Hace unos días el presidente López Obrador, declaraba en un informe al que asistió en Xochimilco en la CDMX, lo siguiente: “Deteniendo a los capos no se resuelve el problema, se tienen que atender la causas, y, un propósito es quitarles a los jóvenes. Esa es la batalla, dejarlos son ejército de reserva, quitarles a los jóvenes. ¿Cómo le van a hacer los capos si los jóvenes tienen opciones de estudio y opciones de trabajo?” Esto se llama la atención, porque se deja sentir en sus declaraciones como si fuera la falta de empleo y educación la “causa” de que los jóvenes sean presas fáciles de los capos. Ya antes, de manera odiosa por tanto repetirlo, ha dicho que el verdadero mal del país es la corrupción. Elevó a la corrupción al nivel de categoría, pues para él es la “verdadera causa”.
“El 1° de diciembre del 2018 el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, anunció la muerte del modelo económico neoliberal. A pesar de que AMLO colocó el último clavo al ataúd del neoliberalismo, aparentemente no es el fin de la ortodoxia económica. Tampoco dijo exactamente qué modelo económico será el que aplique” (El Economista, 3 de diciembre de 2018). Han pasado casi 3 años de esta declaración que causó revuelo y confusión en mucha gente, pues no tenían claridad de lo que se refería el presidente. Lo que sí es una realidad es que los modelos económico-sociales no desaparecen por plumazo o por pura arenga, a no ser que quien lo decrete no tenga ni la menor idea de lo que está hablando, como parece que es el caso de López Obrador. México es un país en el que impera el capitalismo, y si bien es cierto que con Miguel de la Madrid se dio paso al neoliberalismo en México, a la libertad de la empresa, sin tapujos ni ataduras por parte del estado, este sigue siendo capitalismo. La condición de existencia del capitalismo es la propiedad privada de los medios con que se produce. La existencia de una clase explotada, sometida por leyes que la obliga a respetar sagradamente esa propiedad privada. Y el efecto que genera el capitalismo en México y en todos los países donde impera ese sistema económico es pobreza, y solo de esta se desencadenan muchos más males como el hambre, la falta de vivienda, la educación, de salud, de corrupción, el narcotráfico, etc., etc.
Dice López Obrador que si los jóvenes tienen opciones de estudio, no serán presas fáciles. Veamos lo que dice el Coneval en su informe de 2018-2020. “En concreto, cuando se explora el primer componente de rezago educativo, población de 3 a 21 años que no asiste a la escuela y no cuenta con educación obligatoria según rangos de edad, se identificó que la inasistencia de la población que aún no completa la educación media superior aumentó tanto para la población de 3 a 15 años como para la población de 16 a 21 años, aunque de manera más pronunciada en el último grupo. La población de 3 a 15 años que no asiste a la escuela y no cuenta con la educación obligatoria pasó de 2.6 a 2.8 millones de personas entre 2018 y 2020. Mientras que, la población de 16 a 21 años que no asiste a la escuela y no cuenta con la educación obligatoria pasó de 3.7 a 4.1 millones de personas entre 2018 y 2020”. Este informe es de un periodo en el que López Obrador ya era presidente de México, y el informe revela un crecimiento en el porcentaje de jóvenes que no asisten a la escuela. ¿Por qué? Tal vez porque los padres no tienen empleo, y un empleo bien pagado.
La segunda sentencia de Obrador es que si los jóvenes tienen opciones de trabajo, no serán presas fáciles. Veamos los que dice el Coneval en su informe de 2018-2020. “Los resultados de la ENOE indican que, en el segundo trimestre del presente año todas las modalidades de empleo informal sumaron 31 millones de personas, es decir, éste se incrementó en 8.2 millones de personas respecto al del mismo lapso de 2020 y representó 56.2% de la población ocupada (Tasa de Informalidad Laboral 1). De manera detallada, 15.8 millones conformaron específicamente la ocupación en el sector informal, cifra que significó un crecimiento de 5.5 millones de personas y constituyeron el 28.6% de la población ocupada (tasa de ocupación en el Sector Informal 1).
La buena voluntad de López Obrador no es suficiente para que las cosas cambien en México. Lo que él considera las causas no lo son. Considera que la falta de opciones en la educación y en el trabajo son las causas de que los jóvenes se enrolen en la delincuencia organizada y no organizada. Pero ya vimos que en su período de gobierno se incrementaron los índices de jóvenes que no estudian, y también de aquellos que no tienen trabajo.
Tiene que aceptar que el capitalismo en México sigue vivo y fortaleciéndose más, que su gobierno no le ha opuesto resistencia al sistema, porque no es su objetivo, y que solo le ha seguido el juego. La verdadera causa de todos los males en México son engendrados por el capitalismo. Es el sistema el que ha generado la descomposición del tejido social y ha pervertido al país al grado de llegar a actos inhumanos e indeseables para el pueblo, pero necesarios para el sistema.
Al sistema no se le opone ni acaba con plañideras, sino con una decidida organización del pueblo, dispuesto a conquistar sus derechos y sus libertades a costa de lo que fuere necesario. El pueblo ya de por sí se debate entre la vida y la muerte todos los días, que tan complicado le resultará unirse y plantarle cara al sistema, incluso y necesariamente barriendo a la misma 4T.
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