Quiero dirigirme al pueblo quintanarroense, con el objetivo fundamental de dar a conocer el trabajo que el Movimiento Antorchista de Quintana Roo ha venido haciendo desde su llegada a este bello Estado. Me interesa resaltar nuestra actividad en los últimos años, sobre todo, como hemos sido tratados durante la actual administración estatal que encabeza el C.P. Carlos Joaquín González.
El Movimiento Antorchista o Antorcha Campesina como popularmente conocen a nuestra organización, llegó a Quintana Roo en el año 2000, en ese entonces, sólo éramos un grupo muy pequeño no mayor a cuatro activistas que trabajamos en la ciudad de Chetumal, capital del Estado.
Hoy, a 22 años de nuestra llegada, hemos crecido en todo el territorio estatal; hay antorchistas en los 11 municipios. En nuestras filas se cuentan más de 45 mil ciudadanos, entre colonos, campesinos, estudiantes, amas de casa y obreros, que han encontrado en Antorcha una mano amiga, un compañerismo fraterno, un trabajo organizado y consecuente; han encontrado un apoyo para luchar por sus demandas elementales, pero sobre todo, han encontrado en los líderes de Antorcha, gente capaz y preparada, que les enseña a defender sus intereses y a luchar para que las autoridades de los tres niveles de Gobierno resuelvan sus necesidades elementales.
En nuestro andar, hemos resuelto diversas demandas que han mejorado la vida, no sólo de la gente organizada en Antorcha, sino de miles de quintanarroenses que hoy pueden hacer uso de carreteras, calles pavimentadas, caminos saca cosechas, domos, escuelas, pie de casas, electrificaciones, aguas potables, albergues estudiantiles, lotes para vivir, puentes, entre muchas otras.
Es decir, hemos contribuido para que Quintana Roo avance en su crecimiento y fortalecimiento como Estado libre y soberano de esta República Mexicana. Sin embargo, no ha sido fácil, hemos tenido que sortear verdaderos obstáculos que las mismas autoridades federales, estatales y municipales nos han puesto. Hemos tenido que luchar, siempre dentro del marco de la ley, para que se resuelvan todo tipo de obras y servicios que renglones arriba mencioné.
Durante nuestra existencia, hemos tenido que nadar contra corriente, nuestros adversarios, que, en su mayoría, son los que ostentan el poder político, nos han acusado de muchas cosas, ¡sin pruebas por supuesto!, entre ellas, han dicho que somos invasores, “fuereños”, nos han llamado de manera despectiva “los antorchos”, entre otras lindezas. Sin embargo, la gente humilde, con la que trabajamos los 365 días del año, sin importar si son tiempos normales o electorales, reconoce nuestro trabajo y cada día se suma a nuestro movimiento.
Mención aparte merece el trato que hemos recibido por parte de la actual administración estatal de la “alternancia” que el 5 de junio de 2016 le arrebató el poder al PRI que mantenía una hegemonía en Quintana Roo desde su nacimiento como Estado en 1974. Carlos Joaquín en ese entonces, candidato de la alianza “Una Nueva Esperanza” integrada por la coalición PAN-PRD gana de manera contundente las elecciones, convirtiéndose en el nuevo jefe del Ejecutivo Estatal.
Desde ese entonces se comprometió a trabajar de manera seria, disciplinada, responsable, con firmeza y que cumpliría con los compromisos hechos en campaña para mejorar las condiciones de Quintana Roo; "toda mi vida he trabajado muy duro y con absoluta dedicación para tener el honor de servir a mi Estado, la tierra que me forjó y donde tengo el privilegio de vivir. Éste es para mí un momento histórico de enorme significado, un momento que asumo con un profundo compromiso y responsabilidad" (https://www.elfinanciero.com.mx 6 de junio de 2016).
Pero a unos meses que finalice la gestión de Carlos Joaquín, las cosas no están nada bien, dejará a la entidad con los peores escenarios, sin obra pública, con presunción de desvíos de dinero, pobreza, desempleo, y las cifras altas de inseguridad y delincuencia. Las malas políticas del Gobierno dejarán a la entidad con una de las peores herencias de la historia de Quintana Roo. Esto que digo no me lo saco de la manga, hay instituciones serias como el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) y el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) que así lo refieren en estudios hechos recientemente, pero, sobre todo, el sentir de los quintanarroenses es de desaprobación al gobierno de Carlos Joaquín.
Los antorchistas también creímos en los compromisos de Carlos Joaquín y sus funcionarios de alto nivel, que en diversas ocasiones se reunieron con la dirigencia estatal para firmar convenios que tenían como objetivo fundamental brindar mejores condiciones a los más vulnerables del Estado. Sin embargo, nada de lo más importante se ha cumplido, y por lo visto, no piensan cumplir, a pesar que fueron compromisos hechos por el mismo Gobernador.
Desde diciembre del año pasado, el secretario de Gobierno, Dr. Jorge Arturo Contreras Castillo, se comprometió a firmar un Convenio de Colaboración con la organización para avanzar en los acuerdos hechos por el Gobernador, pero todo quedó en buenas intenciones, porque hasta el momento se han encerrado en sus oficinas climatizadas de Palacio de Gobierno, sin recibir a los dirigentes antorchistas.
Nos queda claro el desprecio y la falta de moral que tienen estos funcionarios con la gente humilde, que sin inmutarse se desentienden de sus compromisos. Pero eso no nos asusta, ese era el modus operandi del viejo PRI que, por lo visto, sigue vivo en la actual administración. Pero no importa, el tiempo, la historia que nada perdona, los pondrá en su lugar. Mientras tanto, los antorchistas seguiremos nuestra lucha porque sabemos que es justa y que nos asiste la razón.
De cualquier modo, queremos dejar patente nuestra inconformidad por el maltrato, desprecio y falta de cumplimiento del actual Gobierno de Quintana Roo a los que menos tienen. Por lo que, el día 28 de marzo del presente, realizaremos cadenas humanas de manera simultaneas en Cancún, Kantunikil, Solidaridad, Cozumel, Tulum, Carrillo Puerto, José María Morelos, Bacalar y en cuatro puntos de Chetumal, denunciaremos la falta de cumplimento del Ejecutivo estatal. A estas alturas de la administración joaquinista no podemos pedirle “peras al olmo” pero sí demostrar nuestra inconformidad, haciendo uso de nuestros derechos constitucionales. Vale.
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