Este 16 de marzo el Partido Revolucionario Institucional (PRI) hizo un milagro, después de un largo desencuentro, entre distintos grupos del partido que se salió de control, pues hubo quienes decidieron abandonar al tricolor al sentirse relegados y buscar cobijo en otro instituto político, como lo hizo el alcalde con licencia del Mezquital, Osbaldo Santillán. Los inconformes se quejaron de que querían imponer como candidata del distrito XV local a una supuesta amiga de la exdiputada local y candidata a legisladora, Gabriela Hernández López, de nombre Pamela García.
La mañana del martes 16, el delegado del PRI en Durango, Roberto Padilla Márquez, sorprendió a propios y extraños al dar a conocer a través de un comunicado publicado en redes sociales, que el Comité Ejecutivo del PRI había tomado la decisión de elegir como candidata por el décimo quinto distrito, a la profesora de preescolar, Sandra Luz Reyes Rodríguez, de origen indígena, oriunda del municipio del Mezquital, hija de un expresidente municipal.
Los halagos, las felicitaciones y el reconocimiento al partido no se hicieron esperar, al menos en el Mezquital, pues en toda la historia de Durango, el PRI nunca había tenido un candidato indígena a diputado local, porque, como lo señalé en otro escrito, es uno de los partidos más reaccionarios y elitistas, después del Partido Acción Nacional. Pero parece que hoy los encontronazos fueron fuertes y de no decidir por la profesora u otro candidato ajeno a la abanderada ideal, le podría costar más al tricolor mantener su número, cuando menos en el Mezquital.
Eso pasa en el PRI. En MORENA parece que el candidato también será un indígena ya sea de la etnia huichola o tepehuana, pero aún falta por definirse, aunque a estas alturas ya debería de estar determinado quien es el abanderado. Así que tendremos dos candidatos indígenas en el distrito XV. ¿Hay que echar las campanas al vuelo porque tenemos candidatos indígenas? Definitivamente no, primero, porque esta decisión del PRI fue como el último cartucho que le quedaba y, por otro lado, MORENA, le da la candidatura a un indígena porque sabe que en este distrito no tiene posibilidades de triunfo; y, segundo porque si gana cualquiera de los indígenas no va a trabajar en beneficio de los indígenas, va a trabajar en beneficio de quien o quienes lo pusieron como candidato, ahí están todos los diputados de morena que nadie conoce porque no hicieron nada en sus distritos.
¿Qué hay que hacer entonces? Desde mi punto de vista, primero tomar conciencia de la situación y darnos cuenta de que hagan lo que hagan los partidos de hoy, siempre será con el fin de utilizarnos como trampolín para beneficiar a un pequeño grupo de ricachones que se mantienen en el poder desde hace muchas décadas. Después de que nos demos cuenta de la situación, optar por el camino de la unidad no solo los indígenas, sino todos los pobres que sufrimos los males derivados de las políticas públicas de los gobiernos en turno. Y una vez que logremos lo anterior, elegir representantes surgidos del pueblo trabajador y educados de manera que estén dispuestos a trabajar por su gente y para su gente, que lleven a cabo políticas públicas que beneficien a todos, pero sobre todo a los más desprotegidos.
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