Por órdenes de los países poderosos, toda la prensa mundial, la de México y la prensa poblana, desataron una agresiva campaña de calumnias contra Rusia y su presidente Vladimir Putin y en defensa de los neofascistas gobernantes de Ucrania. Se sostiene en los periódicos, en la televisión, en la radio y en las redes sociales, que Rusia está invadiendo a un país indefenso. Esta es una mentira inventada por el imperialismo yanqui.
Desde este artículo, me sumo a quienes sostienen una visión diferente de las cosas y afirmo, con base en la información que he leído, que Rusia se está defendiendo como país, que está defendiendo su derecho a ser una nación independiente.
La pregunta que todos debemos hacernos es: ¿cuáles son las causas de fondo del conflicto y por qué han entrado en guerra estos dos países?
Desde hace muchos años, Estados Unidos cercó militarmente a Rusia, desde su frontera occidental, ayudado por la OTAN y los países imperialistas miembros de esa organización militar. Esto quiere decir que Estados Unidos, en cada país vecino a Rusia, instaló complejos militares y bases de lanzamiento de misiles que pueden bombardear varias ciudades rusas. De esta manera, Rusia está sitiada por los misiles, aviones y militares de la OTAN. Para terminar de cerrar ese cerco contra Rusia, Estados Unidos buscaba incorporar a Ucrania a la OTAN; por eso, desde 2014 urdieron un Golpe de Estado en ese país para imponer como gobierno a un grupo fascista que ha realizado dos acciones: primero, desde hace ocho años han atacado a los ucranianos de la zona de Donbás, para obligarlos a abandonar sus ciudades y desde diciembre pasado lanzaron cohetes contra esas ciudades matando civiles y destruyendo escuelas y hospitales, pero de eso no dijo nada la prensa internacional. Segundo: con Ucrania como aliada, Estados Unidos instaló armas de ataque, misiles y cohetes con la mira puesta en Moscú y Petersburgo. Ese es el papel de Ucrania, usada por el gobierno de Estados Unidos.
Desde hace varios meses, Rusia pidió alto a las dos acciones: que se respetara al pueblo de Donbás y que se frenara la instalación militar. Nadie le hizo caso. Al contrario, la prensa internacional inició una agresiva campaña contra los rusos con mentiras que todos repitieron.
Vladimir Putin y su gobierno respondieron ante la inminente agresión del imperialismo yanqui: primero, reconoció la independencia de Donetsk y Lugansk, que eran las zonas atacadas por el fascismo ucraniano en el poder, e inició hace unos días una operación militar con un objetivo: desmilitarizar y desnazificar a Ucrania. A pesar de que el ejército ruso avanza sobre el país, lo cierto es que no está realizando ataques en las ciudades y no va a ocupar Ucrania, porque toda la operación consiste en destruir las instalaciones que son parte del cerco militar de Estados Unidos. Esto implica que se han destruido 74 instalaciones militares y 11 aeródromos. Cero bajas civiles. Los que digan lo contrario estarán mintiendo.
Rusia intentó otras vías de resolver el problema, pero Ucrania, alentada por Estados Unidos, se negó tajantemente y decidió pedir su incorporación a la OTAN. Ahora, cuando el gobierno ucraniano ve la guerra encima, se da cuenta tristemente de que ninguno de esos aliados sale a defenderlo, que ninguno levanta un fusil ni envía tropas y todos los han dejado solos. Ahora piden una salida negociada. Rusia ha respondido que sí está dispuesta a negociar con ellos. La realidad va colocando las piezas en su lugar. Espero que el mundo conozca la verdad y el fondo de estos problemas.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario