El río Yaqui duró dos años seco y hoy apenas corre un hilito de agua que no es ni el 10 por ciento de lo que tenía (Ya corre agua por el Río Yaqui (elimparcial.com). El río Mayo corre tan contaminado que, de plano, la Dirección de Salud Municipal de Navojoa advierte sobre el riesgo y recomienda no bañarse en sus aguas negras (Pide Departamento de Bomberos de Navojoa a no bañarse en el Río Mayo – No Pasa Nada).
El río Sonora fue contaminado hace ocho años por el poderoso consorcio capitalista Grupo México, sigue contaminado, sigue activa la causó que lo contaminó y siguen las fuertes denuncias de que nuevos derrames están en puerta.
El río Colorado, al norte, fue declarado en peligro de extinción por la sobreexplotación de sus aguas, al grado de que su delta, al ingresar a Mar de Cortés, es prácticamente un desierto. Hace décadas que el río no fluye regularmente en México (Declaran al río Colorado en peligro de extinción…¿Qué se hace para rescatarlo? (msn.com). Ya casi no se ven tortugas y peces en el río Concepción.
No se necesita ser un biólogo para darse cuenta del daño al medio ambiente y a la vida, a las plantas y animales y de cómo nos afecta a los humanos. No se necesita ser un sociólogo para darse cuenta de que las principales responsables de este desastre son las industrias mineras, las manufactureras en general y las agrondustriales, a manos de las clases poderosas y, sólo después, la población común.
Ni tampoco se necesita ser un político experto para darse cuenta de la ausencia de un plan integral de recuperación de nuestros ríos, por parte del gobierno morenista de Andrés Manuel López Obrador. Cero. Al respecto, es totalmente impotente, está rebasado y no se puede contar seriamente con este gobierno para hacer algo que frene verdaderamente la tragedia.
La contaminación y las sustancias tóxicas causan en el mundo al menos nueve millones de muertes prematuras (https://news.un.org/es/story/2022/02/1504162). Según otros estudios, la del aire causa 10 millones (La contaminación del aire mata a 10 millones de personas al año - The New York Times ) y los daños que perduran por el resto de la vida en muchos más millones de trabajadores son incalculables. Cada año mueren 600 mil niños a consecuencia de la mala calidad del aire, alerta la ONU (Contaminación mata a 13 personas por minuto; 92 por ciento de la población mundial vive entre aire sucio, excelsior.com.mx).
Mientras esto ocurre, los grandes multimillonarios han aumentado escandalosamente sus riquezas: el dueño de Grupo México, Germán Larrea, aumentó su fortuna solo durante el año pasado en 3 mil 700 millones de dólares, es decir el equivalente a unos 70 mil 300 millones de pesos, lo que serviría para construir unos 252 hospitales de especialidades como el que dejaron echarse a perder en Ures, que costó 279 millones de pesos (mdp). Pero la riqueza total del empresario minero asciende a 30 mil 800 millones de dólares, que equivale al costo de unos 2 mil 97 hospitales del mismo tipo (Germán Larrea: cuánto aumentó la fortuna del segundo empresario más rico de México en el último año - Infobae). Pero este es sólo un ejemplo.
El afán rapaz por la ganancia capitalista no solo nos roba toda la naturaleza, sino la fuerza y el entusiasmo por la vida (Engels). A la par que se degrada la naturaleza se degrada socialmente el hombre, se degradan sus relaciones familiares e interfamiliares: la vida en un ambiente altamente contaminado se convierte en un infierno de desesperación e intolerancia, de agresión y enfermedad.
Nos sentencian a la estupidez y al atraso más atroces: “Cáncer, alergias, infecciones, lesiones, ronchas y manchas en la piel son algunas de las principales afectaciones que sufren las víctimas del mayor desastre ecológico en la historia de la minería en México, y después de ocho años la justicia para los damnificados aún no llega”. (“A 8 años del derrame en Río Sonora, la justicia aún no llega”, Expreso 22/08/06 y Afectados por derrame en Río Sonora quintuplican sus gastos, critica.com.mx).
Según la ONU, las zonas de sacrificio son regiones del planeta cuyas comunidades están expuestas a niveles extremos de contaminación y sustancias tóxicas. Las personas que habitan las zonas de sacrificio viven explotadas, traumatizadas y estigmatizadas. Se les trata como si fueran desechables, se ignora su voz, se excluye su presencia en los procesos de toma de decisiones y se pisotean su dignidad y sus derechos humanos (misma nota del portal de las Naciones Unidas anteriormente citada). Pareciera la descripción actual de la cuenca del río Sonora. Con nuestros ríos así de contaminados por las empresas capitalistas ¿no será que toda Sonora debería ser declarada como zona de sacrificio? ¿Pondría ello fin a la degradación física y espiritual de nuestra gente?
Tal vez, aunque dicha declaración sería poco favorable a los actuales gobiernos, y no creo que lo acepten, de poco serviría si no se les liman las uñas a los capitales insaciables que ya dejaron echar a perder ese hospital construido específicamente para atender a los 25 mil damnificados de la cuenca del río Sonora: en efecto, sale más barato no hacer nada… y así se gana más.
Sin embargo, se acercan tiempos electorales y ya se preparan los discursos mareadores que pretenderán distraernos. En guardia, trabajadores asalariados, no hay que dejarse engañar por los demagogos que prometerán soluciones ecológicas mágicas si se vota por ellos.
No debemos tener duda de que, en lugar de gastos sociales en infraestructura que solucionen de raíz la contaminación de nuestra naturaleza y de nuestras familias, veremos destinarse recursos hacia las campañas políticas, hacia el reparto de cantidades pequeñas a nuestros viejos y gente más desesperada para que se sienta bien tratada, que piense que ‘al menos este gobierno me da algo, por eso le daré mi voto’, sin pensar, desdichados, que se trata sólo de una migaja miserable para nublar su mente y hacerlos votar por la oficialidad: piedad hipócrita y manipulación, pues.
Urge que los oprimidos del mundo conozcan las leyes del desarrollo de la sociedad y la naturaleza, aprendan a reconocerlas y las apliquen correcta y consecuentemente para cambiar su destino. Nadie vendrá a hacerlo por ellos, si no lo hacen ellos mismos. Organizarse, estudiar y luchar, es el único camino para rescatar nuestro planeta.
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