La pobreza no la crea la gente pobre. Es producto del sistema que hemos creado, por ende, hay que cambiar los modelos y conceptos rígidos de nuestra sociedad. 

Muhammad Yunus

A propósito de la pobreza franciscana y de las políticas estériles de austeridad económica con las que se autocomplace el presidente Andrés Manuel López Obrador, la OXFAM expidió un documento titulado La sobra de la austeridad ¿Quién paga la cuenta del Covid-19 en América Latina y el Caribe?, el cual inicia diciendo que “hoy más que nunca, los  Gobiernos de los distintos pases de América Latina y el Caribe necesitan abandonar todo indicio de austeridad e incrementar significativamente sus recursos públicos con el fin de destinarlos a garantizar políticas sociales efectivas para su población, especialmente para aquellos segmentos en mayor condición de pobreza y vulnerabilidad, afectados por las desigualdades estructurales que padece la región.”

Explica como ALC tenía un crecimiento del 1.5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) durante el periodo de 2008 a 2019, hasta ese año, debido a la pandemia que desestabilizó esta constante, y que fue la única región con mayor decrecimiento en el mundo, con una recesión histórica del -6.8 por ciento, y México con un -8.2 por ciento.

Considerando esta realidad económica y financiera, que afectó al planeta entero, y el reto para cada gobierno de poder enfrentar esta crisis, mientras que en otros países del mundo tuvieron un control moderado de los efectos de la pandemia en los sectores de salud y educativo, en México se tuvo un total descontrol en todos los aspectos tanto social, como de salud, educativo, laboral, y, por supuesto, económico.

No solo para el cierre de 2020 experimentábamos la desigualdad como no se había visto en los dos años anteriores, sino que también se registró a la par, aumentos exorbitantes de pobreza extrema como consecuencia de esta desigualdad. El documento expone que, al cierre de 2021, el 10 por ciento de la población de esta región, capturó el 77 por ciento de la riqueza total de los hogares, mientras que el 50  por ciento más pobre apenas concentró el 1  por ciento de la riqueza. En 2020 y 2022 han aparecido 27 nuevos mil millonarios en la región, cuya riqueza ha crecido, además, a razón de 5 millones de pesos por hora y 120 millones de pesos al día. “Los mil millonarios de ALC (97) tienen más riqueza que 392 millones de personas en ALC (el 60 por ciento de la población de esta región). 

Solo los dos hombres más ricos de la región (Carlos Slim y Germán Larrea, ambos de México) tienen más riqueza (USD 100,000 millones) que la mitad de toda la población de ALC (USD 91,000 millones)” (op.cit.).

De acuerdo con Carlos Capistrán, economista en jefe para México del Bank of América Securities, se tiene un pronóstico de cero crecimiento económico del PIB mexicano para el 2023 debido a la fuerte desaceleración económica en Estados Unidos (EE. UU.), y en efecto, esa ha sido una constante mínimo desde 1876, donde, si bien ya había relaciones anteriores entre la naciente nación de los Estados Unidos y la Nueva España, se fortalecieron los lazos económicos y diplomáticos hasta después de la independencia de México y con el nombramiento de un estadounidense como primer embajador en el territorio mexicano. 

En fin, debido a la gran dependencia nacional con el capital extranjero y más puntualmente, de EE. UU., México y principalmente el pueblo pobre de nuestro país, viene sufriendo las consecuencias de un sistema decadente. Pero no en todo el mundo pasa lo mismo. China, por ejemplo, que desde 1906 ha venido difundiendo y apropiándose del marxismo, aplicando sus principios de crecimiento y desarrollo social. Y en efecto, China es un ejemplo para el mundo. Acaba de finalizar el XX Congreso del Partido Comunista Chino mismo que fue, y que ha sido desde su creación en 1921, respetuoso de su eslogan “Servir al Pueblo”. 

¿Por qué es un ejemplo para México y el mundo? Porque a pesar de que no siempre se tuvo un gobierno como el actual, y a pesar de que sus relaciones diplomáticas y económicas, no eran como las que tiene ahora, lograron formar el más poderoso bastión de hombres y mujeres que trabajan como un solo hombre y un solo ideal, logrando sacar a China adelante en todos los aspectos. 

“A lo largo de los últimos diez años, adhiriéndonos al marxismo-leninismo, al pensamiento de Mao Zedong, a la teoría de Deng Xiaoping, al importante pensamiento de la triple representatividad ya la concepción científica del desarrollo, e implementando integralmente tanto el pensamiento sobre el socialismo con peculiaridades chinas de la nueva era como la línea y la estrategia fundamentales del Partido, hemos adoptado una serie de medidas estratégicas, hemos propulsado una serie de prácticas transformadoras, hemos conseguido una serie de avances rompedores y hemos alcanzado una serie de resultados emblemáticos, habiendo con ello superado la prueba de los riesgos y desafíos en una variedad de aspectos — política, economía, ideología, naturaleza, etc.—, de modo que la causa del Partido y del país ha logrado éxitos históricos y ha experimentado transformaciones históricas, impulsando la entrada de nuestro país en la nueva expedición para la construcción integral de un país socialista moderno”, cita su informe presentado ante el congreso. 

Todos los gobiernos de todos los países del mundo, México entre ellos, deberían voltear la vista al gigante asiático y seguir sus pasos si es que quieren trabajar realmente por las grandes mayorías de cada país, dejarse de vagas políticas económicas y ponerse a trabajar. El mundo, hoy más que nunca, necesita ese cambio que la logró China.