Escasos tres años hace que el presidente, Andrés Manuel López Obrador, de Morena, llegó al poder de la República con poco más de 30 millones de votos, equivalentes al 53% de los votos emitidos por el electorado; algo sin precedentes en la historia moderna de nuestro país. Los múltiples actos de abuso de poder, corrupción, inseguridad e incremento del crimen organizado, entre muchos otros problemas constantemente denunciados por sus opositores provocaron que el electorado, con una gran esperanza de mejorar, decidiera apoyarlo y a todos los candidatos de su partido, Morena, sin importar quienes fueran.
Pero después de una gran ilusión vino la decepción. ¿Han bajado los índices de corrupción? ¿Han disminuido los feminicidios? ¿Acaso ha disminuido la inseguridad y el abuso de poder? ¿La gasolina, el gas, la electricidad y de los artículos de primera necesidad, han bajado de precio, como prometieron? No, nada, todo ha empeorado. Ya en el poder, en lugar de trabajar para cumplir sus promesas, regresaron a lo que saben hacer muy bien: mentir, robar, traicionar, violar y hacer demagogia. ¿Cómo mejorar si son los mismos que cometían esos delitos, siendo de Morena o de otros partidos?
Tres años han bastado para que el pueblo se dé cuenta que contrariamente a lo prometido, no son iguales sino peores. Todos los días mienten, roban y traicionan como los mejores, como se vio una vez más con el desplome de la línea “línea dorada” de Marcelo Ebrard, ocurrido la noche del lunes 3 de mayo, entre las estaciones Olivos y Tezonco, al sureste de la Ciudad de México, dejando 26 muertos y 75 heridos de gravedad; la mayor tragedia en la capital desde el terremoto del 19 de septiembre de 2017, situación que ha creado indignación porque evidencia actos de corrupción en su proyecto, construcción y mantenimiento.
La Línea 12 fue proyectada, e inaugurada sin terminar en 2012, por el entonces Jefe de Gobierno de la Ciudad y actual Secretario de Relaciones Exteriores, de todas las confianzas del Presidente López Obrador y su Secretario de Finanzas, Mario Delgado, ahora presidente de MORENA, con un costo de más de 26 mil millones de pesos a pesar de haberse estimado en 17 mil millones de pesos, terminada durante la administración del actual senador del PRD, Miguel Ángel Mancera y administrada a partir de 2018 por el gobierno que encabeza Claudia Sheinbaum.
Pero, ¿qué cuál fue la causa del desplome y quiénes son los responsables de esta desgracia?
Pues nada, que como siempre, lo barato sale caro. Hubo negligencia del gobierno de la Ciudad de Claudia Sheinbaum, a pesar de las miles de quejas y denuncias de la gente que a simple vista veía el deterioro de las trabes y puentes del sistema de transporte. La propia Secretaria de Finanzas del gobierno de la Ciudad, Luz Elena González dio a conocer la cuenta pública de 2020, donde indicó un subejercicio de 587.8 millones de pesos destinados al mantenimiento del Metro, en su mayoría materiales y suministros, al aprobarse un presupuesto inicial de 15 mil 652.6 millones de pesos, que se redujo a 14 mil 878.4 millones de los que sólo ejercieron 14 mil 290.5 millones de pesos.
¿Y cómo culpar Morena y López Obrador en sus mañaneras a los políticos sinvergüenzas, corruptos y neoliberales de las administraciones pasadas que les dejaron un cochinero, si son ellos mismos, quienes, por negligencia, hacer recortes y cancelación de recursos por su “asesina austeridad” los responsables de la tragedia? Aunque el presidente López Obrador prometió “con la cola entre los pies”, que "El pueblo de México tiene que conocer toda la verdad y no se le va a ocultar nada", los mexicanos se han dado perfecta cuenta que eso es demagogia, que no le importa el dolor humano y que es el único y absoluto responsable de la tragedia y de todo el desastre que ocurre en nuestro país, por su mal llamada “política de austeridad y anticorrupción”, por lo que este 6 de junio, Morena dejará de tener mayoría en el Congreso de la Unión y perderá una gran cantidad de candidaturas en las entidades como se deja ver ya en las encuestas publicadas.
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