Es muy triste ver el desastre en el que está convertido nuestro país y más triste escuchar las indignantes declaraciones del presidente, Andrés Manuel López Obrador, al presumir con cinismo, en su conferencia mañanera del pasado martes 30 de mayo, que los grupos del crimen organizado que operan y controlan los caminos y accesos a las comunidades, respetan a los Servidores de la Nación al ser identificados como parte del Gobierno federal.
La investidura presidencial me merece todo el respeto, pero a las cosas hay que llamarlas por su nombre. Necesitamos decir las cosas como son, y creo que la anterior declaración evidencia de sobra la tontez e inutilidad del gabinete de la 4T que encabeza López Obrador, pues está completamente perdido, también es prueba de que el país está a la deriva y ante ello los mexicanos estamos obligados a reflexionar y corregir el rumbo de nuestra patria.
Que el país está a la deriva se evidencia cuando declara que está a favor de un llamado al crimen organizado para que no actúe con violencia, que está a favor de que el gobierno pacte (como lo ha hecho desde el inicio de su gobierno) con organizaciones criminales para que no ejerzan violencia y, en su caso, asuman la responsabilidad por sus crímenes. ¿Pero qué cosa es eso? ¿Qué clase de presidente tenemos que mientras negocia con el crimen organizado, calumnia, agrede, amenaza y encarcela a quienes considera sus opositores políticos?
Que el país está a la deriva se demuestra también cuando después de la confesión del presidente de que la inseguridad está desbordada, afirma que los programas de Bienestar, con becas para estudiantes y aprendices de oficios, han evitado que muchos jóvenes sean reclutados por los criminales y que los padres y abuelos que son beneficiarios de dinero público han evitado que hijos o nietos se enrolen en bandas delincuenciales. Ni como ayudarle.
Los mexicanos cada vez más nos acostumbramos a ver, con naturalidad, a través de las redes y medios de comunicación, escenas de jóvenes dedicados al crimen utilizando armas de uso exclusivo del ejército, como las que usa el gobierno estadounidense para combatir al pueblo y al ejército ruso en la región de Ucrania. Fusiles de alto poder, bazucas y lanzagranadas sin que al gobierno le inquiete en lo más mínimo. Se conforman con que a ellos los dejen transitar libremente por ser parte del gobierno federal. ¿Y a la población que no es parte de su gobierno que la maten?
Según el estudio “La guerra de los números”, realizado por el periódico argentino en línea, Infobae, basada en el registro de homicidios dolosos de la propia Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, hasta el mes de abril iban más de 151 mil 836 homicidios dolosos en lo que va del sexenio de López Obrador, de los cuales 8 mil 645 corresponden del 1 de enero al 21 de abril de 2023, muchos más que con los expresidentes Enrique Peña y Felipe Calderón.
Además, de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), México padece otra crisis derivada de la violencia, con 38 mil 078 mexicanos desaparecidos hasta enero de 2023 durante el gobierno de López Obrador. La violencia, pues, se ha desbordado como nunca a lo largo y ancho del país, y con mucho pesar y dolor, entre estos muertos van nuestros queridos compañeros luchadores sociales antorchistas de Guerrero, Conrado, su esposa Mercedes y su pequeño hijo.
Por ello, los antorchistas de México, al unísono, exigimos justicia y castigo inmediato para las bestias asesinas. Y como en Querétaro, al igual que en todos los estados de México se ha incrementado la delincuencia y el crimen en la que han salido perjudicados ciudadanos inocentes, por ellos, por Conrado, por Mercedes y su pequeño hijo, y por todos los muertos inocentes, nos lanzaremos a una campaña para exigir a las autoridades del estado, mayor atención y vigilancia a la población indefensa.
Como dije más arriba, necesitamos entre todos corregir el rumbo de México y, por lo tanto, no esperemos pasivos, cruzados de brazos, que nuestro estado se convierta en un Guerrero, Zacatecas, Michoacán, Colima, Guanajuato o San Luis Potosí. Invito a todos los queretanos a una campaña pacífica por un Querétaro seguro en beneficio de todos, especialmente de las mujeres queretanas, víctimas de discriminación, maltrato y de violencia.
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