Quise hacer una reflexión sobre la situación en que, la covid-19 encuentra al pueblo de Durango.Dado que la propaganda gubernamental, redes, etc., desinforman más que informar, quise basarme en datos y cifras verificables por cualquier ciudadano mínimamente interesado en informarse.
Primero, tomemos algunos ingredientes oficiales sobre la realidad social duranguense, al 2018, según la Secretaría del Bienestar, dependencia emblemática del Gobierno Federal.
La población total calculada al 2018, es de 1, 852,952 habitantes, de los que 667,062 son pobres (36%).De ellos, 615,180 (33.2%) viven en pobreza moderada, con "al menos una carencia en educación, servicios de salud, seguridad social, calidad y espacio de vivienda, servicios básicos y, cuyo ingreso es insuficiente para adquirir los bienes y servicios satisfactores de necesidades alimentarias y no alimentarias; y, el resto, 51,882 almas (2.8%), viven en pobreza extrema, con tres o más carencias, con un ingreso tal, que utilizándolo íntegro en adquisición de alimentos, no alcanza para obtener los necesarios para matar el HAMBRE.
Con carencias en calidad y espacios de vivienda, viven 125,400 duranguenses, entre los que 91,900 viven amontonados en cuartuchos (hacinamiento), 30,300 tienen piso de tierra, 10,100 tienen techos de material endeble y, 6,200 viven entre paredes de material vulnerable y, de estos, miles combinan dos o más carencias.
Respecto a servicios básicos en la vivienda, 50,300 humanos carecen de agua potable; 104,600, de drenaje, (el documento no aclara cómo contabiliza obras inconclusas e infuncionales); 3,500 viven sin electricidad; 16,200, carecen de estufa o chimenea.
En el tema educativo, Bienestar resume que sólo 2 de cada 10 niños obtuvieron buenos resultados en el área de lenguaje y comunicación, según la prueba PLANEA.Nada dice sobre infraestructura educativa.Hasta aquí los ingredientes que tomé del recetario de la Secretaría del Bienestar.De fuentes estatales, tomemos sólo tres.
En salud, según la Secretaría de Salud del Estado (sólo lo que registra y publica), en 2019, hubo en el estado decenas de muertes por TUBERCULOSIS y HAMBRE; 672 casos de desnutrición, de los cuales 29 son severos.
La comunicación es un mito en amplias zonas serranas y de la zona indígena, la internet, un sueño al cual tampoco tienen acceso cientos de miles de familias de cabeceras municipales y colonias populares de la capital.
En el campo duranguense, debido a la sequía de 2019, se sembró poco y se cosechó menos, por lo que no hay existencia de semilla de frijol ni para sembrar el ciclo que ya está encima y, para cuando los agostaderos maduren, habrá muerto mucho ganado, sobre todo de medianos y pequeños ganaderos.
Pongamos todos esos ingredientes en el recipiente de procesamiento (nuestra cabeza), mientras agregamos sólo algunos más de la realidad nacional, de cuya suerte es parte estatal, aceptémoslo o no.
En la mayoría de los rubros mencionados, a pesar de su propio diagnóstico, el gobierno federal SUBEJERCIó recursos en el 2019 y, prácticamente en todos, aplicó recortes en el PEF 2020, aprobado por los diputados de la 4T, "incondicionalmente y sin cambiarle ni una coma", por instrucción presidencial, según presumió y celebró Mario Delgado.El efecto combinado de subejercicio y recortes, toma un carácter cuasi criminal en el sistema de salud, pues derivó en cancelación de recursos para niños con cáncer, cáncer de mama, equipo hospitalario, medicamentos, insumos, despido de personal médico.
La economía decreció, en 2019, en 0.1% del PIB; previo a la pandemia, la SHCP pronosticaba profundización de la recesión en 2020, con un decrecimiento del PIB del 3.9%; al primer trimestre de 2020 (enero-marzo), el INEGI ya registra 1.6% de decrecimiento (quinto trimestre negativo al hilo).Sumemos que PEMEX reportó pérdidas, en 2019, por 346,135 millones de pesos (BMV) y, por 562,200 millones, en el primer trimestre (enero-marzo) de 2020, que, con las de PEMEX-refinación y otras, suman más de 900 mil millones de pesos (casi un billón de pesos).Ahora, ante una inevitable recesión mundial post pandemia, organismos autorizados pronostican que el PIB en México, decrecerá de menos 6.9% a menos 10.8%, dependiendo de la efectividad de las medidas de contención y reactivación que instrumente el gobierno.
En tal circunstancia llega a nuestro estado la covid-19, como ingrediente estrella de ese plato amargo de miseria.¿Cómo lo procesa y cómo lo resuelve el gobierno? Un repaso, no de su discurso, su "información" mañanera y nocturna y las que se acumulen, sino de sus acciones durante la pandemia, puede darnos la pista sobre el centro de sus preocupaciones.
1. Gobierno del Estado y municipios.Entrega de una despensa a un número limitado de personas, convocados en lugares públicos al iniciar la fase 2 de la pandemia.Hasta ahorita, es todo.
2. Negativa del Gobierno Federal a realizar pruebas de detección; y, a proveer de equipo de protección al personal de salud, al que se sataniza cuando lo exige.
3. Sesión de la Cámara de Diputados, en plena pandemia, para autorizarse una reforma reelectorera y, en estos días, en plena fase 3, intentona torpe y brutal, de realización de sesión extraordinaria para ceder al Presidente de México, el manejo directo y discrecional del presupuesto de la federación.
4. Recomendación de medidas tales como: quédate en casa, guardando sana distancia, sin trabajar y sin alimento.
Mientras tanto, la pandemia rebasa, infecta y mata al personal del sector salud y al pueblo.Con tales medidas, no es extraño que la pandemia rebasa al sector salud, con mucho, mientras que el pueblo, ya resiente el hambre de un encierro con sabor a muerte por hambre.El grito desesperado y exigente de personal médico para que se le brinde protección y del pueblo, para que se le brinde alimento durante el confinamiento, reciben por parte del gobierno federal, descalificaciones, amenazas y azotes legaloides.Del gobierno estatal y de los municipios, indiferencia.
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