Es totalmente cierto, que la pandemia provocada por el SARS-CoV-2 agudizó los graves problemas que ya se vienen presentando desde hace varias décadas y que, en los últimos años, se han venido agudizando, no para todos, pero sí para las inmensas masas trabajadoras más humildes y de una buena parte de la clase media en México, indicador socioeconómico y político inequívoco de cómo andan las cosas en nuestro país.
Problemas como la grave crisis económica originada por la sobreproducción de mercancías y falta de realización del capital en Estados Unidos -economía de la cual depende, en más del 80 por ciento, nuestro comercio exterior-, como la terrible desigualdad económica y social entre las dos principales clases sociales existentes en nuestro país -proletarios de la ciudad y del campo y la gran burguesía industrial, comercial y principalmente financiera-, desigualdad que se ha agigantado precisamente con esta pandemia -algunos oligarcas financieros y comerciales han elevado aceleradamente sus de por sí inmensas fortunas, basta darle una hojeada a revistas especializadas como Forbes, para corroborar esta afirmación-.
Hemos empezado a escuchar en los distintos medios de información masiva -radio, televisión, medios impresos y más abundantemente en los digitales, en las “benditas redes sociales”-, mensajes anticipados del contenido del 5° informe de Gobierno, del titular del Ejecutivo estatal, Carlos Joaquín González, que en próximos días entregará al Congreso del Estado y con ese motivo emitirá un mensaje a la sociedad de los principales retos superados y logros obtenidos en su quinto año de gobierno.
Entre los principales logros se han empezado a mencionar los siguientes:
1. Que este gobierno ha enfrentado con éxito -“muy relativo”, digo yo- los retos de la actual contingencia sanitaria de la covid-19 y que, aunque el Gobierno federal se está adelantando una semana para calificar a Quintana Roo en semáforo color amarillo, muy próximo al color verde, ambos niveles de gobierno coinciden en la necesidad de hacernos creer y de hacer creer al resto del mundo -principalmente a los turistas en potencia de otras naciones-, que en México y en Quintana Roo -que ciertamente es uno de los destinos turísticos más importantes del mundo-, ya todo está volviendo rápidamente a la normalidad y que ya el peligro está pasando por completo. No critico los esfuerzos realizados y por realizar para reactivar y normalizar completamente las actividades turísticas de nuestro estado y del país en general, pero si aseguro que los esfuerzos no son parejos.
2. Se informa que, en las tres últimas semanas de agosto y primera de septiembre, en comparación al mismo periodo, pero del año 2020, se han registrado más de 500 vuelos diarios en promedio en el Aeropuerto Internacional de Cancún (AIC) y una ocupación hotelera del 62 por ciento en la región norte y del 30 por ciento en el sur. El Consejo de Promoción Turística de Quintana Roo (CPTQR), con base en información del Instituto Nacional de Migración (INM) declaró que en estas últimas semanas se registró un incremento del 38 por ciento en el número de visitantes extranjeros provenientes, principalmente, de Estados Unidos y algunos países europeos como Francia, lo que representa 150 mil turistas más que en el periodo anterior. En términos globales, desde la reapertura turística ocurrida el 8 de julio del año pasado al final de julio del presente año, Quintana Roo ha recibido a 9.3 millones de visitantes, de los cuales 4.4 millones fueron turistas nacionales.
Lo anterior, habla sin duda del esfuerzo por recobrar las condiciones necesarias para que el turista nacional y extranjero decida viajar a nuestro estado. Habla del apoyo, orientación y apoyo para implementar los protocolos sanitarios en hoteles, restaurantes, etc., para garantizar las condiciones de seguridad sanitaria y, porque no decirlo, pues también es cierto que hubo varios casos, que la prensa cubrió puntualmente, de ocasiones en que la autoridad sanitaria correspondiente, se “hacia de la vista gorda” y no clausuraba aquellos antros donde no se cumplía a cabalidad con dichos protocolos y con el aforo máximo de personas que podían asistir a esos eventos -Por ejemplo, en algunos antros ubicados en la zona hotelera de la playa de Tulum-.
3.- Pero si vemos la otra cara de la moneda, si realizamos un recuento rápido de los compromisos adquiridos por el gobernador, Carlos Joaquín González, con la otra parte de la sociedad, con la mayor parte de la población de este estado, del más de millón y medio de quintanarroenses, que creímos en la promesa de un “gobierno del cambio” pero que a lo largo de estos cinco años los logros en materia de solución a carencias básicas y prioritarias de servicios públicos elementales, de apoyos para impulsar la producción en el campo, programas efectivos de apoyo para el mejoramiento y ampliación de vivienda, así como lotes con servicios, a buen precio y con facilidades de pago, que el gobernador Carlos Joaquín González prometió y comprometió, por ejemplo a las 80 familias que fueron desalojas de la colonia “El Fortín” de la Región 237 de la ciudad de Cancún y a 4 mil familias que serían beneficiadas con un “Programa Emergente de Vivienda” y otros programas más que se le prometió al pueblo pobre de Quintana Roo pero que su nivel de cumplimiento está muy lejos de alcanzar los altos porcentajes de realización en los aspectos arriba citados que, en primer lugar, benefician a los dueños de los grandes centros turísticos de nuestro estado.
Lo anterior, significa que la atención ha sido diferenciada, priorizada, y los pobres, siempre los dejan al final, si es que el tiempo alcanza para cumplirles, aunque sea un mínimo porcentaje, que en los informes gubernamentales tienden a ser incrementados de manera premeditada para que todo mundo vea que la administración, sí se trabajó.
Por lo planteado anteriormente, y porque los antorchistas quintanarroenses nos damos perfecta cuenta que no ha habido seriedad y respeto en los compromisos asumidos personalmente por el Gobernador del estado, Carlos Joaquín González, y por la burla de la que hemos sido objeto, por parte de sus subalternos, el Movimiento Antorchista hará uso de sus derechos constitucionales de manifestación pública para hacernos escuchar por parte de Gobernador y sus funcionarios cercanos para exigir de manera pacífica pero enérgica, el cumplimiento de los acuerdos tomados desde hace más de 3 años y la solución de demandas prioritarias y justas para aliviar y mejorar un poco la terrible situación de más de 35 mil familias organizadas actualmente en nuestro movimiento.
Pero también hacemos un llamado al pueblo de Quintana Roo, que también padece de las mismas carencias y problemas que los antorchistas, para que se unan, trabajen y luchen, para ser tomados en cuenta por nuestras autoridades y que no se acuerden de nosotros nada más en tiempos electorales y nos quieran ilusionar con un apoyo mínimo que solo calmará nuestra necesidad una o dos semanas. El pueblo tiene dignidad y debemos hacerla valer.
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