MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Creed en las obras y no en las palabras

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La frase que titula esta colaboración aparece en la obra cumbre de don Miguel de Cervantes El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, y es una cita del Evangelio de San Juan (X, 38).Esta novela, aunque retrata la vida de la España del siglo XVI, sigue siendo de gran actualidad en el mundo de nuestros días y, por supuesto, en nuestro país, de ahí su alcance universal.De manera muy destacada, en ella se sintetizan las prevenciones que deben tener las aspiraciones de los más humildes, las carencias que sufren y las injusticias que se cometen en su contra.

Cinco días de la semana, el presidente López Obrador dedica entre una hora y media y dos horas por la mañana a hablar de los logros y de los objetivos del Gobierno de la 4ª transformación; los ciudadanos, por su parte, a través de los medios masivos de comunicación, pero sobre todo a través de su propia experiencia, pueden contrastar los logros anunciados con las palabras, así como reflexionar sobre si los objetivos anunciados la beneficiarán, cómo, cuándo y en qué medida.Y la verdad, es que la realidad nos dice más que las palabras.Veamos.

En relación con la pandemia de covid-19, el discurso presidencial ha variado desde afirmar que "ni siquiera es equivalente a la influenza", pasando por la sugerencia de usar amuletos o estampitas de santos para hacerle frente porque servían como "escudo protector", luego al "hay que abrazarse, no pasa nada", por lo que López Obrador emprendió una gira por Oaxaca, donde repartió besos y abrazos a diestra y siniestra, a pesar de haber dicho previamente "yo me ajusto al protocolo de salud"; después, al "ya se logró domar la pandemia de covid-19", y finalmente, ante la "nueva normalidad" a partir del 1º de junio, con 87 mil contagiados y 9 mil 780 fallecidos, al "hay que vencer el miedo a la covid-19", y para poner el "ejemplo" reinició sus giras el pasado 15 de junio.

Pero ¿qué nos dice la realidad? Nos dice que se trata de un virus mucho más peligroso y mortal que la influencia, que ni los amuletos ni las imágenes de santos han servido de escudo protector y que la 4ª T no ha logrado domar y vencer la pandemia, pues según los datos acumulados de la Secretaría de Salud que aunque han sido varias veces cuestionados, no hay más remedio que fiarse en ellos,del 28 de febrero al 16 de junio el número de casos confirmados era de 154 mil 863, el de casos sospechosos de 56 mil 843 y el de muertes de 18 mil 310.Apenas unos días antes, el experto en emergencias de la Organización Mundial de la Salud (OMS), declaró que México ocupa el séptimo lugar a nivel mundial en el número de nuevos casos y el tercero en las últimas muertes.El Presidente, ¿le ha venido mintiendo o no a los mexicanos en esta gravísima emergencia de salud? Sí, evidentemente, nos ha venido mintiendo.

A inicios de la pandemia, López Obrador declaró: "Tenemos los médicos, los especialistas, los hospitales, la capacidad para hacerle frente a este caso del coronavirus SARS-CoV-2". Falso.Lo que sí tenemos es un déficit de 200 mil médicos y enfermeras en los hospitales, por lo que se tuvo que recurrir a la contratación de dicho personal (el IMSS solo pudo contratar 17 mil médicos generales); mucho menos se cuenta con la cantidad suficiente de médicos especialistas que se requieren para la atención de covid-19.Tampoco se tiene la cantidad necesaria de hospitales para una pandemia de esta magnitud, por lo que se tuvieron que habilitar como hospitales sitios como el Autódromo Hermanos Rodríguez, por citar solo un ejemplo; la infraestructura hospitalaria está en pésimas condiciones y no existen suficientes camas de terapia intensiva ni respiradores.Además, existen cientos de testimonios de médicos, enfermeras, camilleros y demás personal hospitalario, e igual número de testimonios de familiares de contagiados y de deudos que desmienten al presidente; asimismo, las manifestaciones públicas a que ha tenido que recurrir el personal médico y de enfermería dicen más que las palabras.Conclusión: el presidente, otra vez, le miente al pueblo de México.

En cuanto al empleo, a principios de abril el Presidente anunció la creación de 2 millones de nuevos empleos en nueve meses, sin embargo, este optimismo presidencial fue catalogado por algunos especialistas de "inconcebible" (México Evalúa), pues al no existir un plan de apoyo a las empresas lo más seguro es que varias tengan que cerrar y, en consecuencia, que crezca el desempleo.Cabe aclarar que esa promesa consiste en crear empleos temporales, no empleos formales y permanentes, y que está sustentada en dar ocupación a través de la extensión de sus programas como Sembrando Vida, así como vía la inversión pública en obras como el famoso tren Maya, pero no en políticas nuevas para sortear la presente crisis.Está claro que tal promesa es solo un paliativo más no un remedio a la terrible desocupación que ya sufren millones de mexicanos; de acuerdo con el INEGI, como consecuencia de la pandemia, al 10 de junio 12 millones de trabajadores ya habían perdido su empleo, pero como el Presidente siempre tiene "otros datos", ese mismo día recurrió a la maniobra de dar la información del IMSS, que solo registra los empleos formales, y sonriente, declaró "no hemos llegado al millón".Es francamente una grave irresponsabilidad estar jugando de esa manera con datos tan trascendentes para la economía del país, los mexicanos tenemos derecho a conocer la verdad, por muy cruda que ésta sea.

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Además, desde que inició la pandemia los dueños de micro, pequeños y medianos negocios solicitaron el apoyo del Gobierno federal para poder mantenerse a flote, como respuesta se les ofrecieron créditos a la palabra por una cantidad de 25 mil pesos, ¿cuánto considera usted, amable lector, que pueda hacer el propietario de un negocio con esa cantidad? Pero eso no es todo, pues solo se está contemplando el crédito para un millón de dichas empresas, cuando resulta que a nivel nacional existen 4 millones de empresas de este tipo, por lo que ya podemos dar por muertas y enterradas a las 3 millones restantes.En cuando a las grandes empresas, a inicios del presente mes los principales líderes empresariales se reunieron por segunda ocasión con López Obrador, para pedirle que hiciera más por la economía, la respuesta fue contundente, "ustedes hagan lo que crean que tienen que hacer y yo haré lo que tenga que hacer", es decir, el Presidente no ve o no quiere ver la importancia que tiene para un país cualquiera la inverión privada, cree que sin ella es posible tener una economía fuerte.A nivel de otros países, se sabe que sus gobiernos han tenido que inyectarle dinero a sus economías y que han recaudado varios millones de millones de dólares con el propósito de que las empresas no cierren, evitando así el despido de sus trabajadores, pero al Gobierno de la 4T parece no interesarle lo que otros hagan y cree que el impacto de la crisis económica mundial no afectará a México.

¿Y el apoyo a los trabajadores, cuyos centros de trabajo tuvieron que cerrar? Al igual que a los pequeños y medianos negocios, se les prometieron créditos personales del ISSSTE, o sea, solamente a los trabajadores del Estado, y créditos para la vivienda.Nada más.A estas alturas de la pandemia no ha habido un apoyo directo, ni en dinero ni en alimentos, para todos los trabajadores.¿Y qué decir de los trabajadores informales, que representan el 56 por ciento de la población económicamente activa del país? Nada se les ha ofrecido, por el contrario, han sufrido persecusión, golpes y decomiso de su mercancía.En el estudio "Desafíos de Desarrollo ante la covid-19 en México", elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), se propone otorgarles transferencias directas de alrededor de 3 mil 500 pesos a fin de garantizar el acceso a la canasta básica, lo cual representaría el 0.15% del Producto Interno del país.Sin embargo, repito, no ha habido ninguna propuesta de López Obrador al respecto, por lo que, al igual que a los trabajadores que tenían un trabajo formal, se les ha reducido a la miseria, al hambre y a un mayor peligro de contagio dadas las condiciones deplorables de sus viviendas, a la falta de servicios, como el agua potable, que hoy es más indispensable que nunca para evitar adquirir la covid-19.Por tal motivo, a miles de familias vulnerables a lo largo y ancho del país no les quedó más remedio que la medida desesperada de colocar trapos de color blanco para solicitarle al Gobierno federal apoyo alimenticio, pues sin trabajo y confinados en sus viviendas, les era imposible llevar a sus hogares algo para comer, pero la respuesta a este grito desesperado sigue siendo nula.Esta es la verdadera cara de la 4ª T que, engañando de nuevo a los mexicanos, cada vez que así lo cree conveniente esgrime su consigna de "primero los pobres".

En resumidas cuentas, la inmensa mayoría del pueblo está atravesando como puede una grave crisis de salud, se ha quedado sin empleo y, por tanto, sortea, también como puede, la falta de alimentos que, aunado a la falta de servicios indispensables para tener una vida más llevadera, actualmente se debate entre la vida y la muerte.La economía está decreciendo a pasos agigantados y se pronostica una crisis peor que la sufrida en 2008, por lo que el panorama nacional es verdaderamente dantesco.Ante esta realidad, que no en las palabras, ¿puede alguien en su sano juicio seguir creyendo en el Presidente y su partido? Eso sería un gravísimo error.Urge, pues, formar un frente nacional único, en el que participe el pueblo organizado y todo aquel que esté de acuerdo en la necesidad de crear un nuevo proyecto de país.

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