Chetumal, Quintana Roo.- “La lamentable consecuencia lógica del aumento del desempleo o la pérdida de trabajos, es que en el mismo porcentaje se tiene a personas que han perdido la protección de la seguridad social, de los servicios médicos, que de acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social en Quintana Roo aumentó 4.3 por ciento la carencia por acceso a la seguridad social, pues pasó de 44 a 48.3 por ciento, entre 2018 y 2020, lo que coloca a la entidad en el primer lugar nacional”, expuso el dirigente estatal del Movimiento Antorchista, Daniel Osorio García.
“El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) reveló las cifras de sus estudios del 2020, en la que desafortunadamente Quintana Roo ocupa los primeros lugares, entre ellos y el más alarmante es la generación de nuevos pobres y con ello el aumento considerable de la gente que se encuentra en pobreza y en pobreza extrema”, recordó.
Independientemente de ello –añadió--, las consecuencias de las condiciones que por pandemia del coronavirus se vive en todo el país, pero en especial el Quintana Roo, es que miles de micro, pequeñas y medianas empresas han sido gravemente impactadas, al grado que han tenido que cerrar sus puertas y despedir a sus empleados.
“Miles más se han sumado a las filas del desempleo por el impacto negativo que ha tenido el cierre de la actividad turística y con ello las empresas hoteleras y prestadoras especializadas de servicios. Esas personas recorren las calles del estado con la esperanza de poder conseguir un empleo que les garantice, primero el ingreso monetario para poder adquirir los alimentos básicos y sufragar gastos de servicios básicos con la energía eléctrica y el gas; y segundo aspirar las prestaciones médicas a través del aseguramiento por parte del empleador”.
Agregó que el CONEVAL en el informe “Medición de la Pobreza” apunta que, en 2018, 796 mil 366 personas tenían rezago en ese indicador; dos años después, la cifra ascendió a 908 mil 554. En otras palabras, 112 mil 188 habitantes de Quintana Roo se sumaron a este tipo de marginación.
“Las enfermedades, muchas de ellas, resultan muy costoso su tratamiento, por lo que para las familias de escasos recursos resulta esencial el poder acceder a la atención médica y nada mejor que poder hacerlo cuando la empresa a la que prestas tus servicios te brinda esa prestación”, sentenció.
“Y así lo entienden quienes en su núcleo familiar han enfrentado o vivido el covid-19, saben de lo indispensable que resulta el servicio médico, el poder tener garantizado una cama hospitalaria, oxigeno, estudios clínicos, medicamentos, lo que difícilmente pueden pagar de manera particular”.
Por eso la urgencia –dijo--, que las empresas puedan reiniciar sus actividades normalmente, contar con apoyos para, con todos los protocolos sanitarios, reencauzar su dinámica empresarial y a la vez absorber toda la mano de obra que desde hace más de un año se encuentra desempleada.
El panorama del covid-19 es difícil, más en una entidad que depende en gran medida del turismo y de los millones de personas que visitan sus atractivos turísticos, pero algo tienen que hacer los órdenes de gobierno para evitar más daño a la economía local y en especial al núcleo poblacional, que cada día se sume más en la miseria y la pobreza y que ve con desencanto que no hay la capacidad para ayudarles, concluyó.
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