Se ha convertido en una constante el crecimiento anárquico de la urbanística de Morelia; ya no se diga en épocas electorales, como es el caso de la Comuna que se encuentra en funciones.
En el caso de Morelia, la capital michoacana, cuenta con mil 405 colonias aproximadamente, de las cuales mil 155 son colonias regulares y 250 colonias irregulares y de estas últimas, 13 son las únicas que cumplen con el requisito del 65 por ciento de habitabilidad, señalado por el Código de Desarrollo Urbano del Estado.
El desorden urbano en que ha venido creciendo la ciudad de Morelia se localiza, sobre todo, en la periferia de la capital michoacana, como en las llamadas zonas populares donde la gente de escasos recursos busca un lugar en donde vivir y que esté al alcance de las precarias condiciones económicas en que vive; si es que a ello se le puede llamar vida. En estos lugares, la mayoría de los morelianos ha adquirido un terreno relativamente barato y en facilidades de pago conocido como “terreno en breña”, un pedazo de tierra donde vivir sin servicios de los más elementales, como el agua potable y el drenaje; lugares de residencia que los medios de comunicación frecuentemente tienden a llamar “cinturones de miseria”.
Este crecimiento urbano totalmente desordenado, no es espontáneo ni casual y obedece a causas objetivas y bien definidas; dentro de las cuales la sociedad moreliana, michoacana y de todo el país, conoce varias, que en orden de importancia describiremos a fin de demostrar que el grave problema del crecimiento anárquico de la mancha urbana tiene solución. Dentro de otras causas, abordaré la fundamental que se refiere a un fenómeno de tipo estructural, el sistema de producción capitalista, hoy neoliberalismo en plena decadencia y fase terminal, en el cual se desarrolla nuestra sociedad mexicana y michoacana, donde se promueve un individualismo engreído, soberbio y ambicioso, donde se manifiesta la inequidad, la desigualdad económica, insultante e inaceptable. Esta desigualdad social, se presenta como un problema socioeconómico producto de la injusta distribución de la riqueza de la renta nacional (valor de todos los bienes económicos producidos por un país en un año); que mantiene un reducido número de mexicanos acumulando grandes riquezas y, en contraste, otro grupo de mexicanos amplio y mayoritario, que en ocasiones no cuentan ni para comer.
Otra causa tiene que ver con las ineficientes administraciones municipales, ya no se diga la que está en funciones, que se ha dedicado a administrar lo que heredaron de la Comuna anterior, haciendo más de lo mismo, en el discurso prometiendo proyectos innovadores en materia urbana y con tendencia de favorecer a los pobres de Morelia, pero en los hechos, los morelianos siguen esperando esos proyectos de primer mundo.
La necesidad de un Plan Rector en Urbanística con sentido social, a 100 años, sigue vigente y brilla por su ausencia; en su lugar siguen los viejos y caducos planes del pasado, con prácticas viciadas hasta la médula, como: un crecimiento anárquico de la mancha urbana en manos de desarrolladores que tienen como meta la máxima ganancia, con la menor inversión, el menor esfuerzo y en el menor tiempo y, en donde la construcción lineal cede el paso a la construcción vertical. Termina por completar el desorden urbanístico, la aplicación laxa y en ocasiones nula, de la normatividad urbanística, por parte de la autoridad municipal; sobre todo cuando el gestor cuenta con poder económico y político, ya no se diga en épocas de actividad electoral. Esta actitud discrecional y complaciente, de la autoridad municipal se presenta a favor de compañías de grandes desarrolladores urbanos y grupos de ejidatarios dedicados a la compra-venta de terrenos en breña. Para demostrar la existencia del grave problema del desorden urbanístico en Morelia, expondré tres casos en los ejidos, veamos:
1) En el Ejido de “Santa María de Guido”, los habitantes de la colonia “Tucanes”, en mayo del 2017, solicitaron intervención de la Comuna para parar la obstrucción de cinco vialidades y detener la construcción ilegal de viviendas en terrenos vendidos por ejidatarios al margen de la ley; 2) En el Ejido de “La Soledad” la misma historia, pues, la actual Comuna no para construcción ilegal edificada en vialidad y con el agravante de una venta fraudulenta de un ejidatario en terrenos que pertenecen al gobierno del estado; 3) en El Ejido “Isaac Arriaga socialista”, los ejidatarios venden los terrenos hasta en tres ocasiones; hecho que violenta los derechos de los colonos para tener una vivienda digna, según el Art. 4 constitucional.
Así, se comprueba el crecimiento desordenado de la mancha urbana moreliana y que está haciendo crisis en la administración municipal morenista en funciones, pues, el abandono en que se le tiene, sin el Plan Rector en Urbanística; y a los morelianos emplazados a la escasez de agua potable, resultado de la época de estiaje más crítica vivida, con sus más bajos niveles.
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