios.Pero nada más: ni una referencia por nombre ni por asomo a "la organización Francisco Villa, Emiliano Zapato o la antorcha mundial".Si usted busca la evaluación de cómo la 4T salvó a la Patria de aquéllos monstruos que describían los discursos incendiarios de AMLO (extremadamente lentos y repetitivos hasta el enfado), no va a encontrar nada.Y no podrá encontrarlo, ni mucho menos cuantificado, porque eran viles mentiras para justificar sus golpes a la organización popular y la instauración de una dictadura.
Y mire usted, algo para la anécdota de la ineficiencia: ¡los programas no contaban con información precisa para la selección de sus beneficiarios o para iniciar los procesos de validación!, porque el "Censo del Bienestar" como fuente de información para determinar a quiénes si y a quiénes no darles los "beneficios" de uno u otro programa ¡no sirvió! ("Varios programas utilizaron el Censo del Bienestar como fuente de información para identificar su población objetivo, no obstante, posteriormente cada uno tuvo que realizar ajustes a los datos proporcionados para lograr tener bases de datos que les permitieran contar con información precisa") ¡Ajustes para contar con información precisa! ¡En tiempos de tanto avance computacional y con recursos que, aunque recortados, son inmensos! Para que me entienda mejor, los "servidores de la nación" son los responsables de hacer el "Censo del Bienestar" y luego ellos mismos se ven obligados a cambiarlo porque ¡no les sirve el que hicieron! ¿Y bajo qué criterio lo hacen, qué toman en cuenta para hacerlo? El propio Coneval deja ver la respuesta: en la página 68 de la evaluación al Programa Jóvenes Construyendo el Futuro, recomienda: "…así como indicar mecanismos concretos para que la colaboración se dé sobre objetivos comunes y con reglas claras, evitando que estos (los mentores-siervos de la nación, aclaro yo, LMLA) tengan que reportar sus actividades o resolver sus dudas con instancias que formalmente no son parte del programa".Se asoma la oreja de lobo "Reportarse con instancias que no son parte del programa" se refiere a instancias de gobierno controladas por el partido Morena y en última instancia a Morena mismo o a sus aliados.Se le mete mano, pues, abiertamente a estos programas con fines abiertamente partidarios, al fin que "casualmente", los hechores no tienen supervisión y viven en el limbo de la impunidad administrativa.En el estudio del Coneval queda claro que los 19 mil 614 "servidores de la nación", tienen un estatus administrativo ambiguo y así lo acepta.Sin supervisión, ¿a quién más pueden dar cuenta del activismo político que significa manejar recursos federales a su antojo? A Morena, al PT y a sus aliados.De todo esto ya había denuncias diversas, pero esta evaluación del Coneval —es decir, de una parte de la misma oficialidad que está destinada a eso precisamente, a evaluar las políticas de su propio gobierno—, esto ya es diferente: son evidencias concretas que proceden desde dentro del propio régimen.
Pero este caos que dibuja el Coneval en la instrumentación de los programas federales de AMLO no es casual.Está diseñado así para cumplir el objetivo de imponerse sobre los más humildes mediante los intermediarios oficiales, que son los servidores de la nación, sometidos a la voluntad de la 4T y que actuarán impunemente.Ese caos está diseñado para permitir a los activistas políticos de Morena usar libremente el recurso federal para manipular otra vez la voluntad popular y lograr que, agradecidos con las limosnas que les medio administran y padeciendo escasa conciencia y experiencia políticas, los más pobres voten de nuevo por Morena, por el PT, por el PVEM o por quienes designen.Una forma de controlar la voluntad popular, igualito que el PRI o el PAN en épocas pasadas, pero más desarrollada y, sin embargo, insultante y burda.
Le ha sido expuesta a usted una razón más para oponerse a este régimen y formar un frente opositor electoral que pugne por restituir el Estado de Derecho también en la instrumentación y realización de los programas sociales: por la salud de México, por razones de nuestra convivencia pacífica, la política social de este país no pueden volver a presentar estas lamentables características, no podemos volver a permitir que hombres de tan baja conducta moral se hagan cargo de nuestro destino.Que sea pronto.
Hermosillo, Sonora, a 17 de junio de 2020
P.S.Un paréntesis justiciero: no todos los programas se evaluaron; faltó el programa de las universidades para el Bienestar Benito Juárez porque ¡"no hubo condiciones para llevar a cabo el trabajo de campo"! No tuvieron "bienestar" esas universidades.Es que no existen.
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