México podría llegar al final de la década con la menor disponibilidad de agua por habitante desde que existen registros, por lo que el país deberá actualizar los marcos legales y regulatorios para el manejo de este recurso natural, así como como modernizar la infraestructura hidráulica, recomendó el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
De acuerdo con el Banco Mundial, la disponibilidad de agua en México ha disminuido drásticamente a lo largo de las últimas décadas y es que en 1960 la disponibilidad promedio anual por persona era de 10 mil metros, para 2012 alcanzó los 4 mil metros cúbicos y es muy probable que para 2030, esta cifra se ubique por debajo de los 3 mil metros cúbicos por habitante. Si a esto le agregamos el grado de contaminación en algunos lugares, nos condenamos a que esto sea más pronto. Algo de esto ocurre en Querétaro.
Según el Reporte Mundial de Desigualdad hecho por la Asociación Mexicana de Agencias de Investigación de Mercado (AMAI), en coordinación con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, Querétaro destaca como la quinta entidad, donde se concentra la clase alta de México, con 10 por ciento de su población, por debajo de la Ciudad de México, Nuevo León, Aguascalientes y Sonora.
Dicho de otra manera, Querétaro es (como México a nivel mundial) una de las entidades más desiguales del país, pues, mientras el diez por ciento de la población cuenta con mayor nivel de vida y bienestar económico y social, pueden cubrir todas sus necesidades, y se enfocan en invertir y planear su futuro, como evidencia el reporte, por el contrario, el 90 por ciento restante carece de las necesidades más indispensables.
Y no es de extrañar, por tanto, que como resultado de esta desigualdad, vecinos de Jurica, importante centro de población de la capital del estado, denuncien que las aguas negras ya han invadido sus casas, pues al abrir las llaves en algunos domicilios, se ha registrado que comienzan olores insalubres, y que la falta de nueva infraestructura de drenaje provoca inundaciones de aguas negras que afectan a más de dos mil 500 viviendas.
Llevan días con aguas negras corriendo sobre la calle de manera excesiva, denunciaron el pasado 23 de marzo. Ya llegaron al límite, desde hace años, que el drenaje en Jurica ya no funciona, ya no sirve. Nadie quiere vivir así, con el correr de aguas negras, enfatizó uno de los vecinos de la Asociación de Colonos Jurica Campestre, (Rotativo, 16 de marzo).
Denunciaron que su drenaje se encuentra colapsado e inservible, por lo que desde 2011 hemos hecho llamados a las autoridades para que intervengan y realicen una obra hidráulica en la zona. Hemos presentado varias demandas a instancias como la Comisión Estatal de Aguas (CEA), la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y la Comisión Nacional de Aguas (Conagua); sólo esta última, dijeron, ha trabajado con ellos para revisar su problemática pero sin que se haya hecho algo al respecto.
La respuesta de los funcionarios de la CEA a través de la oficina de Comunicación Social ha sido que este problema debe ser atendido de manera interinstitucional. Se debe realizar un trabajo en conjunto con el municipio de Querétaro, la Conagua, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), la Procuraduría Estatal de Protección al Medio Ambiente y Desarrollo Urbano (Pepmadu) y la misma CEA.
Que bien, la respuesta no está mal, pero, ¿cuándo? ¿Qué dirían los funcionarios de estas dependencias si fueran ellos los que por más de 12 años, tuvieran qué lidiar con los malos olores, encharcamientos, el correr de las aguas negras y la contaminación del agua potable en sus casas?
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