Los días aciagos ya habían quedado en el pasado, ahí habían quedado las constantes quejas, reclamos y enojos de los chimalhuacanos por no tener agua en su domicilio; atrás habían quedado esos tiempos donde el servicio podía hacerse sólo con unidades pipa por falta de infraestructura, pozos, tanques y rebombeos.
Con la administración emanada de Morena retrocedemos a la noche más obscura, con la gran diferencia de que hoy las deficiencias en la distribución de agua son muy parecidas al caos y tienen otras causas como la improvisación, el desconocimiento del sistema, el manejo caprichoso del área operativa, la ignorancia de los directivos y sus pésimas decisiones han llevado al municipio al borde del precipicio, pues, cerca del 60 por ciento de la población padece del vital líquido. Pero nunca lo reconocerán los morenistas, echan culpas sobre espaldas ajenas igual que su jefe Andrés Manuel López Obrador.
Como consta en los documentos y obras, la pasada administración encabezada por Tolentino Román, entregó 34 pozos profundos, que en conjunto aportan 184 mil 464 litros de agua diarios, suficiente para cubrir la necesidad del 96 por ciento de la población chimalhuacana.
Asimismo, la administración pasada entregó 36 tanques reguladores con una capacidad de almacenamiento de 68 mil 370 metros cúbicos, en 25 de ellos existe un equipamiento de rebombeo que cubría hasta el rincón más alto y más alejado del municipio.
Igualmente, la administración pasada entregó siete cárcamos de aguas negras, una planta de tratamiento y se vigilaba y coordinaban la operación de 11 cárcamos de la Comisión de Agua del Estado de México (CAEM); además, el Odapas de la administración pasada operaba y coordinaba 114 instalaciones que sirven para garantizar el servicio de agua y drenaje a una población de 860,250 habitantes, (Inegi), pero que la administración morenista no sabe utilizar.
¿Conocerán los directivos del ODAPAS toda esta infraestructura? ¿Sabrán que a todas las instalaciones hay que realizarles mantenimiento preventivo y correctivo? ¿Conocerán los protocolos de operación que tienen estos equipos? ¿Conocerán y ubicarán los sistemas que cada pozo, tanque y rebombeo y el área que cubren con su operación, para garantizar que la población tenga agua en sus domicilios? ¿Conocerán las áreas de afluencia de los cárcamos y a que comunidades sirve cada uno? Toda ésta información fue entregada a la administración morenista, además de documentos, también se realizaron recorridos a las instalaciones con la persona asignada por ellos: Juan Herrera Moro, el cual verifico y firmó de conformidad.
Seguramente no conocen como operar todo el sistema pues, con la política de la pobreza franciscana y austeridad republicana, despidieron a muchos trabajadores que operaban y conocían, a la perfección, el trabajo de cada equipo e instalación; es más, también despidieron a la gente que simpatizaba con la administración morenista.
¿Qué han provocado? Al dejar a los incondicionales de Gustavo Benito Pérez, cuñado de la presidenta Xóchitl Flores, que obviamente no conoce nada del ramo hidráulico, al igual que la actual directora del Odapas, Miriam Laura Lira Rodríguez, quien conoce y está preparada para manejar y distribuir petróleo, pero de agua potable no conoce ni su composición química.
Se van agotando las justificaciones que esgrime Morena por la falta de agua de los chimalhuacanos, y también se está agotando la paciencia de la gente. Igual que su jefe López Obrador, los morenistas de Chimalhuacán mienten al decir que no se les entregó información, que los equipos eran desechables y que la gente mueve las válvulas; todo eso no son más que pretextos que lo único que evidencian es ignorancia e incapacidad para operar el sistema de agua municipal, y sí a esto le sumamos la soberbia morenista, que es inmensa, están llevando a Chimalhuacán a un verdadero caos.
Ya viene el periodo de lluvias y no vemos que la administración de la morenista realice trabajos de desazolve de tuberías principales de las calles, colectores, subcolectores, cárcamos y bocas de tormenta; tampoco vemos que se dé mantenimiento a los canales que nos rodean, los pozos de absorción, las barrancas y los gaviones.
En fin, no hay un plan de trabajo para darle mantenimiento a la infraestructura hídrica y tampoco saben realizar eficientemente la distribución del servicio del agua. ¿Qué pasará cuando este colapse y dañe las propiedades, los bienes materiales o cobre la vida de gente inocente? Seguramente seguirán culpando a otros, pero no asumirán su responsabilidad.
El pueblo tiene la última palabra; lo más importante es ponerle un alto a tanta incompetencia y desinterés del mal gobierno de Morena en Chimalhuacán.
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